El Socialismo, entendido en un sentido genérico, es la lucha por la Justicia y la dignidad completa de la Tierra, los pueblos y las personas. También podría afirmarse, desde un punto de vista abstracto, que se trata de un impulso que persigue la creación de una sociedad de iguales, sin excluidos y con democracia real.
Pero esta fuerza intemporal toma múltiples formas cuando comunidades humanas afincadas en distintos espacios y momentos de la historia, tratan de llevarla al suelo, de ponerle «ojos, boca y piernas». Nacen así múltiples materializaciones no siempre coincidentes en sus rasgos físicos concretos, aunque sí en sus aspiraciones finales.
Es así que dentro del Socialismo caben muchos socialismos: socialismo libertario, socialismo ecologista, socialismo cristiano, socialismo indigenista, socialismo marxista, socialismo feminista, socialismo cubano, socialismo islámico, socialismo zapatista, socialismo bolivariano….
Es indudable que cada uno tiene sus propias peculiaridades pero todos son extremadamente valiosos, todos (en diferente grado) han dejado compañer@s por el camino, todos son expresiones vivas de rebelión.
Es mucho lo que nos une. Sumemos y no restemos, multipliquemos y no dividamos. Seamos críticos cuando la situación lo requiera pero no destructivos hacia aquellos que pelean contra nuestro mismo rival.