No debemos confundir sionismo con judaísmo. En el mundo hay millones de judíos de buena voluntad, gente de paz que vive integrada dentro de múltiples naciones como ciudadanos con derechos y obligaciones. Sin embargo el sionismo es un movimiento que pretende consolidar un país imposible, edificado sobre bases de pureza étnico-religiosa. Los fundamentos del estado de Israel son racistas y así es reconocido por numerosos grupos judíos anti-sionistas a lo largo y ancho del planeta.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, en su turno de palabra en la conferencia internacional antirracista de Durban II que se ha celebrado en la ciudad suiza de Ginebra, ha manifestado: “Para luchar contra el nefasto fenómeno del sionismo no basta una labor cultural sino que hay que esforzarse para que los sionistas y sus valedores no sigan haciendo un uso instrumental de los medios internacionales.”
“Hay que atraerse la voluntad de los gobiernos solidarios, mediante el respeto, para erradicar ese racismo evidente y procurar valientemente encauzarse hacia la reforma de las relaciones y de los sistemas internacionales”, ha añadido.
“Hoy el mundo se enfrenta a un racismo cuyo carácter grotesco ha dañado de manera palpable la dignidad humana y puesto en vergüenza a la comunidad humana en el comienzo de este tercer milenio”, ha agregado.
El mandatario iraní sentenció que el “sionismo representa totalmente el racismo” y que éste “recurre de manera falsaria a la religión utilizando los sentimientos religiosos de algunas personas desinformadas para ocultar su feo rostro.
Ahmadineyaed resaltó asimismo que “para defender los derechos humanos es menester defender los derechos de las naciones a ser libres para tomar importantes decisiones a nivel mundial sin que en ello influyan algunas potencias así como emprender algunas enmiendas estructurales y en las relaciones internacionales. Las circunstancias generales del mundo están rápidamente cambiando en sus fundamentos. Las relaciones de poder se han vuelto muy frágiles y ya se escucha el crujido de la rotura de las columnas de la injusticia en el mundo.”
Insistió Ahmadineyad en que “las estructuras políticas y macroeconómicas se están desmoronando” y que “las crisis políticas y securitarias se están ahondando. La cada vez mayor crisis económica mundial, de la que no se ve ningún horizonte claro, aumenta las dimensiones cualitativas y cuantitativas de todos los cambios que tenemos ante sí.”
“Ahora en esta valiosa reunión me dirijo a ustedes, directivos, sabios y a todas las naciones del mundo que están sedientas de libertad, progreso y bienestar, y les digo que la administración injusta que domina la tierra ha tocado a su fin. Y este callejón sin salida al que ha abocado irremediablemente se ha debido a que esa gestión impuesta es injusta ya que se opone a la lógica del movimiento conjunto del mundo, un movimiento excelso, que tiene al ser humano como eje y a Dios y que se enfrenta contra cualquier injusticia y cualquier plan que sea contrario a los intereses de la naciones.”
Es evidente que Irán es una gran nación y también que debe abolir la pena de muerte y conquistar la superación de los modelos patriarcales para encarrilar su camino hacia un humanismo pleno. No obstante su ejemplo como pueblo rebelde y anti-imperialista, al igual que sucede con Cuba y Venezuela, demuestra que es posible plantar cara al reino del pensamiento único con un enorme sentido de la dignidad.
En bits rojiverdes hay un animado debate sobre esta cuestión.
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