La Acampada Dignidad de Córdoba, surgida a raíz de una gran asamblea ciudadana que comenzó a reunirse en Junio-2013, se instala el día 4 de Octubre de 2013 en un colegio público que ya llevaba dos años abandonado en ese momento. Los colectivos del Distrito Sur de Córdoba lo habían solicitado al Ayuntamiento (PP) como espacio de reunión en innumerables ocasiones. La Junta de Andalucía (PSOE-IU), por su parte, tenía competencia sobre el uso del inmueble pero llevaba también dos años lavándose las manos mientras el edificio se iba deteriorando a marchas forzadas. Después de estos años en los que los políticos profesionales con el control de la autoridad no han hecho otra cosa que encogerse de hombros o jalear al poder financiero ante los graves problemas de la ciudadanía, la Acampada Dignidad entendió que la obligación de un pueblo sometido a la arbitrariedad, a la injusticia y a la humillación por parte de los dirigentes no es otra que revelarse. Y así se hizo. Durante estos casi siete meses la Acampada Dignidad, de una forma completamente autogestionaria, ha rehabilitado el edificio, ha puesto en marcha un comedor popular que sirve 100 comidas a diario, imparte clases de lengua, matemáticas, inglés, música y otras disciplinas a un centenar de personas, ha montado un aula de informática que implementa software libre, ha puesto en marcha un huerto en el que personas desalariadas aprenden a trabajar la tierra, ha instalado una emisora llamada Radio Dignidad, ha creado una nutrida biblioteca abierta y ha realizado innumerables talleres y actividades imposibles de describir aquí. Todo ello sin que medie ningún tipo de obligatoriedad de pago monetario ya que el modelo se basa en la horizontalidad, en el don y en el apoyo mutuo.
Algo así no puede ser tolerado por el poder y es por ello que un juez, a petición del alcalde, ha dictaminado que el edificio debe ser desalojado antes del 9 de Mayo. La autogestión de un espacio público, que pertenece al pueblo, desarrollada directamente por el pueblo sin élites extractivas de por medio es algo demasiado radical para ser permitido y además podría constituir un muy mal ejemplo para otros grupos y espacios.
Durante este tiempo unas tres mil personas han pasado por el centro cada semana. Pero lo más importante es que muchas de estas personas han ido transformanado su resignación en ilusión, porque en la Acampada Dignidad quien recibe algo aporta algo; no hay caridad sino intercambio, solidaridad y construcción de tejido social. Cuando el centro se cierre… ¿qué ofrecerá a cambio el poder económico, judicial y policial a esas miles de personas excepto, una vez más el vacío, la miseria y la humillación?. ¿Qué les ofrecerá usted a cambio, Sr. Alcalde José Antonio Nieto, a esos miles de ciudadan@s?. ¿Tiene vd. algún interés, Señor Nieto, en ayudar a l@s cordobes@s o solo está movido por sus propios intereses particulares?.