Una vez más lo hemos vuelto a ver. Las protestas masivas de carácter político no gustan a las élites. Cuando el pueblo se mete en política todo comienza a ir mal para ese poder oligárquico y abarcante que opera por encima de las instituciones falsamente democráticas. En esta breve captura de video, realizada a partir de la propia señal que emitía la RTVE, podemos ver de forma sintética una historia mil veces repetida. Podría haber sido Italia, Canada, Chile, Grecia, Portugal, Rumanía o cualquier otro país «desarrollado».
* Fase 1. Un grupo extraño, con banderas rojas y palos, sospechosamente uniformado, compactado y encapuchado se concentra justo en frente del centro de la línea policial. Una mujer manifestante les increpa, señalándolos como violentos de origen dudoso que no representan al resto de activistas pacíficos.
* Fase 2: Después de un extraño movimiento en el seno del grupo la policía comienza a cargar. Un supuesto «antisistema» rezagado, con capucha y una gran mochila, es capturado por un policía. Tras un forcejeo, que en algunos momentos parece un paso de baile, es conducido detrás de la línea policial. El joven retenido, que momentos antes se encontraba en el epicentro del extraño grupo, no recibe ni un solo golpe durante el proceso de detención. Los furgones policiales han formado previamente un pasillo para ocultar el destino del retenido de las cámaras indiscretas. Las personas que no están encapuchadas y pretenden defender a gente normal sí empiezan a recibir golpes de manera inmediata.
* Fase 3: Otros encapuchados, con la sempiterna sudadera y mochila, escenifican (no sabemos si de manera real o simulada) una agresión a otro policía que finalmente se pone de pie con gran parsimonia y tranquilidad. Ningún policía hace por detener o perseguir a los dos agresores de sudadera clara, que se mezclan entre la multitud sin mayores problemas.
* Fase 4: Supuestos «antisistemas» encapuchados, similares a los que inician los altercados, colaboran en la detención (o quizás protección) de otro manifestante real o simulado. Los encapuchados y los policías con uniforme reglamentario terminan trabajando en equipo, en perfecta armonía, como puede apreciarse en este fotograma sacado en el punto 3min 5seg de la secuencia:
(Es imposible no preguntarse: ¿Exactamente cuántos de esos policías, disfrazados «de antisistema», estaban ayer en la Pza. Neptuno cuando comenzaron los disturbios?, ¿Dónde estaban situados?, ¿Estaban dispersos o concentrados? y, sobre todo, ¿Qué hacían esos tres encapuchados de la foto momentos antes de ayudar a sus compañeros uniformados a practicar detenciones?.
Esperamos las respuestas de la señora Cifuentes, al igual que las esperamos aún del Consejero catalán de interior por incidentes similares ocurridos en Barcelona.)
* Fase 5: La operación represiva a gran escala ha quedado lanzada y supuestamente justificada. Múltiples heridos, algunos de ellos graves, serán la secuela, junto a la brutal agresión indiscriminada contra una masa ciudadana pacífica y políticamente movilizada.
PD. Si alguien estuvo cerca del lugar de los hechos en aquel momento y puede aportar información, no dude en comentar para que entre tod@s podamos llegar a un correcto esclarecimiento de la escena. Gracias.