
Deuda, Paro, Terrorismo… ¿Enemigos o amigos del poder?
Para las élites siempre fue un problema mantener a raya el ansia de libertad de los pueblos. ¿Cómo conseguir que un segmento extremadamente pequeño de población pueda mantener bajo control, dirigir, doblegar la resistencia y finalmente someter a masas humanas de un tamaño miles de veces superior?. Tres son los mecanismos que destacan en la planificación del control social:
1. La Deuda: En la gestación de esta crisis sistémica aparece con nitidez la generación premeditada de una deuda desorbitada, por parte de entidades privadas. Se conceden préstamos a gente insolvente para hacer aumentar de manera artificial los niveles de endeudamiento. El capital que se presta no existe, es ficticio, se crea de la nada, pero finalmente la deuda se hace real y se utiliza como herramienta de dominación contra la clase trabajadora en su conjunto. Los bancos privados saben que son demasiado grandes para caer, forzando su rescate y colocando a las arcas públicas en una posición de extrema debilidad, situación que irremediablemente les hará a éstas claudicar y entregar su soberanía. La deuda es el arma de dominación más potente que existe, teniendo en cuenta además que puede ser utilizada por el poder de manera completamente asimétrica según se trate de la mayoría ciudadana de trabajadores («Han vivido por encima de sus posibilidades, habéis sobrepasado el límite, no se puede gastar lo que no se tiene, es hora de pagar la fiesta») o de la minoría silenciosa acaudalada que controla el poder («Necesitan barra libre de liquidez para que funcione la economía»). Aunque todo el mundo DEBE , el concepto «deuda», a efectos prácticos, solo se aplica al ente que debe ser dominado. El ente dominador tiene «inversiones». Unos son no solventes y los otros sí, sin que entendamos muy bien quién y en base a qué criterios reparte las matrículas y los suspensos en solvencia. Recuerda que mientras el poder te cuenta que pretende combatir la deuda, está creando en realidad más deuda (mediante rescates a entidades financieras quebradas, «inyecciones de liquidez» a los bancos, vacaciones fiscales a grandes multinacionales, entidades episcopales y clubs de fútbol, créditos al consumo de bienes de lujo, permisividad ante el fraude, préstamos a interés muy bajo para supuestos emprendedores o simplemente rehusando aumentar la recaudación por impuestos directos). La nueva deuda generada, volverá a servir para seguir dominándote. Poco va a importar que la hayas contraído tú (a título personal), la empresa privada o el Estado. La factura al final irá a las espaldas del trabajador. La deuda solo es para ti, no para ellos. Ellos crean las deudas, se benefician de su existencia y nosotros las pagamos.
El camino para luchar contra este arma de dominación masiva pasa por la creación de una Banca Pública Ética, la auditoría completa de la deuda, el repudio de toda la deuda corrupta o fraudulenta, la exigencia escrupulosa de responsabilidades penales y patrimoniales a políticos profesionales y empresarios, evitar a toda costa el pedir crédito a entes privados, crear mecanismos de intercambio comercial no monetarizado e impulsar monedas sociales no acumulables, bancos de tiempo y redes cooperativas de producción-distribución-consumo.
2. El Paro: Mientras te dicen que su principal objetivo es combatir el paro, están creando las condiciones para generar más paro, mediante mecanismos como las reformas laborales, la automatización de todo tipo de procesos de producción o la optimización de costes salariales. A mayor paro, mayores posibilidades de dominar a los que trabajan, menores posibiliades de éxito sindical y mayor dificultad para conseguir grandes índices de seguimiento en las movilizaciones por los derechos de los trabajadores. El poder necesita el paro, se nutre de él y lo estimula, aunque cínicamente digan todo lo contrario en sus discursos oficiales. No es de extrañar, pués, que el desempleo mundial se encuentre en el nivel más alto de la historia, o que se produzca el curioso fenómeno del crecimiento sin empleo. La forma de combatir en este campo es reduciendo el ámbito del trabajo asalariado en beneficio de otras fórmulas, realizar un nuevo reparto justo de las cargas, recortar las jornadas laborales, limitar las diferencias entre los sueldos más altos y los más bajos y reclamar una renta básica de ciudadanía.
3. El terrorismo: Es la tercera pata, indispensable para el control de las masas. El terrorismo inducido sirve siempre de excusa para la represión de la protesta legítima, es el mecanismo ideal para la desestabilización de gobiernos díscolos, estimula la venta de armas (una de las fuentes de ingresos fundamentales para las élites) y crea las condiciones óptimas para el rediseño geopolítico de zonas ricas en recursos naturales. Detrás de todas las invasiones hay una estrategia previa de terrorismo planificado, orquestado desde el poder. ¿Quién financia a Al-Qaeda?, ¿A qué intereses sirve?. En este tercer campo nuestra estrategia debe ser la investigación exhaustiva y la difusión de toda la información referente a las fuentes de financiación del terrorismo, las fuentes de adoctrinamiento, la procedencia de las armas y los mecanismos de reclutamiento. ¿Hacia qué gobiernos y empresas nos conducirán esas pesquisas?.

El poder no puede sobrevivir sin deuda, sin paro y sin terrorismo. Detrás de todos sus discursos falsos y cínicos solo se esconde un inconfesable interés en planificar, estimular y mantener activas estas tres armas privilegiadas para el control y la dominación de los pueblos. Sin esa triada maligna jamás podrían conseguirlo. Lo importante no es lo que te cuentan, es lo que hacen y lo que consiguen. Fíjate en el resultado de sus acciones, no en sus palabras o en sus supuestas intenciones. Cuando veas aumentar la deuda, el paro o el terrorismo piensa en quienes son los máximos beneficiados y tendrás un retrato muy certero de los autores del crimen.
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