Una de las principales conclusiones de «El Capital» es la afirmación de que el trabajo humano es la fuente de todo valor. Si añadimos la materia prima bruta como complemento indispensable al trabajo del ser humano para que éste sea fructífero tendremos las palabras pronunciadas en la eucaristia («Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida»), palabras a su vez tomadas de viejas citas bíblicas. El pan (junto con el vino) simboliza aquí la riqueza de los dones que nos permiten perpetuar nuestra existencia y su origen está en el trabajo, como fuente de todo valor … ¿No serán el marxismo y el cristianismo dos caras de una misma moneda humanista?
El debate es casi tan antiguo como el propio marxismo. No será difícil encontrar acérrimos defensores de posiciones completamente antagónicas al respecto dentro del universo heterogéneo de la Izquierda. En este caso queremos aportar un par de citas elaboradas en forma de comentarios por el compañero Juancho, en esta entrada de la web kaosenlared:
«En Latinoamérica se puede hacer una Revolución sin los Cristianos pero nunca contra los cristianos (aprox. el 90% de la población latinoamericana es cristiana). Mitificado y divinizado por la Iglesia Católica, Apóstolica y Romana, se despoja a Jesús de su dimensión ética y humana, convirtiéndolo en un fetiche, en una figura inofensiva que ayuda a legitimar el consenso capitalista.
Considero importante liberar a Cristo de la fetichización, hacerlo pueblo y reconocerlo como lo que fue: Revolucionario.
Algunos dogmáticos marxistas suelen citar a Marx a medias, momificarlo y convertirlo en teoría metafísica… A continuación, presento la cita completa cuando Marx habla sobre la religión como opio de los pueblos, para aclarar el sentido que Marx le da a la frase, que expresa, más allá de un ataque a la religión, una crítica a la religión entendida como felicidad ilusoria
«La miseria religiosa es a la vez la expresión de la miseria real y la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, así como el espíritu de una situación sin alma. Es el opio del pueblo.»
«Se necesita la abolición de la religión entendida como felicidad ilusoria del pueblo para que pueda darse su felicidad real. La exigencia de renunciar a las ilusiones sobre su condición es la exigencia de renunciar a una condición que necesita de ilusiones. La crítica a la religión es, por tanto, en germen, la crítica del valle de lágrimas, cuyo halo lo constituye la religión»
Para Marx y Engels, la crítica del cielo se transforma así en crítica de la tierra; el objetivo es transformar las condiciones sociales reales y no la lucha «unilateral» contra la religión. Estaban interesados en entender y explicar formas históricas y sociales concretas de religión. Intentaron una visión dialéctica de los fenómenos religiosos: si criticaban reiteradamente el papel ideológico en favor del sistema económico y político, cumplido por las religiones y los jerarcas religiosos, apreciaban a la vez el aspecto reivindicativo de las aspiraciones religiosas y la forma como una y otra vez se convirtió en factor de resistencia y lucha de los oprimidos para cambiar el sistema social.
Rosa de Luxemburgo también expresa su opinión al respecto en su escrito El Socialismo y las Iglesias y señala:
“La flagrante contradicción que existe entre las acciones del clero y las enseñanzas del cristianismo debe ser materia de reflexión para todos. Los obreros se preguntan por qué, en su lucha por la emancipación, encuentran en los siervos de la Iglesia enemigos y no aliados. ¿Cómo es que la Iglesia defiende la riqueza y la explotación sangrienta en vez de ser un refugio para los explotados? “
“Los revolucionarios quieren el “comunismo”; eso es principalmente lo que el clero les reprocha. En primer lugar es evidente que los curas que hoy combaten al “comunismo” en realidad combaten a los primeros apóstoles. Porque éstos fueron comunistas ardientes.”
“En cambio, los servidores de la Iglesia sólo llevan al pueblo palabras de humillación y desaliento. Y si Cristo reapareciera hoy sobre la tierra seguramente atacaría a los curas, obispos y arzobispos que defienden a los ricos y explotan a los desgraciados, así como antes atacó a los mercaderes, a quienes echó del templo para que su innoble presencia no manchara la Casa del Señor.”
Si los principios revolucionarios del Cristianismo, censurados y ocultados por la cúpula eclesiástica, sirven para hacer Política Revolucionaria con el 90% de los latinoamericanos, bienvenidos sean».
PD. La frase de Marx está en Contribución a la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel (1844), la frase de Luxemburgo está en El socialismo y las iglesias (1905).
PD2: Para un estudio completo de las complicidades entre el pensamiento anticapitalista de Marx y el pensamiento cristiano originario puede acudirse a la obra de Enrique Dussel «Las metáforas teológicas de Marx«.