Posts tagged ‘alterglobalizacion’

abril 26, 2015

Los mapas del alma no tienen fronteras

galeanoEste post pretende ser un recordatorio de homenaje a este gigante del altermundismo o alterglobalización llamado Eduardo Galeano. Gracias, maestro.

Los mapas del alma no tienen fronteras – 13-07-2009

«El sentido comunitario de la vida es la expresión más entrañable del sentido común»

Palabras dichas por Eduardo Galeano en Montevideo, al ser condecorado en 2009 con la Orden de Mayo de la República Argentina.

Permítanme agradecer esta ofrenda que estoy recibiendo, que para mí es un símbolo de la tercera orilla del río. En esa tercera orilla, nacida del encuentro de las otras dos, florecen y se multiplican, juntas, nuestras mejores energías, que nos salvan del rencor, la mezquindad, la envidia y otros venenos que abundan en el mercado.

Aquí estamos, pues, en la tercera orilla del río, argentinos y uruguayos, uruguayos y argentinos, rindiendo homenaje a nuestra vida compartida, y por lo tanto estamos celebrando el sentido comunitario de la vida, que es la expresión más entrañable del sentido común.

Al fin y al cabo, y perdón por irme tan lejos, cuando la historia todavía no se llamaba así, allá en el remoto tiempo de las cavernas, ¿cómo se las arreglaron para sobrevivir aquellos indefensos, inútiles, desamparados abuelos de la humanidad? Quizá sobrevivieron, contra toda evidencia, porque fueron capaces de compartir la comida y supieron defenderse juntos. Y pasaron los años, miles y miles de años, y a la vista está que el mundo raras veces recuerda esa lección de sentido común, la más elemental de todas y la que más falta nos hace.

Yo tuve la suerte de vivir en Buenos Aires, en los años setenta. Llegué corrido por la dictadura militar uruguaya, y me fui corrido por la dictadura militar argentina.

No me fui: me fueron. Pero en esos años comprobé, una vez más, que aquella prehistórica lección de sentido común no había sido olvidada del todo. La energía solidaria crecía y crece al vaivén de las olas que nos llevan y nos traen, argentinos que vienen y van, uruguayos que vamos y venimos. Y en el tiempo de las dictaduras, supimos compartir la comida y supimos defendernos juntos, y nadie se sentía héroe ni mártir por dar abrigo a los perseguidos que cruzaban el río, yendo para allá o desde allá viniendo. La solidaridad era, y sigue siendo, un asunto de sentido común y por lo tanto era, y sigue siendo, la cosa más natural del mundo. Quizá por eso su energía, la siempreviva, fue más viva que nunca en los años del terror, alimentada por las prohibiciones que querían matarla. Como el buen toro de lidia, la solidaridad se crece en el castigo.

Y quiero dar un testimonio personal de mi exilio en la Argentina. Quiero rendir homenaje a una aventura llamada Crisis, una revista cultural que algunos escritores y artistas fundamos con el generoso apoyo de Federico Vogelius, donde yo pude aportar algo de lo mucho que me había enseñado Carlos Quijano en mis tiempos del semanario Marcha.

La revista Crisis tenía un nombre más bien deprimente, pero era una jubilosa celebración de la cultura vivida como comunión colectiva, una fiesta del vínculo humano encarnado en la palabra compartida. Queríamos compartir la palabra, como si fuera pan.

Los sobrevivientes de aquella experiencia creadora, que murió ahogada por la dictadura militar, seguimos creyendo lo que entonces creíamos. Creíamos, creemos, que para no ser mudo hay que empezar por no ser sordo, y que el punto de partida de una cultura solidaria está en las bocas de quienes hacen cultura sin saber que la hacen, anónimos conquistadores de los soles que las noches esconden, y ellos, y ellas, son también quienes hacen historia sin saber que la hacen. Porque la cultura, cuando es verdadera, crece desde el pie, como alguna vez cantó Alfredo Zitarrosa, y desde el pie crece la historia. Lo único que se hace desde arriba son los pozos.

La dictadura militar acabó con la revista y exterminó muchas otras expresiones de fecundidad social. Los fabricantes de pozos castigaron el imperdonable pecado del vínculo, la solidaridad cometida en sus múltiples formas posibles, y la máquina del desvínculo continuó trabajando al servicio de una tradición colonial, impuesta por los imperios que nos han dividido para reinar y que nos obligan a aceptar la soledad como destino.

A primera vista, el mundo parece una multitud de soledades amuchadas, todos contra todos, sálvese quien pueda, pero el sentido común, el sentido comunitario, es un bichito duro de matar. La esperanza todavía tiene quien la espera, alentada por las voces que resuenan desde nuestro origen común y nuestros asombrosos espacios de encuentro.

Yo no conozco dicha más alta que la alegría de reconocerme en los demás. Quizás ésa es, para mí, la única inmortalidad digna de fe. Reconocerme en los demás, reconocerme en mi patria y en mi tiempo, y también reconocerme en mujeres y hombres que son compatriotas míos, nacidos en otras tierras, y reconocerme en mujeres y hombres que son contemporáneos míos, vividos en otros tiempos.

Los mapas del alma no tienen fronteras.

abril 18, 2015

Foro Social Mundial Túnez 2015

Declaración de la Asamblea de los Movimientos Sociales – Foro Social Mundial 2015

¡Los pueblos unidos jamás serán vencidos!

Túnez 27 de marzo de 2015

Nosotras y nosotros, nos hemos reunido en la Asamblea de los Movimientos Sociales, durante el Foro Social Mundial de Túnez 2015, teniendo en cuenta toda nuestra diversidad para construir una agenda común de luchas contra el capitalismo, el imperialismo, el patriarcado, el racismo y todas las formas de discriminación y de opresión.

Hemos construido una historia y un trabajo en común que ha permitido avances, con la esperanza de conseguir la victoria contra el sistema dominante y poder concretar alternativas en pro de un desarrollo socialmente justo y respetuoso de la naturaleza.

Los pueblos de todo el mundo sufren actualmente los efectos del agravamiento de una profunda crisis del capitalismo, en la que sus agentes (bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones internacionales) buscan potenciar sus beneficios a costa de una política intervencionista y neocolonialista, con la complicidad de gobiernos neoliberales.

Guerras, ocupaciones militares, tratados neoliberales de libre comercio (Transatlántico, Transpacífico, ALECA, UE-MERCOSUR, ADE, e Israel-MERCOSUR y diferentes tratados bilaterales) y políticas de austeridad se traducen en paquetes económicos que privatizan los bienes comunes y los services publiques, rebajan los salarios, violan los derechos, multiplican el desempleo, aumentan la precariedad y la sobrecarga de las mujeres en el trabajo de los cuidados, y destruyen la naturaleza.

Estas políticas neoliberales afectan con intensidad tanto a los países del Sur como a los países del Norte, aumentando las migraciones, los desplazamientos forzados, los desalojos, el endeudamiento, y las desigualdades sociales. Refuerzan el conservadurismo y el control sobre el cuerpo y la vida de las mujeres. Además, nos imponen la “economía verde”, como falsa solución a la crisis ambiental y alimentaria, que no solo agrava el problema, sino que resulta en la mercantilización, privatización y financiarización de la vida y de la naturaleza.

Afirmamos que los pueblos no son responsables de esta crisis y por lo tanto no deben pagar sus consecuencias. No hay salida posible dentro del sistema capitalista. Aquí, en Túnez, nos reafirmamos en nuestro compromiso para la construcción de una estrategia común de combate contra el capitalismo. Y por ello, los movimientos sociales luchamos:

● Contra las transnacionales y el sistema financiero (FMI, BM y OMC), principales agentes del sistema capitalista, que privatizan la vida, los servicios públicos y los bienes comunes como el agua, el aire, la tierra, las semillas, los recursos minerales, promueven las guerras, violan los derechos humanos y saquean los recursos. Las transnacionales reproducen las prácticas extractivistas perjudiciales para la vida, acaparan nuestras tierras y desarrollan semillas y alimentos transgénicos que privan a los pueblos de su derecho a la alimentación y destruyen la biodiversidad.

Luchamos por la anulación de la deuda ilegitima y odiosa que hoy es instrumento global de dominación, de represión y de asfixia económica y financiera de los pueblos. Rechazamos los tratados de libre comercio que los Estados y las transnacionales nos imponen y afirmamos que es posible construir una integración de otro tipo, por los pueblos y para los pueblos, basada en la solidaridad y en la libertad de circulación para todos los seres humanos.

Apoyamos el llamamiento a una jornada de acción internacional contra los tratados de libre comercio prevista para el día 18 de abril de 2015

● Por la justicia climática y la soberanía alimentaria, porque sabemos que el calentamiento global es resultado del sistema capitalista de producción, distribución y consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras internacionales y los gobiernos a su servicio no quieren reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Denunciamos la “economía verde” y rechazamos todas las falsas soluciones a la crisis climática como los agrocombustibles, los organismos genéticamente modificados, la geoingeniería y los mecanismos del mercado de carbono, como el REDD (reducción de Emisiones debido a la Deforestación y a la Degradación), que ilusionan a poblaciones empobrecidas con el progreso, mientras privatizan y mercantilizan los bosques y territorios donde han vivido miles de años.

Defendemos la soberanía alimentaria y la agricultura campesina que son la solución real a la crisis alimentaria y climática, y que significan también el acceso a la tierra para la gente que la trabaja.

Llamamos a una gran movilización sobre el clima para el mes de diciembre de 2015 en París. En paralelo a la COP21. Hagamos de 2015 el año de las movilizaciones de los movimientos sociales en todo el mundo por la justicia climática.

● Contra la violencia hacia las mujeres, que se ejerce con regularidad en los territorios ocupados militarmente, pero también contra la violencia que sufren las mujeres cuando son criminalizadas por participar activamente en las luchas sociales. Luchamos contra la violencia doméstica y sexual que se ejerce sobre ellas cuando son consideradas como objetos o mercancías, cuando la soberanía sobre sus cuerpos y su espiritualidad no es reconocida. Luchamos contra el tráfico de mujeres, niñas y niños.

Defendemos la diversidad sexual, el derecho a la autodeterminación de género, y luchamos contra la homofobia y la violencia sexista.

Llamamos a apoyar las acciones de la 4ª Marcha Mundial de Mujeres entre marzo y octubre de 2015.

● Por la paz y contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de nuestros territorios. Denunciamos el falso discurso en defensa de los derechos humanos y de la lucha contra los integrismos, que muchas veces justifica las intervenciones militares. Defendemos el derecho de los pueblos a su autodeterminación y a su soberanía. Denunciamos la instalación de bases militares extranjeras utilizadas para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos naturales y promover dictaduras en diversas partes del mundo.

Exigimos reparaciones para todos los pueblos del mundo víctimas del colonialismo

● Por la democratización de los medios de comunicación masivos y por la construcción de medios alternativos, que son fundamentales para derrocar la lógica capitalista.

● Por la resistencia y la solidaridad: Luchamos por la libertad de poder organizarnos en sindicatos, movimientos sociales, asociaciones y en cualquier otra forma de resistencia pacífica.

Denunciamos el aumento de la represión contra los pueblos rebeldes, los arrestos, encarcelamientos y asesinatos de activistas, estudiantes y periodistas, así como la criminalización de nuestras luchas.

Inspirada en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora del pueblo en las calles, la Asamblea de los Movimientos Sociales convoca a todas y todos a desarrollar acciones, coordinadas en todo el mundo, durante una semana global de luchas contra el capitalismo, del 17 al 25 de octubre de 2015.

¡Movimientos sociales de todo el mundo, avancemos hacia la unidad global para derrotar al sistema capitalista!

Reforcemos nuestra solidaridad con los pueblos del mundo que combaten cotidianamente contra el imperialismo, el colonialismo, la explotación, el patriarcado, el racismo y la injusticia, en Túnez, Palestina, Kurdistán, Siria, Irak, Libia, Grecia, España, Burkina Faso, Malí, República Democrática del Congo, en el África central, en el Sahara occidental…

¡Viva la lucha de todos los pueblos!

¡Los pueblos unidos jamás serán vencidos!

marzo 10, 2014

El partido del hombre común

(Tomado de esta entrada del activista alterglobalizador Boaventura de Sousa Santos)

Escribo esta crónica sobre la India, en donde he estado en las últimas tres semanas. En la década pasada, la India fue arrasada por el mismo modelo de desarrollo neoliberal que la derecha europea y sus agentes locales están imponiendo en el Sur de Europa. Las situaciones son difícilmente comparables, pero tienen tres características comunes: concentración de la riqueza, degradación de las políticas sociales (salud y educación) y corrupción política sistémica que afecta a todos los principales partidos implicados en la gobernanza y los sectores de la administración pública.

La frustración de los ciudadanos frente a la levedad de la clase política llevó a un viejo activista neo-gandhiano, Anna Hazare, a organizar en 2011 un movimiento de lucha contra la corrupción que ganó una gran popularidad y transformó las huelgas de hambre de su líder en un acontecimiento nacional e, incluso, internacional. En 2013, un vasto grupo de adeptos decidió transformar ese movimiento en un partido, al que llamarán el partido del hombre común (Aam Aadmi Party, AAP)

Este partido surgió sin grandes bases programáticas, para ir más allá de la lucha contra la corrupción, pero con un fuerte mensaje ético: reducir los salarios de los políticos electos, prohibir la renovación de mandatos, resolver el trabajo militante en voluntarios y no en funcionarios, luchar contra las parcelas público-privadas en nombre del interés públicos, erradicar la plaga de los consultores a través de los cuales los intereses privados se convierten en públicos y promover la democracia participativa como modo de neutralizar la corrupción de los dirigentes políticos. Teniendo en cuenta esta base ética, el partido renunció a ser clasificado de izquierda o derecha, dando voz al sentimiento popular de que, una vez en el poder, los dos grandes partidos de gobierno se diferencian poco.

En diciembre pasado, el partido concurrió a las elecciones municipales de Nueva Delhi y, para sorpresa de sus propios militantes, fue el segundo partido más votado y el único capaz de formar Gobierno. Este Gobierno fue una bocanada de aire fresco y en febrero, el AAP era el centro de todas las conversaciones. Tan consistente como su magro programa, el partido propuso dos leyes, una contra la corrupción y otra instituyendo el presupuesto participativo en el gobierno de la ciudad. Asimismo, exigió la reducción del precio de la energía eléctrica, considerado un caso paradigmático de corrupción política. Como era un Gobierno minoritario, dependía de los aliados en la asamblea municipal, así que, cuando se le negó el apoyo, dimitió en lugar de hacer concesiones.

Estuvo 49 días en el poder, pero su coherencia consiguió que viese aumentar su número de adeptos después de la dimisión. Perplejo, pregunté a un colega y amigo, que durante 42 años fuera militante del Partido Comunista de la India y durante 20 años miembro del comité central, qué le llevó a afiliarse al AAP: “Fuimos víctimas del veneno con el que liquidamos a los mejores de los nuestros, favoreciendo una burocracia cuyo objetivo era mantenerse en el poder a cualquier precio. Es tiempo de empezar de nuevo y como militante-voluntario de base”.

Otro colega y amigo, socialista y votante fiel del Partido del Congreso (el centro-izquierda indiano), me dijo: “Me afilié cuando vi al AAP enfrentarse a Mukesh Ambani, el hombre más rico de Asia y cuyo poder de fijar las tarifas de la electricidad es tan grande como el de nombrar y cesar ministros, incluyendo a los de mi partido”.

Sospecho que tarde o temprano va a surgir en Portugal el partido del hombre y la mujer comunes. Ya tiene nombre y muchos adeptos. Se llamará Partido del 25 de Abril. Cuarenta años después de la Revolución, será la respuesta política a quienes, aprovechando un momento de debilidad, destruirían en tres años lo que construimos durante 40. El 25 de Abril es el nombre del portugués y de la portuguesa común cuya dignidad no está a la venta en el mercado de los mercenarios, donde todos los días se vende el país. Será un partido nuevo que estará presente en la política portuguesa, tanto si se constituye como si no. Si se constituye, tendrá el voto de muchas y muchos; si no se constituye, tendrá igualmente el voto de muchas y muchos, en forma de voto en blanco.

Por una o por otra vía, el Partido del 25 de Abril no esperará por el próximo libro de Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, en donde él explicará cómo el FMI destruyó el Sur de Europa con la connivencia de la UE.

octubre 23, 2013

Indymedia y la alterglobalizacion

junio 11, 2013

Sociedad vertical, modelo autoritario

En la cúspide los grandes propietarios, directivos de multinacionales y terratenientes. Debajo los políticos profesionales, más abajo l@s trabajadores remunerados y por últimos, la clase más numerosa, l@s trabajador@s precarizad@s, invisibles o esclavizad@s precarizados.

En la cúspide los grandes propietarios, directivos de multinacionales y terratenientes. Debajo los políticos profesionales y burocracias de gestión a su servicio, más abajo l@s trabajadores remunerados y por último, la clase más numerosa e importante: l@s trabajador@s precarizad@s, invisibilizad@s o esclavizad@s sobre cuyos hombros descansa todo el sistema.

La sociedad vertical hace alusión a un modelo organizativo en donde los seres humanos se dividen en clases, capas o estratos que se van apilando estructuralmente unos sobre otros. Es fuertemente piramidal y jerárquica, de manera que los estratos superiores incluyen cada vez a un menor número de individuos que, a su vez, ejercen un cada vez mayor control político y económico sobre las capas sociales inferiores. Su hilo conductor es la explotación y la posición de dominio que las clases altas ejercen sobre todas las capas o clases sociales que van quedando por debajo de la suya. Una característica definitoria de este modelo es la legitimación social de la desigualdad como algo lógico, natural e inevitable, y el autoritarismo que las élites ejercen sobre los subordinados para mantener la estabilidad del sistema y, por consiguiente, su propia matriz de privilegios. La sociedad vertical no es de izquierdas ni derechas, ya que en la historia podemos contemplar numerosos ejemplos de este tipo de sociedades bajo unos supuestos parámetros de búsqueda de la igualdad o, incluso, de una hipotética eliminación del control de los medios de producción por parte de la plutocracia. También existen numerosos ejemplos de sociedades verticales construidas a partir de unas premisas de supremacía étnica, cultural, patriótica o religiosa de unas clases sociales o grupos identitarios, en detrimento de otros. La sociedad en la que vivimos se compadece bien con una sociedad vertical, en nuestro caso ordenada en base a una dimensión básicamente monetaria y de propiedad privada de bienes materiales. Conceptos tales como jerarquía de mando, competitividad, liderazgo, control, autoridad o hegemonía cultural son ideas-fuerza que impregnan, a veces de manera implícita y otras de forma completamente explícita, toda esta cosmovisión. En la sociedad vertical el fin justifica los medios, medios que pueden llegar a presentar una total ausencia de ética, siempre que nos permitan ejercer el control funcional sobre las clases inferiores. En cierta forma podríamos hablar de una sociedad empalada por el eje vertical del dinero, la riqueza y el poder privado, ejercido por parte de una élite, clase, nomenklatura, comité, familia, clan o individuo.

Como contrapunto a esta forma de organización social podríamos hablar de sociedad horizontal, construida bajo unas líneas maestras de carácter social, político, jurídico, económico y discursivo completamente diferentes. Los principios básicos, en este caso, son la toma de decisiones abierta y participativa, el apoyo mutuo, el respeto, la transparencia, la distribución y reparto escrupuloso del poder, la sólida fundamentación ética de las leyes, la salvaguarda a los derechos de todos los individuos como seres dotados de dignidad, y sobre todo, la supremacía moral absoluta de los medios sobre los fines. Ningún fin, por muy loable que pudiera parecer, puede justificarse si para su consecución hubiera que acudir a métodos que colisionen con la dignidad inalienable de los seres humanos más vulnerables. La sociedad horizontal tampoco es de izquierdas ni de derechas. Es simplemente un proyecto altermundista, humanista y libertario, un proyecto postcapitalista de emancipación respecto a todo tipo de derivas autoritarias o formas de explotación y dominación de unas clases, capas o estratos sociales sobre los demás. No se trata de decidir entre izquierdas o derechas. Se trata, más bien, de elegir entre una democracia que emerge frente al sueño distópico y totalitario de un poder opresor, entre un presente corrupto y decadente anclado en el pasado o un futuro sostenible y humanista para nuestra especie.

marzo 30, 2013

Declaración de la Asamblea de los Movimientos Sociales – FSMundial Túnez 2013

people-gather-for-the-world-social-forum-2013-in-tunisTúnez, 29 de marzo de 2013.
Nosotras y nosotros, reunidos en la Asamblea de Movimientos Sociales, realizada en Túnez durante el Foro Social Mundial 2013, afirmamos el aporte fundamental de los pueblos del Magreb-Mashreck (desde el África del Norte hasta el Medio Oriente) en la construcción de la civilización humana. Afirmamos que la descolonización de los pueblos oprimidos es un gran reto para los movimientos sociales del mundo entero.
En el proceso del FSM, la Asamblea de los Movimientos Sociales es el espacio donde nos reunimos desde nuestra diversidad para juntos construir agendas y luchas comunes contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo y todo tipo de discriminación y opresión. Hemos construido una historia y un trabajo común que permitió algunos avances, particularmente en América Latina, donde logramos frenar alianzas neoliberales y concretar alternativas para un desarrollo socialmente justo y respetuoso de la naturaleza. Juntos, los pueblos de todos los continentes libramos luchas donde nos oponemos con gran energía a la dominación del capital, que se oculta detrás de la promesa de progreso económico del capitalismo y de la aparente estabilidad política.
Ahora, nos encontramos en una encrucijada donde las fuerzas conservadoras y retrógradas quieren parar los procesos iniciados a dos años de sublevación popular en la región del Magreb-Mashrek que ayudó a derrumbar dictaduras y a enfrentar el sistema neoliberal impuesto sobre los pueblos. Estas sublevaciones contagiaron a todos los continentes del mundo generando procesos de indignación y de ocupación de las plazas públicas. Los pueblos de todo el mundo sufrimos hoy los efectos del agravamiento de una profunda crisis del capitalismo, en la cual sus agentes (bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones internacionales y gobiernos con el neoliberalismo) buscan potenciar sus beneficios a costa de una política intervencionista y neocolonialista. Guerras, ocupaciones militares, tratados neoliberales de libre comercio y “medidas de austeridad” expresadas en paquetes económicos que privatizan los bienes comunes y los servicios públicos, rebajan salarios, reducen derechos, multiplican el desempleo, aumentan la sobrecarga de las mujeres en el trabajo de cuidado y destruyen la naturaleza. Estas políticas afectan con intensidad a los países más ricos del Norte, aumentan las migraciones, los desplazamientos forzados, los desalojos, el endeudamiento, y las desigualdades sociales como en Grecia, Chipre, Portugal, Italia, Irlanda y en el Estado Español. Ellas refuerzan el conservadurismo y el control sobre el cuerpo y la vida de las mujeres. Además, tales agentes intentan imponernos la “economía verde” como solución para la crisis ambiental y alimentaria, lo que además de agravar el problema, resulta en la mercantilización, privatización y financiarización de la vida y de la naturaleza.
Denunciamos la intensificación de la represión a los pueblos en rebeldía, el asesinato de las y los líderes de los movimientos sociales, la criminalización de nuestras luchas y de nuestras propuestas. Afirmamos que los pueblos no debemos seguir pagando por esta crisis sistémica y que no hay salida dentro del sistema capitalista. Aquí en Túnez, reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de una estrategia común para derrocar el capitalismo.

Por eso, luchamos:
* Contra las transnacionales y el sistema financiero (el FMI, el BM y la OMC), principales agentes del sistema capitalista, que privatizan la vida, los servicios públicos, y los bienes comunes, como el agua, el aire, la tierra, las semillas, y los recursos minerales, promueven las guerras y violaciones de los derechos humanos. Las transnacionales reproducen prácticas extractivistas insostenibles para la vida, acaparan nuestras tierras y desarrollan alimentos transgénicos que nos quitan a los pueblos el derecho a la alimentación y eliminan la biodiversidad.
* Luchamos por la anulación de la deuda ilegítima y odiosa que hoy es instrumento de represión y asfixia económica y financiera de los pueblos. Recusamos los tratados de libre comercio que las transnacionales nos imponen y afirmamos que es posible construir una integración de otro tipo, a partir del pueblo y para los pueblos, basada en la solidaridad y en la libre circulación de los seres humanos.
* Por la justicia climática y la soberanía alimentaria, porque sabemos que el calentamiento global es resultado del sistema capitalista de producción, distribución y consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras internacionales y gobiernos a su servicio no quieren reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Denunciamos la “economía verde” y rechazamos todas las falsas soluciones a la crisis climática como los agrocombustibles, los transgénicos, la geo-ingeniería y los mecanismos de mercado de carbono, como REDD, que ilusionan a poblaciones empobrecidas con el progreso, mientras privatizan y mercantilizan los bosques y territorios donde han vivido miles de años.
* Defendemos la soberanía alimentaria y la agricultura campesina, que es una solución real a la crisis alimentaria y climática y significa también acceso a la tierra para la gente que la vive y la trabaja. Por eso llamamos a una gran movilización para frenar el acaparamiento de tierras y apoyar las luchas campesinas locales.
* Contra la violencia hacia las mujeres, que es ejercida con regularidad en los territorios ocupados militarmente, pero también contra la violencia que sufren las mujeres cuando son criminalizadas por participar activamente en las luchas sociales. Luchamos contra la violencia doméstica y sexual que es ejercida sobre ellas cuando son consideradas como objetos o mercancías, cuando la soberanía sobre sus cuerpos y su espiritualidad no es reconocida. Luchamos contra el tráfico de mujeres, niñas y niños. Defendemos la diversidad sexual, el derecho a autodeterminación de género, y luchamos contra la homofobia y la violencia sexista.
* Por la paz y contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de nuestros territorios. Denunciamos el falso discurso en defensa de los derechos humanos y de la lucha contra los integrismos, que muchas veces justifica ocupaciones militares por potencias imperialistas como en Haiti, Libia, Mali y Siria. Defendemos el derecho de los pueblos a su autodeterminación y a su soberanía como en Palestina, el Sahara Ocidental y en el Kurdistán.
* Denunciamos la instalación de bases militares extranjeras en nuestros terrritorios, utilizadas para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos naturales y promover dictaduras en varios países. Luchamos por la libertad de organizarnos en sindicatos, movimientos sociales, asociaciones y todas otras formas de resistencia pacífica. Fortalezcamos nuestras herramientas de solidaridad entre los pueblos como la iniciativa de boicot, desinversión y sanción hacia Israel y la lucha contra la OTAN y por la eliminación de todas las armas nucleares.altermundismo
* Por la democratización de los medios de comunicación masivos y por la construcción de medios alternativos, fundamentales para avanzar en el derrocamiento de la lógica capitalista. Inspirados en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora del pueblo en rebeldía, la Asamblea de los Movimientos Sociales convoca a todas y todos a desarrollar acciones coordinadas en nivel mundial en una jornada mundial de movilización. (Fecha a definir).
Movimientos sociales de todo el mundo, avancemos hacia la unidad a nivel mundial para derrotar al sistema capitalista. Basta de explotación, basta de patriarcado, racismo y colonialismo. ¡Viva la revolución!, ¡Viva la lucha de todos los pueblos!.

marzo 21, 2013

FSM Túnez 2013, nueva cita altermundista

fsm2013

A pocos días ya del comienzo del XII Foro Social Mundial hacemos una introducción a este nuevo encuentro altermundista, de la mano del destacado activista brasileño Chico Whitaker. Nos hemos basado en esta entrevista publicada en ADITAL.

Si se ven las más de 2700 organizaciones registradas para participar y el número de actividades auto-gestionadas propuestas que se acercan a las 1500, no hay duda que Túnez ofrecerá un marco de debate mundial con problemáticas y temáticas diversas. Se habla modestamente de 50000 participantes, pero esto nunca es posible de prever con exactitud. La metodología sigue siendo la misma que en foros anteriores: La comisión internacional lanzó una propuesta de ejes temáticos y los participantes inscriben actividades autogestionadas. A partir de ahí se forman Asambleas de Convergencia en torno a bloques de intereses comunes de trabajo y debate. El resto depende de la capacidad de la gente de intercambiar y articularse. Si comprendemos la impronta del proceso histórico de cambio que vive la zona del Magreb /Makrech, entenderemos que uno de los principales desafíos de esta edición será el de reforzar la lucha tunecina a favor de un país y de una región más igualitaria. Esta sinergia entre lo global y lo regional debe servir como un paso más en el camino de todos los que aspiran a «otro mundo posible” y especialmente en la búsqueda de formas concretas de abordar con nuevas articulaciones los enormes desafíos que confronta hoy la Humanidad.

El proceso de los Foros Sociales Mundiales comienza en Porto Alegre (Brasil) en el año 2001 como «movimiento de movimientos», con gran protagonismo de la asociación internacional por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Acción Ciudadana (ATTAC). En 2001, y a manera de síntesis, se barajaban cuatro objetivos para el FSM: Hacer escuchar en el mundo un grito de esperanza. En segundo lugar, reflexionar-promover una nueva forma de hacer la política y de entender la cultura política. Además, reconocer, evaluar, integrar un nuevo actor político emergente, la «sociedad civil” autónoma de grandes partidos y gobiernos. Y en cuarto lugar entender que en este momento histórico de la humanidad no es suficiente resistir y protestar, sino que hay que avanzar en la construcción de alternativas concretas al sistema. Para hacer el balance deberíamos evaluar dónde estamos hoy en cuanto a esos retos.  Como alternativa al Foro Económico de Davos, que difundía el pensamiento hegemónico, surgió el «Otro Mundo es Posible”, como contestación y respuesta. En cierta manera se logró ese objetivo y hemos conseguido que se alce una voz de esperanza. Los Foros sociales en sus diferentes niveles – mundiales, nacionales, regionales, temáticos- promovieron la posibilidad de la alternativa y confrontan la visión hegemónica. Hay que reconocer, sin embargo, que el mensaje de esperanza no llega aún a cada país y a cada región.

La idea de una nueva cultura política, anticipada ya en los noventa por los zapatistas de México, basada en la diversidad, la horizontalidad y la unidad de todos los actores sociales, también forjó pasos importantes en esta última década. Se reforzó en este tiempo la comprensión de que esa nueva cultura es imprescindible para cambiar el mundo. Tampoco, en este caso, estamos hablando de procesos fáciles y lineales. Esta visión alternativa al verticalismo y lo piramidal debe seguir avanzando en un camino que será largo.

El rol emergente de la sociedad civil se ha ido también consolidando. Muchas de las movilizaciones paralelas a las grandes conferencias de la ONU y de otros organismos internacionales dan prueba de ello. Las experiencias de los movimientos indignados en diversas regiones del mundo y «ocupas” en Estados Unidos expresan esa fuerza de la autonomía popular respecto a gobiernos y partidos en la construcción de un poder político diferente.

Para terminar, en esta mirada retrospectiva, el tema de las alternativas. Se avanzó en la identificación y en el desenmascaramiento de la perversidad intrínseca al sistema capitalista. De hecho hoy ya no es un tabú declararse abiertamente anticapitalista o postcapitalista, cosa que sí sucedía hasta hace bien pocos años.  Se están levantando muchos velos. Algunas alternativas concretas comenzaron a ser formuladas en los espacios creados en el proceso del foro. Nuevas cuestiones y temáticas se incorporaron con mayor énfasis al debate, en particular las relativas al medio ambiente, que ya es una preocupación casi generalizada en el mundo. Sin embargo la relación de fuerzas a nivel global sigue siendo, todavía, desfavorable para la sociedad civil, aún muy fragmentada. Sumado a esto, el papel de la maquinaria de los medios de información y comunicación dominantes, monopólicos, frena o retarda el proceso de toma de conciencia generalizada. En síntesis, en estos doce años ha habido avances significativos pero se mantienen abiertos retos no menos importantes para construir ese otro mundo posible.

enero 15, 2013

Foro Social Mundial Túnez 2013: Ejes Temáticos

fsm-2013-tunez-logoEl pálpito de un nuevo e ilusionante FSM se siente ya cercano. Será del 26 al 30 de Marzo en Túnez. Estos serán sus 11 ejes temáticos, en torno a los cuales se desarrollarán sinergias y construcciones colectivas para un futuro compartido. La inscripción de actividades en el FSM 2013 en Túnez está abierta hasta el 20 de enero, a través del sítio http://www.fsm2013.org/es/registration.

1- Por una profundización radical de los procesos revolucionarios y de la descolonización en el sur y en el norte a través de nuevas expresiones sociales contra las dictaduras políticas y del mercado, y para el restablecimiento del derecho de los pueblos a decidir sobre su soberanía, sus recursos y su futuro.

2- Por un mundo sin hegemonías ni dominaciones imperialistas ejercidas a través de la deuda o de los tratados de libre comercio como herramienta de empobrecimiento, de la apropiación de riquezas y de la sumisión de los pueblos, de las sociedades transnacionales y del capital financiero, de la opresión patriarcal y de las desigualdades sistemáticas, y todo eso a causa de las políticas sociales neoliberales que son como máquinas de guerra contra los pueblos.

3- Por la construcción de nuevos universalismos -como respuesta a la crisis de la civilización y a la mercantilización de la vida-, fundados en la justicia medioambiental y el acceso universal y durable de la humanidad a los bienes comunes, la preservación del planeta como fuente de vida, en particular de la tierra, el agua, los bosques, las fuentes de energía renovables y de la biodiversidad, el respeto de los derechos de los pueblos indígenas, nativos, originales, autóctonos, y de las diásporas, de sus culturas, identidades, territorios, lengua y saberes.

4- Por una sociedad humana fundada sobre los principios y los valores de la dignidad, de la diversidad, la justicia y la igualdad entre todos los seres humanos, independientemente de su género, su cultura, la edad, las incapacidades, las creencias religiosas, y sobre el respeto de los derechos individuales y colectivos, civiles y políticos, económicos, sociales, culturales y medioambientales; y por la eliminación de toda forma de opresión y de discriminación basadas en el racismo, la xenofobia, el sistema de clases y la orientación sexual, entre otros.

5- Por la libertad de circulación y de establecimiento de todas y todos, en particular de los inmigrantes y de los buscadores de asilo, de las personas víctimas del tráfico de humanos, los refugiados, los pueblos indígenas, originarios, autóctonos, tradicionales y nativos, de las minorías, los pueblos bajo ocupación, los pueblos en situación de guerra y conflicto y por el respeto de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y medioambientales.

6- Por la justicia cognitiva: Por el derecho inalienable de los pueblos al patrimonio cultural de la humanidad, por la descolonización del pensamiento y la democratización del saber, de la cultura, de la comunicación y las tecnologías, y por el fin de los saberes hegemónicos y de la privatización de los saberes y la tecnología, y por un cambio fundamental del sistema de derechos de la propiedad intelectual y de la investigación científica.

7- Por la construcción de procesos democráticos de integración y de unión entre los pueblos, para que lleven a cabo sus aspiraciones a la dignidad y al bienestar, y que sean la respuesta a las estrategias de división y de hegemonía, y por la generalización de prácticas y de formas de solidaridad que refuercen la cooperación entre los pueblos.

8.- Por un mundo en paz en el que no exista la guerra como instrumento de dominación económica, política y cultural, ni las bases militares ni las armas nucleares, y en el que se respete el derecho de los pueblos a disponer de sus recursos, y protegiendo a los que viven en territorios ocupados, sin estado o en conflicto.

9.- Por un mundo democrático que garantice, sin discriminación, la participación de todos y todas en la vida y decisiones políticas y económicas en todos los niveles, local, nacional e internacional, en el marco de instituciones y de modelos de gobierno realmente democráticos, incluido el sistema de las Naciones Unidas y las instituciones financieras internacionales.

10.- Por la construcción de alternativas al capitalismo y a la mundialización neoliberal reguladas sobre la base de los principios de cooperación, de justicia fiscal y de la redistribución internacional de la riqueza, centrados en las necesidades fundamentales de los pueblos, privilegiando las nuevas maneras de producción, de consumo y de intercambio, utilizando las energías no nucleares y renovables, y prohibiendo los paraísos fiscales.

11.- El futuro del Foro: Por una reflexión colectiva sobre los movimientos sociales, el sentido de las nuevas luchas, además del proceso del Foro Social Mundial en él mismo, las perspectivas y estrategias a seguir para garantizar la realización de otro mundo posible y urgente para todos y todas

noviembre 28, 2011

La Economía del Bien Común, una propuesta de transición

julio 20, 2011

Seguridad para los inversores significa angustia para los trabajadores

Gallinas ponedoras de plusvalía en una fábrica fasciocapitalista china, el sueño dorado de los especuladores y banqueros para EuroAmérica

Cada día se nos explica desde los mass-media que los mercados y los inversores necesitan ambientes políticos estables y predecibles para desarrollar todo su potencial. La contrapartida de esta estabilidad es un entorno social cada vez más incierto y precario para el trabajador y la trabajadora. Parece ser que la molesta carga asociada con el miedo al futuro, con la imposibilidad de fijar unas expectativas vitales, un lugar estable de residencia o a los riesgos existenciales crecientes debe ser asumida en exclusiva por aquellos/as que verdaderamente generan la riqueza y no por los que están destinados a parasitarla. Es evidente que la estabilidad de unos se consigue a costa de la inseguridad de los otros y las otras. Miedo y angustia inoculadas al trabajador/a serían hipotéticamente positivas para su rendimiento, mientras seguridad, estabilidad y predictibilidad deben estar reservadas para los grandes propietarios. Todo muy coherente, equilibrado y racional según la lógica capitalista. Dar estabilidad a la minoría especuladora, cuyos intereses siempre irán en contra de la mayoría trabajadora, significa que los Estados deben competir entre ellos para generar entornos cada vez más represivos, más policiales, menos democráticos y más restrictivos en cuanto a derechos laborales, sindicales y de participación política efectiva. Esto es lo que ellos llaman «entornos políticamente estables y predecibles», con garantías para el inversor. Estas son las «reformas necesarias» de las que nos hablan cada día nuestros grandes líderes políticos. Solo de esta forma podrán someter a la fuerza trabajadora a las nuevas condiciones de incertidumbre que exigen los amos para conseguir ellos su óptimo estado de sosiego y estabilidad “inversora”. Como muy bien nos apuntaba Zygmunt Bauman (1), en el cabaret de la globalización capitalista el Estado realiza un strip-tease y al final de la función sólo le queda lo mínimo: El poder de la represión, la coerción y la imposición del dogmatismo ideológico sobre la ciudadanía, en una nueva forma de dictadura.

 En este contexto debemos entender el alzamiento de China, como nueva gran potencia capitalista, en detrimento de EEUU y Europa, sumidas en el profundo pozo de la deuda y el descrédito institucional. El Estado que más eficazmente reprime, somete y esclaviza a sus trabajadores y trabajadoras es el ganador del juego bajo estas reglas, ofreciendo el máximo nivel de atracción para aquellos que viven exclusivamente de hacer dinero a partir del dinero. El fasciocapitalismo oriental se impone claramente al sociocapitalismo occidental, como una simple consecuencia lógica de la dinámica de funcionamiento inherente al sistema político vigente a nivel mundial.

La respuesta ante este panorama no puede ser otra que la rebelión, la insumisión y la disidencia por parte de las mayorías sometidas frente al poder de la minoría explotadora. No hay otro camino. Discrepamos con las tesis originales del marxismo en los métodos más apropiados para desarrollar esta confrontación (no así con la mayor parte de sus estudios analíticos sobre los mecanismos internos que rigen el sistema), ya que la violencia directa, que sus padres fundadores defendieron históricamente, sitúa hoy a la mayoría explotada en una clara posición de inferioridad frente a la minoria explotadora, la cual detenta un control absoluto de todos los mecanismos represivos directos (ejércitos, policías, terrorismo inducido, fuerzas paramilitares y empresas privadas de seguridad). Es en el plano de los mecanismos de represión indirectos (medios de comunicación, medios económicos, medios culturales, medios de ocio) donde podemos librar la batalla más efectiva ya que es ahí donde el sistema empieza a mostrarse más vulnerable y donde las grietas se están haciéndo más visibles y evidentes. El pulso ideológico tenaz, la indignación, la reivindicación de nuestras soluciones, el boicot, la toma pacífica de la calle y del espacio publico, y el establecimiento de redes para el desarrollo de acciones  colectivas intercomunitarias (con un especial énfasis en el apoyo a las luchas de los trabajadores asiáticos) se revelan hoy en día, bajo nuestro punto de vista, como las estrategias de acción con grandes posibilidades de éxito en el medio plazo.

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(1) BAUMAN, Z. “La globalización. Consecuencias humanas”. Fondo de Cultura Económica. México, 1999

abril 23, 2011

Manifiesto de los economistas aterrados

la riqueza de unos pocos se construye sobre la miseria de muchos

Desde Francia surgió hace ya algunos meses este manifiesto firmado por importantes economistas (*) que quieren mostrar su indiganación ante la sarta de mentiras y manipulaciones que el discurso de los amos del dinero pretende imponernos.

«El software neoliberal siempre es el único que se reconoce como legítimo, a pesar de sus patentes fracasos. Basado en la hipótesis de la eficiencia de los mercados financieros, recomienda reducir los gastos públicos, privatizar los servicios públicos, flexibilizar el mercado del trabajo, liberalizar el comercio, los servicios financieros y los mercados de capital, aumentar la competencia en todos los campos y en todas partes…

Como economistas nos aterroriza ver que estas políticas siguen estando a la orden del día y que sus fundamentos teóricos no se han puesto en tela de juicio. Sin embargo, los hechos han dejado en evidencia los argumentos avanzados desde hace treinta años para orientar las opciones de las políticas económicas europeas. La crisis ha dejado al descubierto el carácter dogmático e infundado de la mayoría de las supuestas evidencias repetidas hasta la saciedad por quienes toman las decisiones y sus consejeros. Ya se trate de la eficiencia y de la racionalidad de los mercados financieros, de la necesidad de recortar los gastos para reducir la deuda pública o de reforzar el “pacto de estabilidad”, hay que interrogar estas falsas evidencias y mostrar la pluralidad de las opciones posibles en materia de política económica. Otras opciones son posibles.

Hacemos a continuación una presentación crítica de diez postulados que siguen inspirando cada día las decisiones de los poderes públicos en toda Europa a pesar de los hirientes desmentidos aportados por la crisis financiera y sus consecuencias. Se trata de falsas evidencias que inspiran unas medidas injustas e ineficaces frente a las cuales exponemos veintidós propuestas para su debate.»

Manifiesto de los Economistas Aterrados

(*) Manifiesto de economistas aterrados es un texto redactado por cuatro economistas franceses (Philippe Askenazy, Thomas Coutrot, André Orléan y Henri Sterdyniak) y publicado en España por Barataria. La obra, con 50 páginas de soluciones alternativas a la crisis, se colgó en internet en otoño de 2010; 3.000 personalidades académicas lo respaldan.

abril 7, 2011

El sentimiento anticapitalista ya vence en importantes países

Según una reciente encuesta publicada por una empresa canadiense especializada en estudios transnacionales de opinión el sentimiento anticapitalista ya sería mayoritario en importantes países avanzados como Japón, Francia o Turquía. También se recoge un significativo aumento de esta tendencia de opinión en EEUU donde se registra una subida de 15 puntos en poco más de un año. La ola de indignación avanza ante la confirmación de que todo el sistema se construye sobre la base de privatizar las ganancias y socializar las pérdidas, o lo que es igual, en realizar una contínua transferencia de recursos y patrimonio público a manos privadas.

La conviccion del "system error" avanza en todo el mundo rico

A pesar de que la pregunta se realiza en términos amables utilizando la siempre dulce expresión «economía de libre mercado» (en lugar del mucho más certero, exacto y descriptivo nombre de «capitalismo») en EEUU el rechazo al sistema se eleva al 29% y en Reino Unido (cuna del invento) la desaprobación alcanza el 36%. En Francia, Turquía y Japón el NO al Capitalismo es ya mayoritario. En un mundo donde los ricos son cada vez más ricos y los pobres, incluso dentro del primer mundo, no paran de aumentar, el fracaso rotundo del sistema es cada vez más patente. «EEUU es el último lugar en el que esperábamos ver una caída tan pronunciada de la confianza en el sistema de libre empresa», comentó el presidente de la compañía promotora del estudio, Doug Miller. Los estadounidenses con ingresos inferiores a 20.000 dólares anuales son quienes han perdido la fe en sistema, ya que solo un 44% de ellos dice creer en él. «La encuesta sugiere que la clase empresarial estadounidense está a punto de perder el contrato social con la familia media que le ha hecho prosperar en el mundo, dijo Miller según este diario.

Cabe pronosticar que esta percepción se irá agudizando debido a las catastrofes medioambientales, los accidentees nucleares, la destrucción de reservas naturales de la biosfera y la progresiva extinción de un número creciente de especies animales y vegetales. El próximo paso será trasladar esta marea anticapitalista al espacio político, rompiendo los muros de cristal que encierran a nuestras falsas democracias.

Fuente: Resultados resumidos de la encuesta original

abril 6, 2011

Ser antisistema, una necesidad

marzo 21, 2011

Movimientos sociales y altermundismo

Los pueblos se van rebelando contra sus dictadores. Las antiguas fórmulas dejan de ser válidas. La política tradicional se sumerge en el agujero del descrédito mientras nuevos actores emergen por doquier. La política debe ser un instrumento de justicia y redistribución, pero en la actualidad es solo una herramienta de gestión al servicio de los intereses privados de una muy reducida élite. La democracia parlamentaria se ha vaciado cada vez más de contenido real. Necesitamos revindicar otra política, no profesionalizada, orientada a la defensa de los intereses comunes y a la transformación radical de la sociedad.

febrero 23, 2011

FSM Dakar-2011: Valoración final

Esther Vivas | Viento Sur

El Foro Social Mundial (FSM) concluyó su última edición en Dakar (Senegal). Unas 75 mil personas, una cifra muy importante, de organizaciones y movimientos sociales de todo el planeta se dieron cita, del 6 al 11 de febrero, en un proceso/evento que se afirma imprescindible en el marco de la actual crisis sistémica, como espacio de encuentro y de articulación de redes, pero que muestra también sus límites y debilidades.

La presente edición del FSM se llevó a cabo en un contexto innegable del carácter estructural y profundización de la crisis, después de que la última edición tuviese lugar en Belem (Brasil), en enero del 2009, meses después del estallido de la misma. La actual coyuntura pone encima de la mesa la urgencia de espacios que permitan la coordinación de luchas, avanzar en estrategias de acción a escala global y que visualicen que otro mundo es tan necesario como posible.

El Foro Social Mundial cumplió con el objetivo de mostrarse como un escaparate, una plaza, de las alternativas, un punto de encuentro de una gran diversidad política y temática de colectivos, mayoritariamente africanos y muchos europeos. La presencia de América Latina y de Asia, lógicamente, fue más débil. Y ofreció un espacio indispensable para la urgente organización de las resistencias colectivas que tuvo su máxima visualización en las casi cuarenta asambleas de convergencia de grupos, redes y colectivos que se llevaron a cabo y, sobre todo, en la multitudinaria Asamblea de Movimientos Sociales, con más de tres mil asistentes, y que se convirtió en una de las actividades centrales y más visibles del Foro.

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Galería Antisistema: Valoración de la periodista Lola Huete Machado