Posts tagged ‘ecocidio’

diciembre 17, 2012

Ecuador: Los juicios contra el capitalismo se ganan en la calle

mingaEcuador: Los 30.000 indígenas que hicieron lo imposible: ¡Sí se puede!

La petrolera Chevron-Texaco es culpable de haber arrojado millones de toneladas de material tóxico a la selva amazónica y debe pagar una factura de 19,2 mil millones de dólares, la cifra más alta en la historia de las indemnizaciones judiciales. Los abogados de los 30.000 indígenas y campesinos que forman la Asamblea de Afectados por Texaco han conseguido una sentencia histórica y no han tardado en iniciar los trámites para revertir la agresión medioambiental. Texaco será perseguida para que pague ante la justicia ya no en Ecuador, donde la compañía estadounidense hace tiempo que retiró sus activos, sino en Canadá, Brasil, Colombia y Argentina.

Fue en este último país donde el trámite dio sus primeros resultados. El 7 de noviembre la justicia argentina decretaba el embargo de todos los activos de la compañía. Una noticia que no ha gustado especialmente a los inversores: la novena petrolera más grande del mundo empezaba el mes de diciembre con fuertes caídas en bolsa. El primer paso para reparar uno de los mayores vertidos tóxicos de la historia ya está dado.

El 23 de junio de 2003 se inició el proceso contra la Chevron-Texaco en Lago Agrio. Como ayudante de los abogados que representaban a los 30.000 afectados figuraba un joven llamado Pablo Fajardo. Había nacido en una familia humilde de colonos. Estaba a punto de terminar sus estudios de Derecho a distancia. Es difícil imaginar un juicio más desigual. Desde el inicio del proceso, Chevron ha gastado más de mil millones de dólares en abogados y peritajes. “Nosotros hemos tenido que ir rebuscando hasta el último centavo para seguir en esta batalla. Y no solo esta diferencia es considerable, sino que ellos tienen recursos para manipular cualquier información, para comprar Gobiernos, para sobornar a periodistas, tienen dinero suficiente para manejar el mundo entero”, dice Fajardo. “Ellos no contaron con que la movilización iba a estar vigilante todo el tiempo y eso iba a presionar a los jueces para que no se puedan vender. Teniendo ahí cientos y cientos de indígenas a la puerta de la Corte a ningún juez se le va a ocurrir hacer alguna barbaridad. En Ecuador los juicios se ganan en las calles. Con eso no contaba Texaco”. Los medios de comunicación empezaron a hablar del “juicio del siglo”.

La presión fuera de los juzgados era constante. Al igual que las marchas a Quito, apoyadas por grupos ecologistas, la confederación indígena de la Amazonía y la confederación indígena de todo Ecuador. También fueron constantes las asambleas masivas, las tomas de la Procuraduría General de la República y las guardias de vigilancia, todas las horas del días, todos los días del año, para impedir contactos indeseados entre los representantes de la empresa y los jueces.

Una salida colectiva

El 14 de febrero de 2011, la justicia ecuatoriana por fin emitió un fallo. Y lo repitió en enero de 2012: Chevron-Texaco era culpable. Debía pagar 19,2 mil millones de dólares, la indemnización más alta de la historia de la humanidad. Pero los afectados no pensaban convertirse en millonarios rodeados de contaminación y miseria. Los 30.000 demandantes determinaron que el dinero no se iba a repartir individualmente sino de forma colectiva. La mayoría de la indemnización servirá para la reparación ambiental. El resto, para hospitales, escuelas, suministro de agua potable y otras inversiones para el desarrollo de la región. El juicio ya es “histórico”, dice Fajardo. Para este abogado, este proceso no sólo afecta a Chevron, a los demandantes y a la Amazonía. “Lo que está en juego es todo un sistema empresarial que por décadas ha cometido enormes crímenes con total impunidad en América Latina, en África, Asia y en todas partes del mundo. Este juicio puede cambiar las reglas del juego”, dice.

mayo 10, 2011

15Mayo: ¡Democracia Real Ya!

El 15 de Mayo muchos saldrán para pedir libertad, justicia y democracia real. La Naturaleza y el Trabajo Humano (la mayor parte de él No remunerado) son la única fuente de la riqueza existente. Todo lo demás son engaños, manipulaciones ideológicas y juegos de artificio. El poder de los banqueros y los especuladores pretende imponerse a la soberanía popular y a la democracia en un nuevo totalitarismo que solo es capaz de engendrar violencia, desigualdad y destrucción de los recursos naturales. Los grandes políticos se han puesto al servicio de los grandes propietarios y han sido cegados por sus aspiraciones personales de poder, prestigio y riqueza. Ya no nos sirven porque han perdido todo su crédito. Es hora de empezar a revertir la situación por el bien de la humanidad, del planeta y, sobre todo, de las generaciones futuras.

Reseña de Jordi Calvo sobre esta convocatoria: Nuestra propia revuelta

abril 3, 2011

Los transgénicos y la aniquilación de las abejas

Los transgénicos pueden estar desempeñando un efecto letal sobre los procesos naturales de polinización

La desaparición de las abejas es ya un problema mundial y en España está particularmente desbocado, al detectarse que el 75% de nuestras colmenas estarían afectadas. La mortalidad dentro de las colmenas españolas es un mal estructural que supone, por el momento, la eliminación de entre el 25% y el 30% de las abejas. Las salud de las abejas se ha considerado tradicionalmente como un buen termómetro para medir el estado general de nuestro medio ambiente.

El dato abruma todavía más si se lo compara con el registrado durante el estudio previo, realizado entre 2006 y 2007, que mostró que el 45% de las colmenas españolas estaban contaminadas. En España, fue a partir de 2005 cuando los apicultores comenzaron a dar noticia del síndrome del despoblamiento de las colmenas, que es como se ha denominado al fenómeno de la muerte de abejas sin una causa directa aparente y que tanta alarma ha generado. El trabajo de polinización de las abejas es fundamental tanto en los campos de cultivo como para mantener el equilibrio de los ecosistemas.

Una de las principales hipótesis explicativas para abordar este dramático fenómeno es la ingestión de proteínas genéticamente modificadas por parte de las abejas. La pérdida progresiva de sus fuentes naturales de alimentación, la pobreza nutricional e insalubridad de las que quedan disponibles  y el uso de pesticidas industriales, hace a las abejas cada vez más débiles y vulnerables a enfermedades parasitarias.

La falta de polinización podrá causar un efecto inmediato sobre la reproducción de numerosas  especies frutales silvestres y, consecuentemente, un efecto en cascada sobre ecosistemas completos que repercutirán en último extremo en nuestras propias cadenas tróficas y en la disponibilidad de una gran variedad de alimentos habituales.

marzo 21, 2011

¿Nucleares?, No Gracias. Referéndum ya

La historia, una vez más, vuelve a dar toda la razón al movimiento ecologista

El compañero Luis Ángel Aguilar Montero nos envía esta imprescindible noticia y campaña:

Bienvenidos al club…Antinuclear. ¡Ni aquí, ni en Japón! Referéndum Ya.

El pasado jueves, en treinta y cinco ciudades españolas, pudo escucharse un grito unánime de ecologistas y gentes de paz que corearon el «¡Nucleares no, ni aquí ni en Japón!» El “aquí” en cada plaza tenía un nombre propio. Cofrentes, Almaraz, Garoña… Y lo que se pedía, el cierre de nuestras centrales nucleares ya, toda vez que el desastre de Japón ha puesto de manifiesto que las mentiras de los lobbys nucleares, con el cómplice apoyo de la mayoría de los políticos y la difusión de sus medios afines o propios, ya no se sostienen mas. Hay que poner fin a la aventura nuclear, ya.Anuncio Único

Hasta Angela Merkel ha dado un giro copernicano en su apuesta nuclear después de la catástrofe japonesa y eso que no tiene ninguna central en tan mal estado como algunas de las que se propone prorrogar Zapatero, ni en ninguna tiene los vetustos y anunciados como inseguros hace 30 años, sistemas de seguridad como los españoles de Garoña, la misma que ahora ha fallado en Fukushima, o en Cofrentes, muy parecida a la japonesa, donde 4 de sus 6 reactores están dañados y ya se han confesado los escapes radiactivos producidos.

Pero el gobierno socialista del señor Zapatero, que en su programa electoral prometió lo contrario, en la víspera del tsunami/terremoto japonés, prorroga unos años más la central de Garoña que ya cumple sus 40 años y autoriza a la de Cofrentes a operar otros 10 años más. Eso si, Iberdrola -propietaria de esta última- ya se ha forrado con la concesión acordada, y aún quiere más aunque sea vieja e insegura la central.

Rajoy, por su parte, que como todo el PP y desde siempre ha hecho gala de su apuesta pro-nuclear, nos dice que ésta energía “es mas barata, límpia y hasta segura”. Y se queda tan pancho. Ya sabíamos que lo de barata era mentira, pues en los costos nunca incluyen los residuos radioactivos, ni lo que cuesta la seguridad, ni las repercusiones por accidentes; lo de limpia, que nos lo cuelen ahora que estamos calientes con la instalación del ATC o basurero nuclear radiactivo que igual nos clavan en Zarra y por lo que también nos manifestamos este jueves;  y segura, después de lo de Chernobil en 1986 o ahora en Japón, ya va a ser que no.

Bienvenidos al club en el que llevamos tanto tiempo clamando por el cierre de las centrales nucleares y por el replanteamiento de este tipo de energía a favor de las renovables. Ahora ya no va a quedar más remedio. Pero si este gobierno tiene dudas que haga un referéndum como la hicieron en Italia, Suecia, Austria o Suiza y que sea el pueblo -a quien dicen representar- el que decida. De lo contrario se lo tendremos que pedir con las 500.000 firmas que no se lograron en el 91 con la Iniciativa Legislativa Popular pero que ahora, en caliente como dicen ellos que no se aborde el tema, se ganaría de calle.

Exijamos un Referéndum que apueste por el cierre paulatino de las centrales nucleares en España.

marzo 15, 2011

La legitimación social de la desigualdad (I)

El desmontaje de los mecanimos de legitimación social de la desigualdad es una tarea prioritaria para afrontar el futuro de nuestra especie

El sistema capitalista se ha revelado en las últimas décadas como una formidable máquina generadora de desigualdad. Es un elemento vital en la supervivencia del sistema implementar mecanismos sociales capaces de legitimar dicha desigualdad, de manera que sea incorporada por la psicología individual de los sujetos como algo normal, inevitable o incluso deseable. No es fácil conseguir este efecto en la mente de los ciudadanos ya que se trata de una tendencia que se revela contraria a la memoria genética de la especie, conservada por mujeres y hombres de una manera instintiva. A ningún político de ningún partido se le ocurriría confesar abiertamente que su programa no está orientado por los valores de Justica e Igualdad debido a que estos valores apuntan hacia nuestra supervivencia colectiva, siendo algo innato y natural en el ser humano. Por tanto la legitimación social de la desigualdad solo puede ser impulsada mediante «mecanismos indirectos» y nunca de manera frontal por el rechazo instantáneo que nos produciría. Pero … ¿cuáles son algunos de estos mecanismos sutiles para la fabricación de un consenso que opera en contra de nuestros propios intereses colectivos?. Destacaremos 4 principales:

* Culpabilización de las víctimas: Los mensajes que se lanzan desde los sistemas de creación de opinión tienden a establecer que el nivel de riqueza de cada individuo está estrechamente relacionado con su nivel de esfuerzo,  laboriosidad y sacrificio. Por supuesto solo se trata de un tópico que no mantiene relación con los hechos cotidianos. La pobreza, desde este punto de vista, solo sería la consecuencia lógica de la falta de capacidad de trabajo, de la ausencia de ambición, de la vagancia, el vicio o la depravación. Según esta perspectiva «cada uno recibe lo que se merece» y, por tanto, las víctimas de la explotación o la pobreza son, en una buena parte, culpables de su realidad. Bajo este prisma de análisis los ricos quedan liberados de cualquier responsabilidad sobre la situación miserable de las masas desposeídas y la desigualdad queda legitimada como resultado de un sistema lógico de premios y castigos.

* Naturalización de la búsqueda del lucro personal como fundamento social: Los mecanismos de conformación de la opinión llevan décadas transmitiendo la idea de que la acumulación ilimitada de beneficios no sólo es legítima sino incluso deseable como motor de la actividad económica. Los grandes ideólogos del sistema desde Smith hasta Friedman intentan manipular el afán de justicia universal a través del establecimiento del axioma que consagra la potenciación del egoísmo como el mejor principio distributivo y la mano invisible del mercado como fuerza equilibradora aliada del bien. Esta teleología, que recuerda inevitablemente al teorema ultraconservador del «diseño inteligente», actúa en la práctica como un principio dogmático-teocrático que debe creerse a pesar de que toda la evidencia empírica apunta en sentido inverso. Si el lucro personal es el principio máximo que debe impulsar el funcionamiento de una sociedad se tenderá a aceptar como normal que los ricos sean cada vez más ricos ya que son los que demuestran más habilidad en el manejo de las reglas naturales que rigen la interacción social.

* Manipulación de la teoría darwiniana de la «lucha por la existencia»: Los estudios originales de Darwin llegaban a la conclusión de que las especies más capaces de adaptarse al medio se imponen a las menos aptas. La manipulación aquí consiste en transmitir la idea de que la lucha por la supervivencia se produce entre individuos de una misma especie cuando, en realidad, esa lucha se produce contra las duras condiciones externas que el medio les plantea, actuando los individuos de una misma especie de manera colectiva, solidaria y cooperativa en la gran mayoría de las ocasiones. Las especies raramente desaparecen en lucha contra otras especies sino al verse doblegadas por circunstancias climáticas, químicas o atmosféricas hostiles. Tampoco tienden a acumular recursos sino a utilizarlos de manera racional. Sin embargo el neodarwinismo y el darwinismo social deforman las tesis originales de Darwin para fabricar un imaginario colectivo de lucha mortal entre iguales y de competencia cruel por el acaparamiento de bienes estratégicos. La teoría neoliberal adopta esta visión envenenada de la evolución natural para aplicarla de una manera altamente reduccionista al mundo de la economía, aspirando así a legitimar la desigualdad social como una consecuencia de la natural diferencia de aptitud de los grupos sociales a la hora de «adaptarse» al medio, entendiendo por tal la capacidad para generar plusvalías monetarias siempre crecientes.

* Potenciación indiscriminada de los juegos de azar: Los mecanismos anteriores quedan perfectamente plasmados de manera tangible en la ludopatización de la sociedad a través de un continuo bombardeo promocional de todo tipo de sorteos, loterías, rifas, casinos y cupones que nos prometen ingentes premios a cambio de prácticamente nada. Basta escuchar 1 hora de radio en algunas de las principales cadenas comerciales para darnos cuenta de la enorme envergadura de este lavado de cerebro permanente que penetra en la psique de los individuos dentro del contexto de las sociedades capitalistas. El mensaje codificado es claro: La acumulación de riqueza no es solo legítima y deseable sino que además se constituye en el ideal máximo de felicidad para cualquier individuo en «su sano juicio». No importa que se transfiera riqueza de muchos a los bolsillos de pocos porque, en última instancia, esa captación desmesurada de bienes debe ser el objetivo final de cualquiera de nosotros, tanto a nivel individual como en términos de clan, peña, tribu, familia o clase.

A nadie debe extrañar que estas ideas y mecanismos, operando a pleno rendimiento, conduzcan hacia la «elección democrática» de partidos abiertamente neoliberales y neofascistas.

Sin embargo la hipnosis colectiva que estas psicologías deformes producen en un porcentaje importante de ciudadanos tienden a revertirse de manera inevitable ante nuevas fuerzas contrasistémicas que desmonten sus argumentos y los sustituyan por fundamentaciones humanistas y racionales. Esto ya se está produciendo con la emergencia de los nuevos paradigmas ecologistas, decrecentistas, libertarios, feministas, pacifistas, indigenistas y por multitud de movimientos sociales y ciudadanos que reclaman el apoyo mutuo como única vía para enfrentarnos a las graves amenzas medioambientales que actualmente acechan a nuestra especie. La legitimación de la desiguladad, en este contexto, equivale a la legitimación del suicidio colectivo. La historia de la vida demuestra que sólo la cooperación radical constituye un pasaporte para el futuro.

[Esta entrada ha sido ampliada con argumentos adicionales en La legitimación social de la desigualdad (II)]

marzo 12, 2011

Japón: La Pachamama nos explica cual es nuestro lugar

La Naturaleza, una vez más, nos da a todos una inmensa cura de humildad y nos recuerda de una manera aplastante la enormidad de nuestra insignificancia. Los hermanos japoneses están sufriendo un drama indecible, de proporciones difíciles de imaginar. El mar y la tierra se agitaron al unísono devorando de un solo bocado una ciudad completa y sumiendo a millones de personas en una angustia e incertidumbre que lo abarca todo. Nuestros pensamientos, nuestra solidaridad y todo nuestro cariño para estos seres humanos que buscan la trascendencia como única forma de dar sentido al gigantesco desastre. Todos somos uno. La soberbia de unos hombres que quieren jugar a ser dioses se vuelve contra nosotros, ¿Cómo si no puede explicarse la construcción de tantas centrales nucleares en una de las zonas del planeta con mayor actividad sísmica?.

La egolatría del sistema nos induce a pensar que el poder humano no tiene límites, que somos capaces de ir siempre más rápido, más alto y más lejos. Nos creemos con derecho a esquilmar los recursos como si fueran inagotables, a dictar leyes que protegen la propiedad privada de unos pocos en detrimento de los derechos de muchos, a desafiar irracionalmente los riesgos, a confiar la solución de nuestros problemas a recetas técnicas sin cuestionar en absoluto nuestras formas de organizar la sociedad y de relacionarnos con el entorno. Olvidamos que casi todo lo que tenemos nos es regalado, olvidamos que solos no somos nada, olvidamos que el apoyo mutuo es la única herramienta de las especies para sobrevivir, olvidamos que la acumulación es una forma de robo y que la Pachamama es la única propietaria de todo lo que es. Ella nos exige respeto, reparto y humildad, mucha humildad.  Las reglas están escritas desde el principio de los tiempos: Todo está interconectado en un frágil equilibrio; vuestros crímenes se vuelven contra vosotros, Asesinato es suicidio, lo que hacéis a cada uno de mis hijos me lo hacéis a mi y sin mi vosotros no sois. Estais orgullosos de vuestras casas, vuestros coches, vuestros barcos, vuestros aviones, vuestras fábricas… despertad, son bien poca cosa.

marzo 6, 2011

La ficción del crecimiento como génesis del colapso

Mucho se ha escrito sobre la crisis financiera con ayuda de complicados tecnicismos bancarios. Tras la jerga habitual, plagada de términos en inglés, la gente apenas alcanza a entender la magnitud y gravedad del problema con el que nos enfrentamos. La alegre inconsciencia de muchas personas desinformadas les hace vociferar continuamente de manera pueril, siendo incapaces de establecer cadenas de causas y efectos que tengan más de dos eslabones interconectados.

La explicación más certera de la crisis vendría dada por el desacoplamiento entre la economía real y la economía virtual en las últimas décadas. Le emisión descontrolada de activos financieros no guarda una correlación con la cantidad disponible de bienes materiales en circulación, produciendo una profunda confusión entre lo real y lo imaginario en lo que muy bien podríamos denominar la «ensoñación del crecimiento perpetuo». (*)

El desacoplamiento entre activos financieros y bienes naturales, génesis del colapso

La desmesurada pendiente de la línea roja cabalga sobre la expectativa de crecimiento de la línea azul, pero la materialización de los activos financieros en productos reales requiere un lapso de tiempo futuro cada vez mayor. De esta forma vemos como los bancos, por poner un simple ejemplo, necesitan alargar los plazos hipotecarios para que la gente pueda mantener la aspiración de finalizar los pagos. Y es que nuestra capacidad de trabajo y la capacidad del planeta para producir bienes materiales asciende a una velocidad mucho menor que la creación de activos financieros. La ficción de que los inmensos capitales, bonos y valores que se crean de la nada podrán ser reembolsados con intereses en el futuro no puede seguir manteniéndose por más tiempo. Esta certeza se hace especialmente dramática ante el agotamiento de los recursos naturales, el peak-oil y la crisis medioambiental. La línea azul se irá acercando a la pendiente cero para posteriormente comenzar a caer y la línea roja se quedará «colgando de la brocha». El colapso está asegurado porque la expectativa de un crecimiento firme y robusto de la línea azul es la «clave de bóveda» sobre la que descansa todo el sistema de pensamiento capitalista. La simple percepción de que este crecimiento no será físicamente posible provocará en pocos años la implosión del sistema. Ante este panorama las medidas de choque pasan por edificar las bases para una economía estacionaria:

1. Los nuevos bancos tendrán que organizarse para prestar sin interés. Las entidades financieras tendrán que pasar a proporcionar  un servicio social sin ánimo de lucro, bajo control público. El dinero, por tanto, no podrá ser emitido como deuda sino exclusivamente como medio de pago, es decir, como moneda social.

2. Habrá que volver a correlacionar la economía real y la economía virtual, de manera que esta última solo sea un fiel reflejo de la primera y esté siempre subordinada a ella. Ello exigirá la destrucción del 90% de los activos financieros disponibles en la actualidad.

3. Las bolsas de valores, junto con los juegos de azar, han desempeñado un papel fundamental como iconos máximos de la ensoñación del crecimiento perpetuo (*) y del lujo ilimitado que tan dañinos están resultando para nuestro presente y nuestro futuro colectivos. En consecuencia deberán cerrar porque sólo sirven para catapultar aún más el crecimiento acelerado de la línea roja y, con ello, para acelerar las crisis energéticas y medioambiental. A estas alturas está claro que han sido el paradigma de la concentración de enormes cantidades de recursos en manos de muy pocos, derrochados en beneficio de esos pocos, y no han dotado a la mayoría de la humanidad de ventaja alguna.

4. La acumulación de dinero, valores, productos financieros e incluso propiedades físicas tiene que estar limitada por individuo y unidad empresarial. Para mantener una economía sostenible el correcto reparto y distribución de los bienes existentes cobra una importancia vital.

5. La producción de bienes deberá acoplarse a la disponibilidad menguante de la energía que los puede poner a disposición de la sociedad. Se acabará el derroche, pues no va a haber cada vez más energía, sino menos. Las distancias que podrán recorrer las mercancías y las personas serán mucho menores y los desplazamientos físicos se realizarán a velocidades muy inferiores a las actuales.

Para una exposición más ampliada de la cuestión puede consultar se el texto de Pedro Prieto y Manuel Talens:

http://www.decrecimiento.info/2011/03/colapso-energetico-y-financiero.html
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(*) La «ensoñación del crecimiento perpetuo» o «Pensamiento lechera» del tipo «Haz crecer tu dinero» , es la piedra angular sobre la que descansa toda la ideología capitalista. Esta forma de razonamiento, propio de un funcionamiento cognitivo fabulatorio e infantilizado, ha calado en importantes masas de la población y es asumido de manera acrítica por nuestros dirigentes políticos neoliberales. La confusión entre lo real y lo imaginario en la proyección a largo plazo de nuestra riqueza material, tan intrínseca a los juegos de azar y los mercados financieros, está en la misma esencia del engranaje intelectual capitalista. El crecimiento de los activos monetarios (dinero, acciones, bonos, letras, pagarés, obligaciones, promesas de pago…) es crecimiento virtual, en contraposición con el crecimiento real siempre limitado, modesto y asociado con las biocapacidades humanas y medioambientales.

marzo 4, 2011

Economía estacionaria

La economía del crecimiento, un callejón sin salida

Cada vez son más las asociaciones internacionales interesadas en el diseño político de un nuevo modelo alternativo al actual sistema capitalista, que cada día se revela más insostenible. Un ejemplo es el «casse» (Centro para la anticipación de una economía de estado estacionario) que ha publicado este interesante extracto de informe: EnoughIsEnough_Summary_ES.

Las dinámicas actuales de la globalización capitalista ponen de manifiesto, dramáticamente, la insuficiencia teórica del modelo ideológico dominante desde el punto de vista de la cobertura de necesidades básicas para la población mundial. Como ya hemos reseñado en otros textos las contradicciones y callejones sin salida del sistema basado en el crecimiento se hacen ya muy difíciles de ocultar. El progreso pasa obligatoriamente por la emergencia radical de un nuevo paradigma que se construya sobre la lógica del reparto y la distribución, en sustitución de la actual lógica de la concentración y la acumulación.

El indicador por antonomasia para medir la salud de la economía en el actual y decadente modelo ideológico es el PIB, es decir, la suma del valor (a menudo en dólares) de todos los productos y servicios generados/comercializados en un país durante el año. En el modelo emergente este indicador no será ya válido, debido a su demostrada insuficiencia para evaluar de manera mínimemente satisfactoria el conjunto de variables impicadas en el bienestar biosocial, desde una perspectiva global.

A partir de los desastres ecológicos provocados por el desfrenado crecimiento económico, surge una reflexión para mejor medir el progreso económico. El Índice de Progreso Genuino (IPG) es un concepto que se deriva de una fusión entre la economía ecológica y de la economía del bienestar. El IPG supone que el crecimiento del PIB tiene costos y beneficios. Supone, pues, que determinado crecimiento económico más allá de un punto puede ser dañino, o sea, antieconómico. El índice procura cuantificar tanto los beneficios como los costos. No hay crecimiento en el IPG si los costos de contaminación equiparan al crecimiento del PIB. Más allá hay un momento de inflexión donde el crecimiento económico se torna antieconómico. El concepto de IPG es políticamente más aceptable que el PIB ya que toma en cuenta más aspectos como la mayor o menor bio-capacidad así como la distribución más o menos desigual de los ingresos. De esta forma brinda información sobre el bienestar natural y humano. Estos aspectos apuntan mejor al bienestar real y su futuro.

Para medir el IPG se tomarán en cuenta una serie de factores que restan o suman valor al PIB. Cuando hay pérdida de recursos naturales o contaminación del agua y del aire se resta valor al PIB. El IPG contempla y cuantifica otros factores que se suman al PIB: El trabajo doméstico o el tiempo libre son valores que se suman al PIB; conforme aumenta la desigualdad del ingreso y alza el gasto de defensa se resta valor al PIB. Si disminuye en cambio la desigualdad se suma valor al PIB. Cuando aumenta la vida media de los productos de consumo y de la infraestructura se suma valor al PIB y se resta valor si sucede lo contrario, etc. Un producto con una vida larga suma valor al PIB ya que nos acompaña más tiempo y por lo tanto genera menos residuo. La evolución positiva del IPG sugiere un progreso genuino de la vida, la negativa más bien un deterioro.  El IPG muestra que mundialmente hubo un incremento en el bienestar hasta principios de los años setenta. A partir de entonces el IPG decrece, es decir hubo crecimiento antieconómico. Un fuerte crecimiento económico medido por el PIB, no garantiza para nada un aumento en el IPG.

Hacia_una_economia_estacionaria – Win Dierckxsens (Holanda)

febrero 27, 2011

Limitación de la velocidad: Una medida en la buena dirección

El "elogio de la lentitud", toda una filosofía de vida

Los cuadros medios encargados de gestionar los asuntos económicos en el estado español han acertado en esta ocasión. La reducción de la velocidad máxima a 110 km/h en autopistas y autovías es una propuesta acertada porque:

* Nuestro estilo de vida no es sostenible, hay que cambiarlo empezando por las pequeñas cosas. Esta nueva norma traslada a la ciudadanía el mensaje de que tenemos un problema con los recursos naturales y que es necesario modificar nuestros hábitos. Aunque no todos somos igual de responsables sí es una tarea y una obligación de tod@s el hacer frente común contra el shock medioambiental.

* Es una medida democratizadora e igualitaria.

* Bajarán el consumo, la contaminación, el ruído y los accidentes.

* Indirectamente desincentivará la compra de coches de gran potencia, lo cual siempre es una buena noticia.

Por supuesto la medida es completamente insuficiente pero no por ello deja de estar correctamente encaminada. Coincidimos en la valoración con Ecologistas en Acción y también con Greenpeace, a favor de la reducción. En cambio creemos que, en esta ocasión, Cayo Lara se equivoca.

diciembre 21, 2010

Actitud intolerable del clima

El clima nos chantajea. Es intolerable

El clima está chantajeando a los usuarios de los aeropuertos internacionales de manera intolerable, sembrando el caos sin aviso previo. Este colectivo privilegiado, formado por chubascos, precipitaciones y otras anomalías, toma como rehenes a los sufridos viajeros. Con sus caprichos de niño consentido y malcriado está estropeando la salida de vacaciones de muchos contribuyentes europeos que pagan sus impuestos sin demoras, retrasos ni cancelaciones. Esto ha llegado demasiado lejos. ¿Quién se cree que es ese tal «clima» para nevar y llover de manera salvaje?. No podemos tolerar ni un minuto más estas intromisiones climáticas sobre la libre circulación de los flujos monetarios. Hay que enseñarle ya quien manda aquí, de una vez por todas. Si no vuelve a la normalidad pronto, sin abandonar el correcto desempeño de sus funciones al servicio del crecimiento de los beneficios de bancos y grandes corporaciones privadas, nos veremos obligados a militarizarlo. El mercado le va a imponer disciplina, recortes y duras sanciones. Espabila Clima o lo pagarás caro.

Firmado: El capital.

diciembre 20, 2010

Bolivia o el discurso de la cordura y la dignidad

La Naturaleza es nuestro hogar y la protección de los derechos de la Madre Tierra debería ser para nosotros una obsesión prioritaria en la actualidad. Aquí tienen un sencillo discurso con diez minutos llenos de dignidad y autenticidad. Diez minutos de ideas simples y redondas que solo unas pocas televisiones, entre las miles existentes en el mundo, han considerado dignas de ser emitidas. Gracias Bolivia, gracias Evo por defender a las personas anónimas que habitan el planeta frente a los grandes banqueros y los especuladores que nos roban y nos envenenan. La Tierra no es una mercancía por mucho que el Capitalismo senil pretenda convencernos de lo contrario. Nuestros hijos nos van a juzgar por lo que estamos haciendo: De hecho ya han comenzado a hacerlo, por eso miles de jóvenes salen a manifestarse en contra del neoliberalismo en la calles de Londres, Seúl, París, Tokio, Atenas, Cancún, Roma o cualquier gran ciudad del mundo. También la Historia juzgará a los representantes de los pueblos, como tú Evo, que pensáis en la Comunidad y no en su propio interés a corto plazo o en el de sus jefes, los directivos de las grandes corporaciones. Tu mensaje, a buen seguro, será todo un ejemplo a seguir para nuevas generaciones de políticos y ciudadanos llamados a revertir la lógica del capital en beneficio de todos y todas. Sólo una discrepancia, amigo Evo: ¿Seguro que ya se acabó el momento de debatir sobre la lucha de clases?

noviembre 15, 2010

Quiebra del capitalismo: Una visión ecologista

Ramón Fernández Durán, autor del ensayo que nos ocupa

El profesor Ramón Fernández Durán, miembro destacado de Ecologistas en Acción, nos ha dejado su último texto que sería el extenso resumen de un nuevo libro, en preparación, sobre la «Quiebra del Capitalismo global«. Sintetizamos telegráficamente algunas de sus ideas principales:

* El capitalismo global, tal como lo conocemos, va a fracturarse en un breve lapso de tiempo empujado por oleadas de crisis financiera-monetarias dificilmente atajables. Lo próximo que vendrá será una constelación de capitalismos regionales, de carácter autoritario que tampoco podrán mantenerse. Posteriormente, en torno al 2030, comenzará a emerger algo completamente diferente: Una economía post-fosilística,  post-industrial, post-capitalista y neo-rural.

* La crisis sistémica actual tiene tres vertientes interconectadas que la hacen única en la historia y endiabladamente dificil de controlar: colapso energético, colapso medioambiental y colapso climático. El capitalismo se verá completamente desbordado para articular soluciones que contemplen las tres caras del problema simultáneamente. (No hay crecimiento infinito en un entorno biofísicamente finito)

* Otro componente muy importante para entender la situación actual es el abandono de los sistemas reproductivos, sostén básico de la humanidad, tanto en el ámbito laboral (trabajos relacionados con los cuidados, con el ámbito doméstico y familiar) como en el ámbito natural (capacidad de carga del entorno biológico para absorber la exigencia del metabolismo agro-industrial). El desarrollo capitalista, con un componente netamente autoritario y patriarcal, se ha edificado sobre un supuesto «coste 0» del ámbito reproductivo que va a terminar minando  la propia posibilidad de mantenimiento de los actuales sistemas productivos. (No hay producción sin reproducción).

* El declive inexorable de los combustibles fósiles será el elemento clave desencadenante para el derrumbre definitivo del capitalismo, incluso en su fase última de regionalismos autoritarios enfrentados. Los picos de producción de gas, petróleo y carbón marcarán el fin de una era. (La energía barata se fue para no volver)

* La vieja izquierda se verá también desbordada por la necesidad de redefinir sus líneas programáticas ante el evidente agotamiento de los antiguos enfoques productivistas, extractivistas y tecnocráticos, como vías para construir su ideal de sociedad igualitaria.

Cada vez son más los autores que desde distintas perspectivas de análisis (biólogos, economistas, sociólogos, antropólogos, ambientalistas…) anuncian un irremediable fin de ciclo.

noviembre 11, 2010

Valor y Precio

¿Es este un producto realmente valioso?

Creo que fue Antonio Machado quien afirmó, hace ya bastantes años, que había una forma infalible de reconocer a un necio: Pedirle que nos explicara la diferencia entre valor y precio. Solo los necios eran incapaces de distinguir entre valor y precio. Desgraciadamente en el mundo actual la proporción de necios ha ido en aumento.

Para que la necedad no termine también por arruinarnos a nosotros puede ser interesante comentar unas pequeñas ideas sobre la cuestión. Lo primero que conviene aclarar, como tema preliminar, es que es la propia ideología política capitalista, extendida como un manto de niebla a nuestro alrededor, la que necesita imperiosamente generar esta confusión en nuestra manera de entender el mundo para mantenerse en el poder. Su mensaje es claro: «el precio es el valor y este se fija mediante leyes matemáticas inamovibles». Como siempre intentan estrechar nuestra forma de entender el mundo, reducirla, simplificarla hasta la caricatura moldeándola a medida de sus intereses. El objetivo es infantilizarnos, debilitarnos, domesticarnos, hacernos más dóciles a su control. La táctica siempre es parecida: magnificar una pequeña parte de la verdad, poniendo todos los focos sobre ella, a la vez que ensombrecen e invisibilizan otros enormes y fundamentales aspectos de esa realidad. Pero la cara oculta de la luna no deja de existir por no estar iluminada.

El concepto «valor» es mucho más amplio, rico y complejo que el concepto «precio». Cualquier producto tiene distintos tipos de valores asociados a él. Desde un punto de vista exclusivamente material y prescindiendo de otras consideraciones más trascendentales, podríamos distinguir al menos 4 tipos de valor.

Tomaremos como ejemplo de producto un diamante tallado. El primer tipo de valor que observaremos es el valor de uso. ¿Cuál es su utilidad práctica como objeto en la vida cotidiana? o, dicho de otro modo, ¿Para qué nos serviría este objeto en una isla desierta?. La respuesta es para bien poco: Su valor de uso es muy bajo.

El segundo tipo de valor que conviene analizar cuando estudiamos un objeto es su valor de trabajo. ¿Cuántas horas de trabajo son necesarias para su fabricación?.  Bajo este punto de vista el valor del diamante es más alto ya que ha sido necesaria la colaboración de mineros, transportistas y tallistas para obtener el producto final.

El tercer tipo de valor en el que pondremos nuestra atención es el que podríamos denominar valor de sostenibilidad o valor ecológico. Hace referencia al grado de «amigabilidad ambiental» asociado al producto. ¿Cómo influye la fabricación de este objeto sobre el equilibrio biológico, físico y químico de nuestro planeta?. El análisis de los objetos, bajo este punto de vista se refiere a los «inputs biofísicos» necesarios para su fabricación (impacto medioambiental derivado de la obtención de los materiales brutos necesarios en forma de agua, tierra fertil, minerales y otras materias primas) y «outputs biofísicos» (impacto en términos de contaminación y residuos generados en su proceso de producción). El diamante, en este tercer tipo de valor, puntuaría muy bajo ya que es muy bajo su nivel de «amigabilidad ambiental» o sostenibilidad ecológica medida en relación inversa a la cantidad de impactos ambientales provocados tanto a nivel de «inputs» como de «outputs».

Ahora, como cuarta cara de este poliedro piramidal, posaremos nuestra mirada en el valor de cambio del producto analizado. Es ahora, y no antes, cuando nuestro producto adquiere su condición de mercancía, es decir su dimensión de objeto intercambiable por otros. Es aquí, y solo aquí, donde aparece el espectro frío e inerte de la especulación. El diamante, mediante un mecanismo de condicionamiento social, ha adquirido un altísimo valor de cambio. El sistema consigue que los otros tres tipos de valor hayan quedado eclipsados, anulados en nuestra percepción de la realidad por este último tipo de valor.

¿Es valioso un diamante?. Pues depende. Depende de como jerarquicemos los distintos tipos de valor. Si ponemos en primer lugar el valor de uso diríamos que el diamante es un producto escasamente valioso ya que solo sirve para cortar o para adornar. Hay otros productos que cortan mejor y que adornan igual de bien. Si ponemos en primer lugar el valor de sostenibilidad tendríamos que decir que el  diamante es un producto con valor nulo o negativo ya que su extracción y fabricación implica grandes cantidades de gasto energético e impactos ambientales escasamente sostenibles. Desde el punto de vista del valor de trabajo sería un producto de valor medio-alto ya que requiere un aporte no despreciable de actividad humana. Sólo si privilegiamos el valor de cambio llegamos a la conclusión de que el diamante es un producto muy valioso.

El precio monetario de un producto es una materialización concreta, cuantitativa y socialmente manipulable de algo tan intangible, cualitativo y pluridimensional como el valor. Es necesario entender que el sistema económico imperante privilegia hasta el extremo el valor de cambio y la fetichización de la mercancía como depósito egoísta de valor y como signo de status personal, en detrimento de los otros tres tipos de valores a la hora de establecer mecanismos para la fijación de precios. No es una manera muy inteligente de hacer las cosas si se trata de buscar el bien común, de garantizar unas condiciones de vida mínimas para todos, de perseguir la sostenibilidad medioambiental y de conseguir la generalización del empleo.

¿Cuál es el precio del aire?, ¿a quién pertenece?

Gracias a esta apuesta concreta del sistema, que privilegia sobremanera a un tipo de valor sobre los otros tres, el papel del dinero, mercancía por excelencia capaz de encarnar  el valor de cambio, se magnifica, invisibilizando a todas las otras formas posibles de valor. Este tipo de condicionamiento social posibilita, a su vez, la acumulación de riqueza y poder en manos de aquellos que se han reservado el papel de controladores del dinero dentro de esta opción política para la gestión de la sociedad llamada capitalismo. Pero… ¿hay una sola forma de fijar los precios o son múltiples las posibilidades?, ¿es ético fijar un precio monetario para cualquier tipo de bien, producto o servicio?, ¿es lícito fabricar de todo?.

Cada vez más gente comprende que se hace necesario tener en cuenta los 4 tipos de valores indicados (y no solo el último de ellos) para decidir qué objetos se fabrican, en qué cantidad y cual es su precio deseable. Hay otras opciones diferentes a las que rigen en la actualidad. Según jerarquicemos y ponderemos estos cuatro tipos de valores podremos imaginar mundos y precios totalmente disitintos a los que conocemos hoy. Se trata, simplemente, de apuestas políticas e ideológicas distintas a las habituales. El precio de los productos de bajo valor ecológico (valor de sostenibilidad) debe ser incrementado con tasas fuertes que reviertan sobre la comunidad, hasta llevarlos a precios inasequibles llegado el caso. El precio de los productos con alto valor de uso debe ser aliviado mediante apoyos públicos. El valor laboral de los productos debe hacerse explícito en todos los casos y repercutido en el precio para que todo el trabajo encerrado en él pueda ser justamente recompensado. La especulación criminal, que aleja productos básicos para la supervivencia del alcance de las mayorías, a través de los valores de cambio debe ser combatida sin piedad. Toca ya comenzar a inventar nuevas reglas para fijar los precios, nuevas fórmulas que articulen y materialicen el valor, mediante monedas sociales, de una manera más justa y eficiente para todos. Otros precios son posibles, precios y producciones sujetos al valor de la vida, bajo un control democrático, justo, equitativo, responsable, ecológico y comprometido con el bienestar colectivo.

septiembre 6, 2010

Las insalvables contradicciones del capitalismo

Un nuevo software político, condición indispensable para la correcta marcha de nuestro hardware planetario

Vivimos en tiempos de incertidumbres y crisis existenciales. Las grandes masas ciudadanas no consiguen visualizar una alternativa al sistema ideológico que nos envuelve. Sin embargo hay certezas que se perciben de una forma difícilmente cuestionable: el descrédito de los partidos políticos tradicionales, la insalubridad casi venenosa del medio ambiente, la escasa o nula trascendencia de la opinión del pueblo en las grandes decisiones internacionales, la irrelevancia de las leyes para controlar la conducta criminal de los grandes lobbys de poder, la hipnosis colectiva a la que estamos sometidos desde los mass-media, la propia insostenibilidad del sistema en el medio-largo plazo. Las descomunales contradicciones del capitalismo globalizado son cada vez más difíciles de ocultar por mucho que el problema no quiera somerterse al escrutinio público y prefiera encerrarse bajo mil candados en el inconsciente colectivo. De manera muy esquemática podríamos explicitar lo que, implícitamente, todo el mundo es capaz de comprender:

* La necesidad permanente de «crecimiento económico», tal como lo entiende la ideología capitalista, choca contra la expansión de los derechos laborales e incluso de las libertades democráticas: Esta cuestión puede visualizarse con gran nitidez en la China actual. Todo el mundo puede intuir que una China democrática, con unos derechos laborales mínimamente dignos no crecería al 10% anual. La locomotora de la economía mundial puede seguir tirando mientras el régimen político siga en los parámetros totalitarios actuales. Es precisamente la estabilidad de este fasciocapitalismo represivo el que garantiza el beneficio del inversor que decide apostar por China. Dicho en otras palabras, la Democracia está reñida con el crecimiento económico y los «derechos del inversionista». Por supuesto esta inmensa paradoja puede ser aplicada a Indonesia, Filipinas, Pakistán, Egipto o cualquier otro país.

* La necesidad permanente de «crecimiento económico», tal como lo entiende la ideología capitalista, choca contra los límites físicos de la biosfera: La cantidad de agua dulce disponible, petróleo, recursos marinos y en general cualquier materia prima existente en nuestro planeta es limitada. Todo el mundo puede entender como el crecimiento perpétuo en un entorno finito es completamente inviable.

* El desarrollo de la lógica capitalista acumula cada vez más cantidad de poder y riqueza en cada vez menos manos: Es un hecho completamente constatable como la distancia entre ricos y pobres cada vez es mayor, como cada vez los beneficios se concentran más mientras  los costes se lanzan a las espaldas de las mayorías.

* La merma de salarios, derechos laborales o servicios públicos termina por constreñir la propia demanda consumista de los trabajadores, progresivamente incapacitados para afrontar nuevos gastos y contraer nuevos créditos. La aplicación de los fundamentos capitalistas de incremento de beneficios para las empresas a base de ajustes en el gasto público y en las condiciones de vida de los trabajadores termina por generar parálisis en el propio sistema en forma de crisis cada vez más agudas, profundas y recurrentes.

El sistema, encerrado en su propio autismo e impotencia para solucionar estas insalvables paradojas, se aferra a viejos conceptos económicos ya decrépitos acuñados por economistas que jamás pudieron aportar evidencia empírica en apoyo de sus fantásticas teorías tales como el «fin de la Historia», la «ventaja comparativa» o la «mano invisible» que se vendieron, en su momento, como garantías universales de reparto justo, democracia y estabilidad social. Ni siquiera en los países ricos esta ideología tiene ya nada que ofrecer al pueblo, excepto la disyuntiva entre deuda galopante o paro masivo con merma de derechos laborales y salarios.

julio 29, 2010

Nueva lección de Cataluña al resto del Estado: La tortura no es cultura

La tortura no es cultura

Los diarios oficiales de la cleptocracia mercantil que gobierna el Estado con mando en plaza (es decir, el 90% de los grandes medios de comunicación) rumiaban hoy su rencor por las esquinas. Estaban tristes, se sentían atacados y sacaban en portadas y editoriales todo su cínico arsenal (ese que siempre olvidan usar cuando la ocasión realmente lo merece) de descalificaciones predilectas: liberticidio, dictadura, totalitarismo, ataque a Ejjpaña y demás terminología al uso. La realidad es que Catalunya había vuelto a dar una lección colectiva de dignidad y civismo al resto del estado poniéndole fecha de caducidad en su administración autonómica a ese denigrante y primitivo espéctaculo consistente en asesinar a un noble animal irracional asustado ante una muchedumbre de animales supuestamente «racionales», «cultos» y «civilizados». Nuestra más efusiva enhorabuena a ese pequeño partido llamado PACMA, a los activistas individuales y a los grupos abolicionistas por el trabajo realizado. Por supuesto esto sólo es un primer paso en una larga lucha que debe ser mantenida en el tiempo con tesón y valentía.

Entrada relacionada: La muerte como espectáculo

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