Posts tagged ‘post-capitalismo’

octubre 16, 2014

«Frente de Izquierdas»: Una marca política ineficiente

En el pasado mes de Mayo del presente año se celebraron elecciones al Parlamento Europeo, con unos resultados que merecen un análisis sosegado. Tanto en España (Izquierda Plural -10%), como en Alemania (Die Linke – 7%), Francia (Front de Gauche – 6%), como  en Portugal (Bloco de Esquerda – 4%), las coaliciones que decidieron utilizar la etiqueta «LaIzquierda» en su identificación electoral obtuvieron unos resultados bastante limitados. En otros países como Italia, Bélgica, Holanda, Reino Unido y países del Este también pudo observarse como las formaciones autodenominadas «De izquierda» o bien repitieron los resultados conseguidos 5 años antes (cuando aún estábamos en el inicio de la crisis) o bien perdieron votos y escaños. (Elordi, C. Cuadernos de eldiario.es #06 – pg.80). Solo la Grecia de Syriza (26%) supuso una excepción a esta regla general.

Por otro lado salta a la vista el hecho de que fueron los movimientos con fuertes tintes identitarios y localistas los que más subieron en estos comicios. Buenos ejemplos podrían ser los de Francia (Front National – 25%), Reino Unido (UKIP – 26% ), Irlanda (Sinn Fein – 17%), Euskadi (Bildu – 23%), Bélgica (Vlaamse), Escocia (SNP), , …

Los hechos demuestran una vez más de forma clara que en contextos de fuerte crisis capitalista las organizaciones expresamente  autodefinidas como «de izquierdas» no son capaces de rentabilizar electoralmente el desencanto social mientras que otros grupos políticos que se agarran a la especificidad lingüística-cultural, al euroescepticismo económico y a la defensa de su propia soberanía política anclada en lo local (dejando en segundo plano su hipotética adscripción izquierdista o derechista), multiplican sus apoyos. Para entender este fenómeno resulta muy conveniente acudir a autores contrastados como Karl Polanyi que ya en 1948 («La Gran Transformación») nos explicaba como el grado de violencia estructural necesario para imponer un mercado internacional desregulado genera inevitablemente una reacción defensiva de igual o parecida fuerza por parte de los pueblos que se niegan a aceptar su sumisión a poderes despóticos externa y minoritariamente controlados. La historia demuestra que esta resistencia siempre tiende a hacerse más fuerte y operativa a través del énfasis en lo local e identitario, muy por delante de enfoques con débil aceptación popular que postulan el internacionalismo obrero como estrategia de defensa ante la agresión. Analizar este fenómeno en términos de «izquierdas buenas y perdedoras» frente a  «derechas malas y ganadoras» no deja de ser, cuanto menos, un planteamiento simplista, melancólico e ineficiente desde el punto de vista de la búsqueda de la necesaria superación del sistema imperante. Este esquema de análisis, además, no permite explicar la realidad ya que algunas de las opciones nacionalistas a las que antes hemos hecho alusión son progresistas en sus planteamientos sociales (Bildu, Sinn Féin), mientras otras son conservadoras (FN, UKIP). Si bien es cierto que el fantasma amenazador de la xenofobia (provocado por la fuerte carga de miedo difuso hacia el diferente que nos inocula el sistema) siempre acecha, hay un punto de conexión entre todas esas marcas electorales en la defensa de lo autóctono, la soberanía identitaria y la lucha tenaz contra un capitalismo globalizado y unos mercados inequívocamente depredadores. Insistir en esa estrategia de comunicación política que levanta la bandera del abstracto «Frente de Izquierdas» a pesar de que los resultados históricos cuestionan su validez de forma tozuda, equivale a pretender que la realidad sociológica se acomode a nuestros esquemas en lugar de construir una estrategia política que parta del conocimiento profundo de dicha realidad como punto de arranque para intentar transformarla. Los electores tomarán partido por aquellos grupos que logren ser percibidos como sólidos garantes de sus derechos culturales, sociales y laborales. Su autodefinición explícita como izquierdistas o derechistas no supone ningún valor añadido para esas organizaciones, sino más bien al contrario, una fuente de sospecha y escepticismo para el potencial elector.

Nuestras conclusiones personales, a raíz de la reflexión acerca de los resultados de las últimas elecciones europeas son:

– Por regla general las candidaturas electorales que opten por autoetiquetarse expresamente como «Frente de Izquierda» o «Bloque de Izquierda» tendrán un techo electoral muy limitado, a no ser que se asocien expresamente con una opción soberanista, como es el caso de ERC en Catalunya.

– Los movimientos políticos más prometedores estarán asociados a opciones que se decantan por la horizontalidad, la regeneración ética de la sociedad, el uso decidido de las nuevas tecnologías para la profundización democrática, la transversalidad, la búsqueda valiente del bien común frente a los oligopolios empresariales, la participación directa de la ciudadanía como fuente de poder y la lucha decidida contra la corrupción. (M5S en Italia, Podemos en España…).

– El internacionalismo, siendo completamente necesario como vía definitiva para la superación del funesto capitalismo que nos asola, debe ser introducido mediante nuevas herramientas y estrategias de comunicación política, mucho mejor coordinadas entre los movimientos sociales de diferentes países.

– Los movimientos ecologistas críticos con el sistema (Partidos «Verde» alternativos) de carácter transversal, bien asentados en todos los países de la Europa del norte, también suponen una importante fuente de legitimidad política que debe ser potenciada en la construcción de nuevas marcas electorales con vocación transformadora.

– Los planteamientos del libertarismo social y autogestionario podrían constituir una buena fuente de fundamenación política para la construcción de alternativas presentadas bajo la forma de una nueva centralidad humanista y post-capitalista.

– Frente a una política tradicional que ha huído del establecimiento de límites y controles (en la economía financiera, en la producción material, en la acumulación de riqueza, cargos o poder institucional, en la generación de impactos sobre los ecosistemas…) comenzarán a gozar de mucho mayor prestigio las marcas electorales que planteen abiertamente la necesidad de la limitación y el control en todos los aspectos anteriores, así como en el reparto efectivo del poder realmente existente.

– Las opciones políticas exitosas parten del apego al terreno, se anclan en lo local, para (a partir de ahí) elevarse progresivamente hacia lo global. Etiquetar esto como izquierda o derecha resulta, cuanto menos, ineficiente como estrategia de comunicación orientada al crecimiento significativo en el número de apoyos y en el respaldo popular que pudiera llegar a alcanzar una determinada marca electoral. La variable fundamental para predecir su éxito en las urnas vendrá determinada por la credibilidad del proyecto y sus candidat@s, por la capacidad de empatizar con la gente corriente y, sobre todo, por la carga de ilusión por el cambio que puedan llegar a generar las propuestas de acción que se lanzan a la ciudadanía. Dejar que cada cual decida que etiqueta usar para definir el perfil ideológico implícito en dicha propuesta parecer ser la estrategia más inteligente. Ahora mismo no son «frentes de izquierda» lo que necesitamos. Desde el punto de vista de la comunicación política nos serán mucho más útiles las «alianzas ciudadanas», frentes del 99% generadores de nuevos imaginarios colectivos y nuevos modelos de sociedad que tengan en el reparto efectivo y horizontal del poder su principal brújula ideológica. En donde algunos verán una peligrosa radicalidad izquierdista otr@s veremos una nueva racionalidad centrista, humanista y post-capitalista sólidamente asentada en el más diáfano sentido común.

abril 8, 2014

Otra Economía es Posible

La Revista Alternativas Económicas (http://alternativaseconomicas.coop/) ha publicado como número especial de 2014 un interesante trabajo titulado «33 Alternativas para vivir de otra manera». Se trata, nada menos, que de un listado de unas 170 propuestas concretas, agrupadas en 33 sectores, para cubrir nuestras necesidades cotidianas a través de cooperativas y pequeñas iniciativas de producción y servicios desvinculadas de la tradicional lógica capitalista que se nos trata de imponer como único modelo posible. El futuro ya está aquí y está en nuestra mano comenzar a hacer las cosas de otra manera desde ya. Las ideas cubren un amplio espectro de necesidades:

  • Finanzas (Cuentas corrientes, crowdfunding, aval mancomunado personal, seguros, monedas alternativas, títulos participativos)
  • Hogar (Cesión de uso, desahucios, energía, telecomunicaciones)
  • Cultura (Cine, teatro, librerías, medios de comunicación, redes sociales, juegos de mesa, festivales)
  • Consumo (Moda limpia, comercio justo, reciclado, grupos de consumo, producción ecológica)
  • Servicios (Bancos de tiempo, madre de día, residencia de gente mayor, mensajería ecológica, intercambio de casa, compartir coche, bicing, bicis reconstruidas)
  • Laboral (cooperativa, empresa recuperada, coworking)

33 Alternativas para vivir de otra manera

A título de ejemplo dejamos aquí la primera página de las 4 que componen el índice. Recomendamos la adquisición directa o la suscripción a esta destacable publicación

alternativas_1_800

 

enero 30, 2014

Foro Social Mundial de Madrid – 2014

fsm-madrid-2014

Programa FSM-Madrid 2014

 

Entre los días 28 al 30 de Marzo tendrá lugar en el Centro Social Autogestionado «La Tabacalera» (C/ Embajadores 53) de Madrid un Foro Social (FSMM 2014) con las siguientes líneas de trabajo:
• Articulación de las luchas entre diferentes colectivos, grupos, mareas, asambleas y personas a nivel individual.
• Conexión de acciones, luchas y resistencias a nivel local en un marco de cambio global.
• Creación de relaciones y redes a nivel local, nacional e internacional.
• Construcción y visibilización de alternativas.

Entre los numerosos grupos que están mostrando implicación en la organización de este evento podemos destacar a UMOYA, Asamblea Popular de Arganzuela, Comité Oscar Romero, Mujeres de Negro, Asamblea 15M Tetuán, Economistas sin Fronteras, OXFAM, Alternativas desde Abajo, Ingenieros SinFronteras Madrid, Fundación de Cultura Islámica, Asociación ECOSTJ, Colectiva Generando, Tabacalera y personas independientes. Toda la información actualizada con actas, previsión de talleres, contactos, formularios de inscripción, etc., puede encontrarse en la web de la asamblea del Foro Social Mundial de Madrid.

También se encuentra ya lanzado el proceso para el Foro Social Catalán que se celebrará entre los días 11 al 13 de Abril en Barcelona.

¡Adelante compañer@s!. ¡Sí se puede!. Otro Mundo es Posible.

enero 3, 2014

Apuntes básicos para crear la Democracia en el siglo XXI

alternativas_desde_abajoYa estamos en 2014 y es un buen momento para recapitular brevemente el conocimiento adquirido en estos últimos años sobre las carencias estructurales de nuestra sociedad y sobre las líneas de acción necesarias para construir una democracia real. En campos como la representatividad, las finanzas, la ecología, el trabajo y la manera de admnistrar los recursos la confrontación entre los intereses de las élites y los de las mayorías sociales se ha hecho más y más visible, creando un frente de resistencias con grandes y sorprendentes líneas comunes en los cinco contienentes. Desde Brasil hasta Egipto, desde Bahrein hasta Islandia un pulso contra la opresión no ha dejado de sentirse, dibujando tres grandes ejes de propuestas para la emancipación de los pueblos y para la transición hacia un cambio de época.

1. Democracia participativa. Frente a la crisis de representatividad de los sistemas políticos tradicionales se han abierto demandas claras de democracia directa, que ayuden a superar el estado permanente de minoría de edad impuesta a la ciudadanía y su tutela forzosa por parte de conglomerados partitocráticos delegados que nunca respetan los compromisos adquiridos en periodos electorales y que solo sirven a los intereses de lás élites económicas que detentan el poder de forma totalitaria, en lo que ha venido a llamarse «feudalismo financiero». Este nuevo poder del pueblo, en el que las nuevas tecnologías pueden servir de ayuda, está comenzando a ensayarse en forma de iniciativas legislativas ciudadanas, wikiproyectos legislativos, consultas vinculantes, listas abiertas con referendums revocatorios de mandato, reformas de leyes electorales para la democracia inclusiva, consejos deliberativos, asambleas populares con capacidad de autogestión, procesos transparentes de rendición de cuentas, blindajes normativos contra la corrupción, gestación de nuevas soberanías y empoderamientos ciudadanos, organizaciones políticas horizontalistas o presupuestos participativos.

2. Economía al servicio de las personas. El segundo eje de confrontación y de construcción de alternativas está apuntando con fuerza al terreno de la democracia económica y al desarrollo de un nuevo concepto de banca pública, ética y colectiva, con una auditoría profunda de la deuda pública frente a la socialización criminal de la deuda privada, con iniciativas de renta básica universal, con nuevas monedas complementarias, con la persecución comprometida de los paraísos fiscales, la limitación de grandes patrimonios o las cooperativas integrales de producción y consumo.

3. Gestión del procomún. Frente a la mercantilización agresiva de las bases indispensables para la vida (sanidad, educación, alimentación, vivienda, recursos naturales, conocimiento) se abre paso con fuerza la idea de que sin una gestión común, compartida, responsable y democrática de lo que es de tod@s no será posible la construcción de un futuro sostenible para el planeta. Más allá del Mercado y del Estado está lo Común (mares, ríos, montañas, subsuelo, aire, lenguas, cultura, tierra, saberes…) Poner el control y la posesión de todo eso en manos de unos pocos es visto cada vez más como el inicio de la más terrible de las dictaduras y por ello no va a ser permitido. La gestión del procomún también incluye una perspectiva ecológica y sosteniblemente decrecentista del uso de las energías y de los recursos materiales no renovables. Una visión redistributiva de los bienes disponibles y de las obligaciones propias de su conservación, comenzando por el reparto justo del trabajo y del salario, que supere las tradicionales visiones jerárquicas, etnocéntricas y patriarcales, se abre camino en nuestro imaginario colectivo.

Estos son los grandes retos y las vías de solución que tenemos por delante. «Sí se puede». Entre todas y todos vamos a construirlo en los próximos años. Feliz 2014

PD. Esta entrada está inspirada en el muy recomendable documento «Cambio de época. ¿Cambio de rumbo?» de los profesores Jesús Sanz y Oscar Mateos.

diciembre 11, 2013

¿Cómo cambiar hacia sociedades sostenibles? (III)

En una entrada anterior comentamos la necesidad inaplazable de construir un nuevo marco de pensamiento que supere la visión decimonónica de la economía basada en la idea de la conquista de un «mundo vacío» que debe ser dominado y explotado por el hombre hacia un planteamiento de «mundo lleno» que debe ser conservado y mejorado con citerios de racionalidad, partiendo del conocimiento profundo de su funcionamiento y de sus límites.

Ante la encrucijada actual de la crisis sistémica se enumeraban cinco problemas y cinco vías de solución:

problemasEl diseño de un futuro sostenible pasa por cambiar las antiguas preguntas (pensadas por Locke, Smith, Benthan, Mill o incluso Marx en un contexto histórico-filosófico de “mundo vacío”, propio de los siglos XVIII y XIX) por nuevas preguntas, adaptadas al muy diferente contexto actual de “mundo lleno”. Solo así podremos hallar las respuestas apropiadas a la realidad presente del siglo XXI. Las nuevas preguntas deben ser articuladas dentro de los principios que nos permitirán afrontar los cinco grandes problemas formulados anteriormente, que pasamos a analizar:

 huella_ecologica_pies11. Principio de gestión racional de la demanda:

Ante el “problema de escala”, es decir, de haber “llenado” el mundo de personas y de objetos artificiales, la pregunta ahora ya no es “¿cómo satisfacer una demanda de recursos naturales siempre en aumento?”, sino más bien: ¿cuáles son los límites biosféricos en lo que se refiere a fuentes –de recursos naturales y energía— y a sumideros –de residuos y contaminación–, y cómo ajustamos el impacto humano de manera que permanezcamos dentro de esos límites?. Como se ve, la inversión de perspectiva es completa: en un “mundo lleno”, la idea de soberanía del consumidor es anacrónica. En lugar de ello, los poderes públicos democráticos deben diseñar estrategias de gestión racional de la demanda en campos tan diversos como consumo de energía, consumo de agua, transportes, consumo de carne y pescado, uso de recursos minerales, etc., para no superar los límites de sustentabilidad. El término “racionamiento” aún asusta porque nos remite a momentos históricos de miseria y guerra. Sin embargo un afrontamiento responsable de nuestro presente y nuestro futuro nos coloca inevitablemente ante la idea de autorregulación individual y colectiva, o de limitación cuantitativa en aspectos tales como población, tecnología, prácticas sociales, acumulación de posesiones materiales de uso individual y, en general, imaginario cultural sobre qué entendemos por “vida buena”. Lejos de hallarnos ante los problemas “ingenieriles” de conseguir siempre más agua, energía, alimentos, sistemas de eliminación de residuos, etc., en realidad tenemos sobre todo que resolver problemas filosóficos, políticos y económicos que se refieren a la autogestión colectiva de las necesidades y los medios para su satisfacción. En un “mundo lleno”, no se trata ya de un (imposible) aumento indefinido de la oferta, sino de gestionar de manera global, equilibrada, racional y equitativa la demanda.

2. Principio de Biomímesis:

El cambio de pregunta aquí iría desde el ¿Cómo dar solución a una determinada necesidad humana de manera que sea susceptible de generar un rédito monetario? a ¿Cómo la naturaleza y los ecosistemas darían solución a este problema?. Esta nueva perspectiva nos ayudará a afrontar el «problema de diseño» de nuestro actual sistema sociopolítico. Desde hace decenios, ecólogos como Ramón Margalef, H. T. Odum o Barry Commoner han propuesto que la economía humana debería imitar la “economía natural” de los ecosistemas. El concepto de biomímesis hace referencia a esta idea de imitar a la naturaleza a la hora de reconstruir los sistemas productivos humanos, con el fin de hacerlos compatibles con la biosfera. No es que exista ninguna agricultura, industria o economía “natural” sino que, al tener que reintegrar la tecnosfera en la biosfera, el hecho de estudiar cómo funciona la segunda nos orientará sobre el tipo de cambios que necesita la primera. La biomímesis es pues una estrategia de reinserción de los sistemas humanos dentro de los sistemas naturales. Estos sistemas, orientados siempre a la compensación de los desequilibrios, podrían describirse en base a diez propiedades básicas:

1. Funcionan a partir de la luz solar. + 2. Usan solamente la energía imprescindible. + 3. Adecúan forma y función. + 4. Lo reciclan todo. + 5. Recompensan la cooperación. + 6. Acumulan diversidad. + 7. Contrarrestan los excesos desde el interior.  + 8. Utilizan la fuerza de los límites. + 9. Aprenden de su contexto. + 10. Cuidan de las generaciones futuras.

Y la naturaleza es la única empresa que nunca ha quebrado en sus 4.000 millones de años de existencia . Esta empresa se basa en un tipo de “economía” cíclica, totalmente renovable y autorreproductiva, sin residuos, y cuya fuente de energía es inagotable en términos humanos: la energía solar en sus diversas manifestaciones (que incluye, por ejemplo, el viento y las olas). En esta economía cíclica natural cada residuo de un proceso se convierte en la materia prima de otro: los ciclos se cierran. Por el contrario, la economía industrial capitalista desarrollada en los últimos dos siglos, considerada en relación con los flujos de materia y de energía, es de ejecución lineal: los recursos quedan desconectados de los residuos, los ciclos no se cierran. No se trata de que lo natural supere moral o metafísicamente a lo artificial: es que exhibe un funcionamiento más ajustado a los límites de la realidad porque lleva bastante más tiempo de rodaje.

 (Basado en ¿Cómo cambiar hacia sociedades sostenibles? Reflexiones sobre biomímesis y autolimitación. de Jorge Riechmann.)

[Continúa y finaliza aquí: ¿Cómo cambiar hacia sociedades sostenibles? (y IV)]

diciembre 9, 2013

¿Cómo cambiar hacia sociedades sostenibles? (II)

mundo-llenoEn la entrada anterior intentamos contraponer la visión primitiva del «mundo vacío», sobre la cual se construyó todo el edificio teórico y filosófico del liberalismo económico que aún pervive, frente a la visión del «mundo lleno», mucho más propia y adaptada al mundo del Siglo XXI. La visión del «mundo vacío» trae inevitablemente aparejada una serie de profundos problemas, para los cuales el propio modelo del pensamiento económico decimonónico carece de respuestas viables. Enumeremos algunos de ellos:

1. Hemos “llenado” el mundo no solo en términos de número de personas sino también en términos materiales, saturando el espacio ecológico (como nos ha hecho ver el economista ecológico Herman E. Daly desde hace más de dos decenios). A esto podemos denominarlo el problema de escala.

2. Nuestra tecnosfera está mal diseñada, y por eso –como nos enseñó el biólogo Barry Commoner hace más de treinta años— se halla “en guerra” con la biosfera. A esto lo llamaremos el problema de diseño.

3. Además, somos terriblemente ineficientes en nuestro uso de las materias primas y la energía como han mostrado, entre otros, Lovins y Ernst Ulrich. Denominaremos a esto el problema de eficiencia.

4. Nuestro poderoso sistema ciencia/técnica (que ahora podemos cabalmente llamar tecnociencia, tal y como insiste Javier Echeverría) anda demasiado descontrolado porque está pilotado por intereses particulares y no por intereses generales. Cabe referirnos a ello como el problema fáustico.

5. Iniciar soluciones para los cuatro problemas anteriores podría bastar para pacificar nuestras relaciones con la naturaleza, pero no para lograr un espacio humano convivencial y habitable. Una sociedad que fuera capaz de solucionar los cuatro problemas anteriores podría mantener, sin embargo, grados extremos de desigualdad social o de opresión sobre las mujeres. Podrían existir, por tanto, sociedades ecológicamente sustentables que fuesen al mismo tiempo ecofascistas y/o ecomachistas. El grado de desigualdad social que hoy prevalece en el mundo es históricamente inaudito, sigue en aumento y conduce a un terrible desastre. No es tolerable –ni tampoco viable a la larga– que más del 80% de los recursos del mundo estén en manos de menos del 20% de la población. A este último lo llamaremos el problema de la desigualdad.

Para explorar un camino de sostenibilidad debemos partir de un diagnóstico general de la enfermedad, que está ya esbozado. A partir de ahí se trataría de proponer un tratamiento que podríamos resumir en 5 principios básicos, cada uno de ellos preferentemente vinculado a uno de los problemas enumerados:

1. Problema de escala: Hemos “llenado” el mundo de personas, objetos, residuos, construcciones, fábricas, etc. –> Vía de solución: Principio de gestión de la demanda.

2. Problema de diseño: Nuestros mecanismos de tecnoproducción están mal planteados –> Vía de solución: Principio de biomímesis

3. Problema de eficiencia: Somos energéticamente ineficientes –> Vía de solución: Principio de ecoeficiencia

4. Problema fáustico: Nuestra poderosa tecnociencia está descontrolada –> Vía de solución: Principio de precaución

5. Problema de la desigualdad: El modelo económico imperante conduce inevitablemente a una desigualdad socio-económica entre individuos disparada –> Vía de solución: Principio de igualdad social

(Basado en ¿Cómo cambiar hacia sociedades sostenibles? Reflexiones sobre biomímesis y autolimitación. de Jorge Riechmann.)

(Continúa aquí – Parte III)

julio 15, 2013

Forcades, Oliveres y el manifiesto constituyente

teresa-forcadesLeer y escuchar a la monja benedictina Teresa Forcades nos reafirma en el convencimiento de que el problema no está en las religiones sino en las jerarquías y cúpulas que las secuestran y manipulan en su exclusivo provecho. Una religiosidad bien entendida que queda indisolublemente trenzada con un relato político libertario nos proyecta hacia el futuro.

Teresa Forcades: Si nos meten en prisión ya vendréis a contarlo

Adjuntamos el manifiesto de los 10 puntos con el que están creando un movimiento transversal, humanista, libertario y postcapitalista en Cataluña y, de camino, en el resto del estado:

1. Expropiación de la banca privada, defensa de una banca pública y ética, freno a la especulación financiera, fiscalidad justa, auditoría de la deuda e impago de la deuda ilegítima.

2. Salarios y pensiones dignas, no a los despidos, reducción de la jornada laboral y reparto de todos los trabajos, incluido el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado.

3. Democracia participativa, reforma electoral, control de los cargos electos, eliminación de los privilegios de los políticos y lucha decidida contra la corrupción.

4. Vivienda digna para todos, moratoria de los desahucios y dación en pago retroactiva.

5. No a las privatizaciones, reversión de todos los recortes y potenciación del sector público bajo control social.

6. Derecho al propio cuerpo y no a la violencia de género.

7. Reconversión ecológica de la economía, expropiación y socialización de las empresas energéticas y soberanía alimentaria.

8. Derechos de ciudadanía para todos, no a la xenofobia y derogación de la legislación de extranjería.

9. Medios de comunicación públicos bajo control democrático, software y red libre y desmercantilización de la cultura.

10. Solidaridad internacional, no a la guerra, y por una Cataluña sin ejército y fuera de la OTAN.

Nos encontramos en una encrucijada histórica donde es necesario dar un paso adelante y reunir fuerzas. Hacemos un llamamiento a la ciudadanía de Cataluña a firmar este manifiesto y a ayudar a construir entre todos esta iniciativa de cambio a favor de un modelo social, económico y político igualitario y participativo que se niega a separar la Libertad de la Justicia y de la Solidaridad.

Arcadi Oliveres y Teresa Forcades

10 de abril 2013

junio 18, 2013

La insuficiencia de #laizquierda como ariete contra el poder

Marcos que estrechan nuestras mentes y nos impiden inventar una nueva realidad

Marcos que estrechan nuestras mentes y nos impiden inventar una nueva realidad

El campo de la lingüística cognitiva aplicado a la política ha sido estudiado por diversos autores a lo largo de las últimas décadas. Uno de ellos es el  estadounidense George Lakoff, que publicó en 2004 su famoso libro «No pienses en un elefante«. En ese texto podemos leer:

Los marcos son estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo. En política nuestros marcos conforman nuestras políticas sociales y las instituciones que creamos para llevar a cabo dichas políticas. Cambiar nuestros marcos es cambiar todo esto (…) El cambio de marco es cambio social. Los marcos de referencia no pueden verse ni oírse. Forman parte de lo que los científicos cognitivos llaman el «inconsciente cognitivo» —estructuras de nuestro cerebro a las que no podemos acceder conscientemente, pero que conocemos por sus consecuencias: nuestro modo de razonar y lo que se entiende por sentido común. Todas las palabras se definen en relación a marcos conceptuales. Cuando se oye una palabra, se activa en el cerebro su marco (o su colección de marcos). Cambiar de marco es cambiar el modo que tiene la gente de ver el mundo. Es cambiar lo que se entiende por sentido común. Puesto que el lenguaje activa los marcos, los nuevos marcos requieren un nuevo lenguaje. Pensar de modo diferente requiere hablar de modo diferente.

Lakoff cita en su libro algunos ejemplos de marcos (frames), como el del «padre estricto que debe inculcar disciplina a sus hijos despilfarradores». El «amor a la patria», el «alivio fiscal» y la «ineficiencia de lo público» o «la guerra contra el terror» podrían ser otros ejemplos de estos marcos. Los marcos eficaces deben ser potentes y totalizadores, sin dejar resquicios ni espacios para dudas o malinterpretaciones. Los marcos apelan a la dimensión más emocional y menos racional del pensamiento humano. Lo más inquietante de los marcos cognitivos es que condicionan una gran cantidad de nuestras acciones políticas hasta tal punto que unos marcos inadecuados conseguirán que optemos incluso por propuestas ideológicas que van en contra de nuestros intereses individuales o colectivos, llegando a inducir ciertas formas de autoagresión. Será muy difícil convencer a un rival político ofreciéndoles datos o hechos, como tendemos a intentar una y otra vez, porque cuando entren en confrontación con sus marcos cognitivos dichos datos serán repelidos de manera refleja al no poder ser integrados en su estructura previa de pensamiento. Los datos se eliminan, los marcos permanencen. Es como si los marcos cognitivos «impermeabilizaran» nuestra mente, de ahí su enorme trascendencia y utilidad como estrategia de control social. Por supuesto el fabricar o desmontar estos marcos de pensamiento no es una tarea fácil ni rápida. Se necesitan décadas de concienzudo trabajo en una lucha que debe ser librada en todos los frentes. Los gramscianos Joaquín Miras y Joan Tafalla lo explican bien en su artículo «la_izquierda_como_problema«, recientemente publicado en la web sinpermiso, llegando a la grave conclusión de que casi todo está por hacer.

Pensamos que tanto Lakoff como Miras y Tafalla están en lo cierto. Nosotros añadimos que el marco que nos hace contemplar el debate político en términos de izquierdas contra derechas no nos permite seguir avanzando porque introduce confusión en lugar de claridad a la hora de formular unos objetivos estratégicos que nos ayuden a garantizar la sostenibilidad de nuestra especie. Vaya por delante nuestro absoluto respeto hacia la inmensa mayoría de las ideas que suelen ser consideradas «de izquierdas» como la igualdad, la justicia, la fraternidad universal o el respeto a la diversidad, las cuales siempre hemos defendido en esta bitácora. Sin embargo a partir de este punto todo se enturbia y nos vemos poco a poco sumergidos en un terreno ambiguo y pantanoso. No en vano solemos escuchar términos como «verdadera izquierda» para ponernos en alerta contra las «falsas izquierdas». Pero incluso dentro de eso que llaman «verdadera izquierda» también encontraremos una gran cantidad de planteamientos que pueden llegar a resultar incluso antagónicos. Da la sensación de que el sistema ha descubierto que hay algo mucho más eficaz que quemar la bandera del enemigo: parasitarla, cooptarla y apropiarse de su patrimonio sin destruir el símbolo. Y,en gran parte, es justamente eso lo que ha hecho el sistema con esa manoseada etiqueta sociológica llamada «la izquierda».

¿Por qué pensamos, modestamente, que la etiqueta #laizquierda ya no resulta útil como palanca eficaz para la superación del orden social existente?

  • La etiqueta política #laizquierda se ha quedado pequeña para dar cabida a la enorme envergadura del proyecto y el desafío que supone actualmente la indispensable superación del capitalismo como sistema totalitario para el control, organización y explotación de los recursos planetarios.
  • La etiqueta política #laizquierda se ha revelado insuficiente para movilizar e ilusionar a toda una pléyade de nuevos actores sociales que emergen en múltiples ámbitos de la vida cultural, política, económica e intelectual de la sociedad global en el S XXI.
  • La etiqueta política #laizquierda no ha sido capaz de proporcionar nuevas respuestas a los viejos dilemas que siguen campeando aún imbatidos sobre la arena del pensamiento político y filosófico del tiempo presente. No ha sido capaz, ni en cuanto a la fijación de los objetivos (¿reformar el capitalismo o derruirlo?, ¿fortalecer el estado o disolver al estado?, ¿potenciar nacionalismos identitarios o internacionalismos obreros?, ¿levantar barreras arancelarias o comerciar sin trabas ni fronteras?, ¿subir impuestos o eliminar impuestos?, ¿producir o decrecer?) ni en cuanto al establecimiento de los métodos organizativos (¿horizontalismo o verticalismo?, ¿bases o vanguardias?, ¿partidos políticos o movimientos sociales?, ¿voto electoral o acción ciudadana?, ¿pacifismo o barricada?, ¿autoridad o libertarismo?)…
  • La etiqueta política #laizquierda introduce división en la sociedad, marasmo en el pensamiento y ambigüedad en la estrategia. ¿Cómo es posible apelar a la unidad desde un concepto tan tremendamente difuso?

brieva_700Entendemos que superar el marco de análisis izquierdas-derechas nos llevará dećadas ya que de lo que se trata es, nada más y nada menos, que de construir un nuevo sujeto político, un nuevo soberano a partir de un pueblo empoderado que tome en sus manos de manera directa el control político de la sociedad y que defienda la democracia de manera radical. Es ese el gigantesco reto que nos plantean Miras y Tafalla en el artículo anteriormente citado. Pensamos que para abordar esta hercúlea tarea debemos dotarnos de nuevos marcos de análisis del tipo libertarismo vs autoritarismo, horizontalismo vs verticalismo, humanismo vs capitalismo, reparto vs acumulación , feminismo vs patriarcado, ecologismo frente a productivismo ecocida, conciencia vs alienación o incluso espiritualidad vs nihilismo. Los ejemplos podrían ser innumerables, siempre por supuesto desde el más absoluto respeto y agradecimiento al legado de los grandes pensadores libertarios de todos los tiempos y de las voces altermundistas más contemporáneas. Búsqueda de unidad política, por supuesto que sí, pero desde nuevas etiquetas y nuevos marcos para la acción que muestren objetivos y métodos más claros, inequívocos y pacíficamente revolucionarios.

junio 11, 2013

Sociedad vertical, modelo autoritario

En la cúspide los grandes propietarios, directivos de multinacionales y terratenientes. Debajo los políticos profesionales, más abajo l@s trabajadores remunerados y por últimos, la clase más numerosa, l@s trabajador@s precarizad@s, invisibles o esclavizad@s precarizados.

En la cúspide los grandes propietarios, directivos de multinacionales y terratenientes. Debajo los políticos profesionales y burocracias de gestión a su servicio, más abajo l@s trabajadores remunerados y por último, la clase más numerosa e importante: l@s trabajador@s precarizad@s, invisibilizad@s o esclavizad@s sobre cuyos hombros descansa todo el sistema.

La sociedad vertical hace alusión a un modelo organizativo en donde los seres humanos se dividen en clases, capas o estratos que se van apilando estructuralmente unos sobre otros. Es fuertemente piramidal y jerárquica, de manera que los estratos superiores incluyen cada vez a un menor número de individuos que, a su vez, ejercen un cada vez mayor control político y económico sobre las capas sociales inferiores. Su hilo conductor es la explotación y la posición de dominio que las clases altas ejercen sobre todas las capas o clases sociales que van quedando por debajo de la suya. Una característica definitoria de este modelo es la legitimación social de la desigualdad como algo lógico, natural e inevitable, y el autoritarismo que las élites ejercen sobre los subordinados para mantener la estabilidad del sistema y, por consiguiente, su propia matriz de privilegios. La sociedad vertical no es de izquierdas ni derechas, ya que en la historia podemos contemplar numerosos ejemplos de este tipo de sociedades bajo unos supuestos parámetros de búsqueda de la igualdad o, incluso, de una hipotética eliminación del control de los medios de producción por parte de la plutocracia. También existen numerosos ejemplos de sociedades verticales construidas a partir de unas premisas de supremacía étnica, cultural, patriótica o religiosa de unas clases sociales o grupos identitarios, en detrimento de otros. La sociedad en la que vivimos se compadece bien con una sociedad vertical, en nuestro caso ordenada en base a una dimensión básicamente monetaria y de propiedad privada de bienes materiales. Conceptos tales como jerarquía de mando, competitividad, liderazgo, control, autoridad o hegemonía cultural son ideas-fuerza que impregnan, a veces de manera implícita y otras de forma completamente explícita, toda esta cosmovisión. En la sociedad vertical el fin justifica los medios, medios que pueden llegar a presentar una total ausencia de ética, siempre que nos permitan ejercer el control funcional sobre las clases inferiores. En cierta forma podríamos hablar de una sociedad empalada por el eje vertical del dinero, la riqueza y el poder privado, ejercido por parte de una élite, clase, nomenklatura, comité, familia, clan o individuo.

Como contrapunto a esta forma de organización social podríamos hablar de sociedad horizontal, construida bajo unas líneas maestras de carácter social, político, jurídico, económico y discursivo completamente diferentes. Los principios básicos, en este caso, son la toma de decisiones abierta y participativa, el apoyo mutuo, el respeto, la transparencia, la distribución y reparto escrupuloso del poder, la sólida fundamentación ética de las leyes, la salvaguarda a los derechos de todos los individuos como seres dotados de dignidad, y sobre todo, la supremacía moral absoluta de los medios sobre los fines. Ningún fin, por muy loable que pudiera parecer, puede justificarse si para su consecución hubiera que acudir a métodos que colisionen con la dignidad inalienable de los seres humanos más vulnerables. La sociedad horizontal tampoco es de izquierdas ni de derechas. Es simplemente un proyecto altermundista, humanista y libertario, un proyecto postcapitalista de emancipación respecto a todo tipo de derivas autoritarias o formas de explotación y dominación de unas clases, capas o estratos sociales sobre los demás. No se trata de decidir entre izquierdas o derechas. Se trata, más bien, de elegir entre una democracia que emerge frente al sueño distópico y totalitario de un poder opresor, entre un presente corrupto y decadente anclado en el pasado o un futuro sostenible y humanista para nuestra especie.

marzo 30, 2013

Declaración de la Asamblea de los Movimientos Sociales – FSMundial Túnez 2013

people-gather-for-the-world-social-forum-2013-in-tunisTúnez, 29 de marzo de 2013.
Nosotras y nosotros, reunidos en la Asamblea de Movimientos Sociales, realizada en Túnez durante el Foro Social Mundial 2013, afirmamos el aporte fundamental de los pueblos del Magreb-Mashreck (desde el África del Norte hasta el Medio Oriente) en la construcción de la civilización humana. Afirmamos que la descolonización de los pueblos oprimidos es un gran reto para los movimientos sociales del mundo entero.
En el proceso del FSM, la Asamblea de los Movimientos Sociales es el espacio donde nos reunimos desde nuestra diversidad para juntos construir agendas y luchas comunes contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo y todo tipo de discriminación y opresión. Hemos construido una historia y un trabajo común que permitió algunos avances, particularmente en América Latina, donde logramos frenar alianzas neoliberales y concretar alternativas para un desarrollo socialmente justo y respetuoso de la naturaleza. Juntos, los pueblos de todos los continentes libramos luchas donde nos oponemos con gran energía a la dominación del capital, que se oculta detrás de la promesa de progreso económico del capitalismo y de la aparente estabilidad política.
Ahora, nos encontramos en una encrucijada donde las fuerzas conservadoras y retrógradas quieren parar los procesos iniciados a dos años de sublevación popular en la región del Magreb-Mashrek que ayudó a derrumbar dictaduras y a enfrentar el sistema neoliberal impuesto sobre los pueblos. Estas sublevaciones contagiaron a todos los continentes del mundo generando procesos de indignación y de ocupación de las plazas públicas. Los pueblos de todo el mundo sufrimos hoy los efectos del agravamiento de una profunda crisis del capitalismo, en la cual sus agentes (bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones internacionales y gobiernos con el neoliberalismo) buscan potenciar sus beneficios a costa de una política intervencionista y neocolonialista. Guerras, ocupaciones militares, tratados neoliberales de libre comercio y “medidas de austeridad” expresadas en paquetes económicos que privatizan los bienes comunes y los servicios públicos, rebajan salarios, reducen derechos, multiplican el desempleo, aumentan la sobrecarga de las mujeres en el trabajo de cuidado y destruyen la naturaleza. Estas políticas afectan con intensidad a los países más ricos del Norte, aumentan las migraciones, los desplazamientos forzados, los desalojos, el endeudamiento, y las desigualdades sociales como en Grecia, Chipre, Portugal, Italia, Irlanda y en el Estado Español. Ellas refuerzan el conservadurismo y el control sobre el cuerpo y la vida de las mujeres. Además, tales agentes intentan imponernos la “economía verde” como solución para la crisis ambiental y alimentaria, lo que además de agravar el problema, resulta en la mercantilización, privatización y financiarización de la vida y de la naturaleza.
Denunciamos la intensificación de la represión a los pueblos en rebeldía, el asesinato de las y los líderes de los movimientos sociales, la criminalización de nuestras luchas y de nuestras propuestas. Afirmamos que los pueblos no debemos seguir pagando por esta crisis sistémica y que no hay salida dentro del sistema capitalista. Aquí en Túnez, reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de una estrategia común para derrocar el capitalismo.

Por eso, luchamos:
* Contra las transnacionales y el sistema financiero (el FMI, el BM y la OMC), principales agentes del sistema capitalista, que privatizan la vida, los servicios públicos, y los bienes comunes, como el agua, el aire, la tierra, las semillas, y los recursos minerales, promueven las guerras y violaciones de los derechos humanos. Las transnacionales reproducen prácticas extractivistas insostenibles para la vida, acaparan nuestras tierras y desarrollan alimentos transgénicos que nos quitan a los pueblos el derecho a la alimentación y eliminan la biodiversidad.
* Luchamos por la anulación de la deuda ilegítima y odiosa que hoy es instrumento de represión y asfixia económica y financiera de los pueblos. Recusamos los tratados de libre comercio que las transnacionales nos imponen y afirmamos que es posible construir una integración de otro tipo, a partir del pueblo y para los pueblos, basada en la solidaridad y en la libre circulación de los seres humanos.
* Por la justicia climática y la soberanía alimentaria, porque sabemos que el calentamiento global es resultado del sistema capitalista de producción, distribución y consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras internacionales y gobiernos a su servicio no quieren reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Denunciamos la “economía verde” y rechazamos todas las falsas soluciones a la crisis climática como los agrocombustibles, los transgénicos, la geo-ingeniería y los mecanismos de mercado de carbono, como REDD, que ilusionan a poblaciones empobrecidas con el progreso, mientras privatizan y mercantilizan los bosques y territorios donde han vivido miles de años.
* Defendemos la soberanía alimentaria y la agricultura campesina, que es una solución real a la crisis alimentaria y climática y significa también acceso a la tierra para la gente que la vive y la trabaja. Por eso llamamos a una gran movilización para frenar el acaparamiento de tierras y apoyar las luchas campesinas locales.
* Contra la violencia hacia las mujeres, que es ejercida con regularidad en los territorios ocupados militarmente, pero también contra la violencia que sufren las mujeres cuando son criminalizadas por participar activamente en las luchas sociales. Luchamos contra la violencia doméstica y sexual que es ejercida sobre ellas cuando son consideradas como objetos o mercancías, cuando la soberanía sobre sus cuerpos y su espiritualidad no es reconocida. Luchamos contra el tráfico de mujeres, niñas y niños. Defendemos la diversidad sexual, el derecho a autodeterminación de género, y luchamos contra la homofobia y la violencia sexista.
* Por la paz y contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de nuestros territorios. Denunciamos el falso discurso en defensa de los derechos humanos y de la lucha contra los integrismos, que muchas veces justifica ocupaciones militares por potencias imperialistas como en Haiti, Libia, Mali y Siria. Defendemos el derecho de los pueblos a su autodeterminación y a su soberanía como en Palestina, el Sahara Ocidental y en el Kurdistán.
* Denunciamos la instalación de bases militares extranjeras en nuestros terrritorios, utilizadas para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos naturales y promover dictaduras en varios países. Luchamos por la libertad de organizarnos en sindicatos, movimientos sociales, asociaciones y todas otras formas de resistencia pacífica. Fortalezcamos nuestras herramientas de solidaridad entre los pueblos como la iniciativa de boicot, desinversión y sanción hacia Israel y la lucha contra la OTAN y por la eliminación de todas las armas nucleares.altermundismo
* Por la democratización de los medios de comunicación masivos y por la construcción de medios alternativos, fundamentales para avanzar en el derrocamiento de la lógica capitalista. Inspirados en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora del pueblo en rebeldía, la Asamblea de los Movimientos Sociales convoca a todas y todos a desarrollar acciones coordinadas en nivel mundial en una jornada mundial de movilización. (Fecha a definir).
Movimientos sociales de todo el mundo, avancemos hacia la unidad a nivel mundial para derrotar al sistema capitalista. Basta de explotación, basta de patriarcado, racismo y colonialismo. ¡Viva la revolución!, ¡Viva la lucha de todos los pueblos!.

febrero 26, 2013

La HiperPolítica de M5S italiano

Los grandes medios de comunicación intentan demonizarlo con el nombre de «antipolítica», pero lo que predican se parece más bien a todo lo contrario. Sus resultados en las últimas elecciones italianas han sido espectaculares. Salvando todas las distancias es como si el movimiento de los indignados que surgió en el Estado español en 2011 se hubiera constituido en movimiento electoral, bajo la batuta de un lider con gancho mediático. El Movimento 5 Stelle defendió durante la campaña que no se conformaría con un buen resultado electoral: «Queremos que la sociedad cambie. Queremos una revolución cultural. El resto son discusiones ridículas. No se dan cuenta de lo que está sucediendo». Hay una exigencia social de Hiperdemocracia que está creciendo imparable y de la que sabremos mucho más dentro de tres o cuatro años. Los ciudadanos serán los que introduzcan esta nueva experiencia dentro de las instituciones. La herramienta base será la discusión y votación «online», mediante la interconexión masiva a través de Internet. También defienden el cierre de las puertas giratorias, la rotación de cargos y una política de transparencia radical y blindada contra las trampas y los tramposos.  Aspiran a disolver los elementos obtusos que hacen inaccesible la política al ciudadano medio, desmontar la estrategia de la confusión que impide a las personas entender los mecanismos que rigen la economía para así poder someterlas. La antipolitica es, más bien, la que vienen realizando durante décadas los partidos tradicionales y los grandes medios de desinformación.

Para entender mejor al M5S y a su cara mediática, Beppe Grillo, recomendamos este artículo de Cristina Barchi, publicado en eldiario.es. Ahora, a partir de este momento, la duda que flota en el ambiente es: ¿Podrá un movimiento basado en nuevos principio como la horizontalidad y la democracia real mantener la estabilidad y cohesión interna necesarias durante los próximos años sin descomponerse en múltiples movimientos centrífugos que le resten potencialidad?. El futuro, en todo caso, se presenta apasionante. Una ventana de oportunidad se está abriendo, con todo lo que ello supone tanto en el plano de la ilusión como en el de la incertidumbre. Lo próximo que veremos serán, posiblemente, los grandes pactos entre derechas e izquierdas para apuntalar la tambaleante centralidad capitalista. Bersani y Berlusconi se darán la mano ante «la gravedad de la situación». Aquí en el estado español no estamos lejos de ver al PPSOE sellar una gran «coalición nacional» de emergencia tras las próximas elecciones adelantadas. Pero ese solo será, quizás, el último paso antes del batacazo definitivo de este sistema corrupto y decrépito. La HiperPolítica y la HiperDemocracia de la que hablan movimientos como el M5S italiano piden paso, cada día, con una fuerza y legitimidad más incontenibles.

febrero 17, 2013

Proyectos de autogestión en el mundo del trabajo

cooperativismoEn contraposición con el extremado control organizativo que reina dentro del reducido ámbito de la gran empresa capitalista podemos contemplar en nuestros días una total ausencia de planificación en la producción global de bienes sociales. Un magnífico ejemplo de ello puede ser la producción de vivienda. El sistema capitalista no se encargó de planificar cuántas de ellas eran realmente las requeridas para cubrir las necesidades de la población. Nos contaron que el mercado lo haría por nosotr@s pero los hechos demuestran que el capitalismo no se mueve en función de las necesidades básicas de las personas sino, exclusivamente, por el afán de lucro ilimitado para un segmento muy reducido de la humanidad. Es de esta manera como se crean infinidad de “burbujas de sobreproducción”, que llenan el mercado de bienes invendibles mientras la mayor parte de la población se enfrenta al hambre y la miseria al verse privada progresivamente de sus empleos y sus ahorros. En esos momentos la propiedad capitalista se interpone violentamente entre los trabajadores y sus medios de subsistencia, demostrándose empíricamente que el fin último del sistema no es la satisfacción de necesidades vitales globales, la producción racional de bienes, ni siquiera la reproducción elemental de la vida sino, única y exclusivamente, el lucro monetario acumulativo de las élites propietarias. Las casas siguen estando ahí, pero el sistema no permite que sean habitadas por quienes las necesitan, los alimentos siguen estando disponibles en grandes cantidades pero no es permitido consumirlos. ¿Es posible un mayor grado de ineficiencia, despilfarro e irracionalidad en un sistema de gestión social?. La única solución, llegados a este punto, es darle la vuelta a las prioridades, poniendo por delante el reparto, la equidad, la horizontalidad organizativa o nuestra simple reproducción ecológica en detrimento del lucro monetario y su correspondiente acumulación.

Y es precisamente esto lo que ya están llevando a la práctica infinidad de pequeñas iniciativas de auotogestión en el mundo del trabajo y el consumo. Aparecen asociaciones horizontales de trabajador@s/consumidor@s que se relacionan bajo principios cooperativos en múltiples ámbitos de la vida que van desde la agricultura a la educación, pasando por el ámbito de los cuidados, el consumo, la energía o la cooperación integral. Uno de los principales objetivos, en este tipo de iniciativas, es hacer desaparecer en la mayor medida posible a los intermediarios, estableciendo una relación directa equitativa entre el productor del bien o servicio y el demandante del mismo. Se pretende, de esta forma, que el fruto del trabajo vaya directamente al trabajador@ sin que nadie se lo expropie por el camino. Los mayores expropiadores del valor asociado al trabajo ajeno son actualmente los bancos privados, las grandes superficies de distribución o las gigantescas empresas que tienden a controlar en su exclusivo beneficio enormes espacios de intercambios, expulsando de ellos a cualquier pequeño productor o comerciante. Esto se realiza mediante un proceso ascendente de concentración y oligopolio que para los grandes siempre resulta insuficiente y que genera enormes bolsas de hambre, deuda, miseria y escandalosa desigualdad en cada vez mayores masas de población, empujadas hacia el abismo de la más absoluta degradación humana o, en muchos casos, al suicidio inducido.

Esta característica de la nueva producción significa el alumbramiento de un mundo alternativo desde el punto de vista filosófico, jurídico, político, cultural e ideológico, en donde prima el reparto frente a la acumulación, el pequeño productor frente al grande, el trabajador frente al especulador, la horizontalidad frente al verticalismo y, en definitiva, la protección de la vida frente al instinto ciego y asesino del capital. Gracias a tod@s los que estáis construyéndolo cada día.

enero 15, 2013

Foro Social Mundial Túnez 2013: Ejes Temáticos

fsm-2013-tunez-logoEl pálpito de un nuevo e ilusionante FSM se siente ya cercano. Será del 26 al 30 de Marzo en Túnez. Estos serán sus 11 ejes temáticos, en torno a los cuales se desarrollarán sinergias y construcciones colectivas para un futuro compartido. La inscripción de actividades en el FSM 2013 en Túnez está abierta hasta el 20 de enero, a través del sítio http://www.fsm2013.org/es/registration.

1- Por una profundización radical de los procesos revolucionarios y de la descolonización en el sur y en el norte a través de nuevas expresiones sociales contra las dictaduras políticas y del mercado, y para el restablecimiento del derecho de los pueblos a decidir sobre su soberanía, sus recursos y su futuro.

2- Por un mundo sin hegemonías ni dominaciones imperialistas ejercidas a través de la deuda o de los tratados de libre comercio como herramienta de empobrecimiento, de la apropiación de riquezas y de la sumisión de los pueblos, de las sociedades transnacionales y del capital financiero, de la opresión patriarcal y de las desigualdades sistemáticas, y todo eso a causa de las políticas sociales neoliberales que son como máquinas de guerra contra los pueblos.

3- Por la construcción de nuevos universalismos -como respuesta a la crisis de la civilización y a la mercantilización de la vida-, fundados en la justicia medioambiental y el acceso universal y durable de la humanidad a los bienes comunes, la preservación del planeta como fuente de vida, en particular de la tierra, el agua, los bosques, las fuentes de energía renovables y de la biodiversidad, el respeto de los derechos de los pueblos indígenas, nativos, originales, autóctonos, y de las diásporas, de sus culturas, identidades, territorios, lengua y saberes.

4- Por una sociedad humana fundada sobre los principios y los valores de la dignidad, de la diversidad, la justicia y la igualdad entre todos los seres humanos, independientemente de su género, su cultura, la edad, las incapacidades, las creencias religiosas, y sobre el respeto de los derechos individuales y colectivos, civiles y políticos, económicos, sociales, culturales y medioambientales; y por la eliminación de toda forma de opresión y de discriminación basadas en el racismo, la xenofobia, el sistema de clases y la orientación sexual, entre otros.

5- Por la libertad de circulación y de establecimiento de todas y todos, en particular de los inmigrantes y de los buscadores de asilo, de las personas víctimas del tráfico de humanos, los refugiados, los pueblos indígenas, originarios, autóctonos, tradicionales y nativos, de las minorías, los pueblos bajo ocupación, los pueblos en situación de guerra y conflicto y por el respeto de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y medioambientales.

6- Por la justicia cognitiva: Por el derecho inalienable de los pueblos al patrimonio cultural de la humanidad, por la descolonización del pensamiento y la democratización del saber, de la cultura, de la comunicación y las tecnologías, y por el fin de los saberes hegemónicos y de la privatización de los saberes y la tecnología, y por un cambio fundamental del sistema de derechos de la propiedad intelectual y de la investigación científica.

7- Por la construcción de procesos democráticos de integración y de unión entre los pueblos, para que lleven a cabo sus aspiraciones a la dignidad y al bienestar, y que sean la respuesta a las estrategias de división y de hegemonía, y por la generalización de prácticas y de formas de solidaridad que refuercen la cooperación entre los pueblos.

8.- Por un mundo en paz en el que no exista la guerra como instrumento de dominación económica, política y cultural, ni las bases militares ni las armas nucleares, y en el que se respete el derecho de los pueblos a disponer de sus recursos, y protegiendo a los que viven en territorios ocupados, sin estado o en conflicto.

9.- Por un mundo democrático que garantice, sin discriminación, la participación de todos y todas en la vida y decisiones políticas y económicas en todos los niveles, local, nacional e internacional, en el marco de instituciones y de modelos de gobierno realmente democráticos, incluido el sistema de las Naciones Unidas y las instituciones financieras internacionales.

10.- Por la construcción de alternativas al capitalismo y a la mundialización neoliberal reguladas sobre la base de los principios de cooperación, de justicia fiscal y de la redistribución internacional de la riqueza, centrados en las necesidades fundamentales de los pueblos, privilegiando las nuevas maneras de producción, de consumo y de intercambio, utilizando las energías no nucleares y renovables, y prohibiendo los paraísos fiscales.

11.- El futuro del Foro: Por una reflexión colectiva sobre los movimientos sociales, el sentido de las nuevas luchas, además del proceso del Foro Social Mundial en él mismo, las perspectivas y estrategias a seguir para garantizar la realización de otro mundo posible y urgente para todos y todas

enero 9, 2013

El Procomún como espacio político: Bienvenidos al futuro

compartir_es_buenoEl concepto de Procomún (commons) hace referencia a todo aquello que es a la vez de tod@s y de nadie. Se trata de un espacio tangible y a la vez etéreo e inabarcable, una condición de posibilidad para la vida, una codiciada fuente de poder, materia, conocimiento y/o energía que intenta ser capturada por el Mercado y por el Estado en competencia contra pueblos y comunidades. El Procomún dibuja una frontera entre lo que puede y no puede ser vendido, escapando al ansia de omnipotencia inherente a la propiedad privada individual. El Procomún dibuja una línea de antagonismo con la Mercancía, en un límite dinámico, fluido y borroso, cuyos contornos son cambientes en función de cada momento histórico. Para que exista procomún debe existir un recurso y a la vez una comunidad necesitada de él que está dispuesta a autogestionarlo, conservarlo, administrarlo y reproducirlo buscando siempre el beneficio colectivo. Un procomún está salvaguardado por un grupo humano cuyo nexo es básicamente territoral, sea barrio, pueblo, nación o planeta. La clasificación del procomún suele establecer cuatro grandes ámbitos, solo diferenciados a efectos descriptivos:

* El medio natural. Incluye procesos y productos propios de la biosfera, la geosfera y la historia evolutiva, que suministran el soporte básico para nuestra vida como especie: Aire, océanos, mares, ríos, semillas, reservas protegidas, playas, fauna y flora salvaje, fuentes de energías renovables, fotosíntesis, ADN, polinización…

* El medio social. Incluye procesos y productos conseguidos por grupos humanos y que forman parte de nuestro patrimonio antropológico: Las lenguas y sus reglas, la literatura universal, el conocimiento científico acumulado, las tecnologías básicas, las creaciones culturales liberadas de los derechos de propiedad, los teoremas matemáticos, la jurisprudencia, el folclore, la gastronomía, los espacios públicos, los grandes monumentos…

* El medio corporal. Órganos y tejidos para transplantes, sangre, embriones, bases de datos de historias médicas, información genética, derecho a decidir sobre el propio cuerpo, disponibilidad laboral y sexual no forzada…

* El medio digital. Protocolos y estándares de comunicación informática, programas de codigo abierto, espacio radioeléctrico, redes de interconexión, acceso transparente a ficheros con información pública contrastada, derecho de acceso a los propios datos…

El procomún es también nuestro legado a las generaciones futuras. Es a la vez un espacio político para la apropiación de nuestras capacidades de autogestión, libertad y empoderamiento como seres humanos que aspiran a vivir de una manera digna, responsable y plenamente consciente frente a las imposiciones autoritarias emanadas desde el Estado y desde los Mercados. El Medio, su protección, conservación y cuidado, es el fin. Ningún fin bueno podrá ser alcanzado a través de medios contaminados, sometidos, cercenados o secuestrados en beneficio exclusivo de una élite minoritaria. De nosotr@s depende.

Para saber más: Antonio Lafuente. Los cuatro entornos del Procomún  –  David Bollier: The Commons, Political Transformation and Cities

mayo 8, 2012

12M15M, No podrán desalojar una idea

Podrán criminalizar nuestra protesta con su violencia infiltrada, podrán pegarnos y arrastrarnos por el suelo, podrán multarnos, podrán amenazarnos con la cárcel, pero no pueden parar la fuerza de una idea cuando pide paso en el momento de su alumbramiento. No podrán desalojar el pensamiento libre de nuestras mentes. Podrán cortar las flores pero no podrán detener la primavera. Otro Mundo es Posible.

A %d blogueros les gusta esto: