Los grandes medios de comunicación españoles (ABC, El País, El Mundo y La Razón) tienen mucho en común. Aparte de empeñarse cada día en fabricar una realidad al gusto de los banqueros y otras aves de carroña los 4 medios se lucran grandemente con la prostitución. Son empresas conniventes con los proxenetas y con los traficantes de carne humana, con los que comparten negocio. Todos se benefician mutuamente, trabajando codo a codo en el mercado de la esclavización de la mujer. Si se venden muchos periódicos subirán las visitas a estos postmodernos templos de la explotación humana, llamados eufemísticamente «clubs de alterne». Si el negocio de la trata prospera no faltará financiación abundante para nuestros fabricantes de noticias y otras mentiras, gracias a la voluminosa inserción de publicidad.
El 90% de las mujeres que estos medios ayudan a prostituir están traficadas, ¿o alguien quiere sostener en serio que las casi niñas asiáticas que ofrecen los diarios de Madrid han decidido tomar el avión desde Camboya o Vietnam y venir libremente a «trabajar» a miles de kilómetros de su hogar?
Compartimos el punto de vista expresado por Ana de Miguel en esta entrevista:
Deberían prohibirse – Ana de Miguel
Entre los medios españoles solo Público, Diagonal, Avui, La Voz de Asturias y algunos otros han tenido la suficiente dignidad como para decir NO a este dinero manchado por la sangre y las laǵrimas de mujeres brutalmente explotadas. Basta ya de repugnante cinismo ante el sufrimiento, basta ya de prensa-basura. Invertir en prostitución es invertir en violencia y en terrorismo patriarcal.