May 31, 2020

Fragilidad: Principal característica del mundo post covid-19

Esta pandemia va a cambiar cosas de forma irremediable. Ya sabemos que no es la primera ni va a ser la última, no obstante apreciamos en este caso signos de «aceleración» de procesos muy visibles.

1) Los grandes conglomerados económicos e institucionales son «gigantes con pies de barro», empezando por la estructura gubernamental de los EEUU de América. Las noticias de hoy nos hablan de disturbios en distintas ciudades de ese país. Crece la insatisfacción por un trato discriminatorio a distintas comunidades según sus características raciales, lingüísticas o de poder adquisitivo. La desigualdad, la percepción de injusticia, el malestar de la globalización y el mal gobierno son potentes fuentes de fragilidad en sociedades hipotéticamente avanzadas.

2) El maltrato al medioambiente se revela como una posible causa explicativa de múltiples enfermedades que cada vez afectan de manera más palpable a los seres vivos con la consiguiente pérdida de biodiversidad. En el caso concreto de los seres humanos vemos como las patologías respiratorias, las alergias, procesos cancerígenos y, ahora, las pandemias por coronavirus extienden su alcance. La agresión medioambiental, el calentamiento del planeta y la pérdida de calidad del aire, el agua y la tierra son potentes fuentes de fragilidad para la especie humana.

3) La pandemia del covid-19 nos enfrenta también a la aceleración de procesos tecnológicos automatizados que, a su vez, provocan despidos masivos de personas trabajadoras como sucede en las industrias «Nissan» y «Alcoa», por citar solo un pequeño ejemplo. La pérdida de empleo, la precarización de las condiciones laborales y la dificultad para generar nuevos «nichos» de trabajo remunerado son una potente fuente de fragilidad e incertidumbre para todos los seres humanos que dependen de un salario en cualquier país.

4) El aumento combinado del déficit y la deuda (pública y privada) para hacer frente a todos los «agujeros económicos» que esta pandemia nos está dejando sitúa a gobiernos, empresas y particulares ante la texitura de conseguir dinero a toda costa para amarrar su propia supervivencia. Este nuevo dinero solo puede salir de nuevos créditos traídos «del futuro». El aumento del endeudamiento y la necesidad apremiante de pedir préstamos para seguir subsistiendo se convierte en una fuente de fragilidad para gobiernos, empresas y familias.

 

Ante estos 4 motores de fragilidad (debilidad institucional, debilidad medioambiental, debilidad del empleo y debilidad financiera) vamos a ver un mundo post-covid 19 que tendrá que buscar palancas de cambio para encontrar nuevas fortalezas que le ayuden a enfrentar el futuro.

 

1) La fortaleza institucional tendrá que afrontarse potenciando formas de gobernanza internacionalizadas (alterglobalizadoras) más democráticas, que sean fruto de la cooperación entre múltiples comunidades e instituciones. Aunque se redibuje el mapa mundial de las zonas de influencia geoestratégica (con un peso progresivo para China) las amenazas globales solo podrán ser afrontadas de manera exitosa con soluciones combinadas, resultado del trabajo y los flujos de información compartidos, tal como sucede en la investigación científica.

 

2) En cuanto a la debilididad medioambiental la vía de solución tendrá que venir a través de barrios con más espacio para el peatón, con políticas decididas a favor de la descarbonización de la economía, de la descontaminación del aire, la movilidad sostenible y las energías renovables. En este sentido las propuestas emanadas de colectivos ambientalistas nos marcan pautas a seguir para fortalecer nuestra «resiliencia» en un mundo biológicamente interconectado.

 

3) En el apartado de nuestra fragilidad en el empleo y las condiciones laborales precarias de muchas personas el fortalecimiento social deberá ir de la mano de fórmulas de propiedad cooperativa en el suministro de bienes y servicios, en donde las personas que «crean valor» con su empeño diario sean también tenidas en cuenta a la hora de diseñar estrategias empresariales. La corporación debe ser progresivamente redefinida para que el beneficio generado por la actividad económica pueda ser distribuido de forma mucho más equitativa, en nuevos balances contables de activos y pasivos, buscando siempre el bien común. En este sentido herramientas como el ingreso mínimo vital  o la remuneración «en especie» por tareas comunitarias cobran cada vez más sentido.

4) Para el tema del aumento global de la deuda solo cabe, como solución a largo plazo, la renacionalización de parte del sector bancario, para que los préstamos sean gestionados, en una buena parte, por instituciones democráticas bajo control social. Es la hora de poner a funcionar los tipos de interés, la fiscalidad y los magros beneficios generados por los créditos para el disfrute de la sociedad, hora de perseguir con decisión a los paraísos fiscales para que todo ese dinero opaco sea empleado en combatir los estragos causados por la pandemia y en fortalecer los servicios comunitarios (sanidad, educación, justicia…) que dan sostén a la vida.

 

septiembre 15, 2019

27S: Huelga Mundial por el Clima

La convocatoria de Huelga Mundial por el Clima reúne el apoyo de más de 300 organizaciones que han firmado el manifiesto en defensa del futuro, de un planeta vivo y de un mundo justo

Las organizaciones firmantes piden que se declare de manera inmediata la emergencia climática y se tomen las medidas concretas necesarias para reducir rápidamente a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero

Exigen un nuevo modelo socioecológico que no comprometa la supervivencia de la vida tal y como la conocemos

Numerosas ciudades y pueblos acogerán actos y eventos programados el próximo 27 de septiembre en apoyo a la Huelga Mundial por el Clima. Una fecha que se produce en el marco de las movilizaciones por el clima, a nivel global, y de la semana de acción del 20 al 27 de septiembre convocada por Fridays for Future

La crisis climática es el mayor reto al que se enfrenta la humanidad y, por este motivo y con el fin de dar respuesta a la magnitud del problema, la sociedad se está coordinando a nivel mundial. Durante la semana del 20 al 27 de septiembre tendrán lugar numerosas acciones en multitud de municipios de todo el Estado, que culminarán en movilizaciones masivas en todo el mundo el 27 de septiembre.

Durante las últimas semanas se han llevado a cabo numerosos gestos de apoyo a la Huelga Mundial por el Clima por parte de distintos actores sociales, de la comunidad científica y de la artística, que reflejan la necesidad de abordar una transición ecológica urgente y justa. Se espera que estos gestos de apoyo se redoblen en las próximas semanas y que sirvan de aliciente para llamar a la participación a toda la sociedad en las acciones convocadas. Acciones en forma de manifestaciones, huelgas estudiantiles y de consumo, cierres de lugares de trabajo, movilizaciones y concentraciones en los centros de trabajo y en las calles… Un gran grito común y unitario en la lucha climática.

La crisis climática, consecuencia directa del modelo de producción extractivista, basada principalmente en el uso de combustibles fósiles y del consumo globalizado actual, pone en riesgo la supervivencia humana y la de un gran número de otras especies y ecosistemas, afectando especialmente a las poblaciones más empobrecidas y vulnerables.

Desde hace décadas la comunidad científica alerta del deterioro de un gran número de ecosistemas, tanto terrestres como marinos, así como del punto de no retorno frente al cambio climático. Los recientes informes sobre el estado de la biodiversidad del IPBES (Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos) señalan que cerca de un millón de especies entre animales y plantas se encuentran al borde de la extinción como consecuencia de las actividades humanas. Asimismo, el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado el pasado agosto, señala que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores es el único modo de mantener el calentamiento global por debajo de los críticos 1,5 °C.

No responder con suficiente rapidez y contundencia a la emergencia climática, ecológica y civilizatoria supondrá la muerte y el aumento de la pobreza extrema para millones de personas, además de la extinción de muchas especies e, incluso, de ecosistemas completos.

Por todo ello, y en defensa del presente y del futuro, de un planeta vivo y de un mundo justo, las personas y colectivos firmantes del manifiesto efectúan un llamamiento a toda la sociedad (ciudadanía y diferentes actores sociales, ambientales, de cooperación, sindicales, etc.) para que el próximo 27 de septiembre se unan a las distintas movilizaciones previstas: huelga estudiantil, huelga de consumo para construir estrategias de consumo alternativo que respeten los derechos, la vida y los límites biofísicos del planeta, y huelga laboral en el sector de la enseñanza andaluz convocada por CGT. Asimismo, organizaciones sindicales convocarán asambleas en los centros de trabajo para pedir medidas de transición ecológica y justa en las empresas; mientras que algunas organizaciones ecologistas y sociales realizarán un cierre de 24 horas de sus oficinas e instan a otros actores a un cierre total o parcial durante el desarrollo de la manifestación.

Las organizaciones y plataformas convocantes hacen además un llamamiento a toda la población para que en las oficinas, colegios, ayuntamientos y otros lugares de trabajo se realicen concentraciones simbólicas de cuatro minutos y 15 segundos, entre las 11 y las 12 de la mañana de ese mismo día. Un acto que sirva de reflexión en torno a la gran señal de alarma que supuso alcanzar el pasado mes de abril una concentración de partículas de dióxido de carbono en la atmósfera de 415 ppm (partes por millón), nivel que no se registraba desde hacía tres millones de años,

Este manifiesto, que cuenta ya con el apoyo de más de 300 organizaciones, es solo el comienzo. En las próximas semanas se pedirá el apoyo individual de aquellas personas que quieran sumarse a la exigencia de adoptar colectivamente las medidas necesarias para enfrentar la crisis ecológica y social actual.

febrero 12, 2019

Capitalismos en colisión (II)

En Abril de 2017, poco después de la toma de posesión de Trump en EEUU, publicábamos esta entrada con el título «Capitalismos en colisión».  Ya entonces se vislumbraba con claridad que los planteamientos ultranacionalistas defensivos en muchos países se estaban posicionando frente a otras formas de capitalismo más tradicionales como podían ser los paradigmas globalistas que habían imperado con una débil oposición en décadas anteriores. Casi dos años después contemplamos como esos modelos políticos anclados en valores culturalmente excluyentes, dogmáticos y reaccionarios siguen sólidos frente a otras formas de capitalismo más internacionalistas, multiétnicas y socialdemócratas. Es bajo este prisma como debemos entender las tensiones rupturistas en el Reino Unido, que se cierra sobre sus propias fronteras en una espasmódica pulsión defensiva. Otro ejemplo, aunque quizás menos evidente, de esta confrontación entre capitalismos contrapuestos puede observarse en el reciente conflicto entre el siempre conservador sector del taxi (tradicionalemente vinculado con «las derechas») frente al modelo de las VTC (que sería el favorito del enfoque más globalista o «izquierdista» del capitalismo transnacional). Las espadas siguen en alto, con victorias parciales para uno u otro bando, según el campo de actividad o el área geográfica que elijamos.

Esta fase de tensión creciente entre dos visiones enfrentadas dentro de un mismo modelo o paradigma económico supone un estadio inevitable en el lento declive del sistema. La maquinaria de poder realmente existente se enfrenta a la necesidad de desprenderse de las máscaras y ropajes  propios del estado del bienestar y del liberalismo amigable de «rostro humano» para buscar su propia perpetuación. Sin embargo no debería pasarnos desapercibido que, al dejar caer su «manto de invisibilidad», el sistema da señales de debilidad, incluso de estado de emergencia, mostrándose también más vulnerable y desprotegido ante sus adversarios que no son otros que los intereses comunes de los pueblos que pretenden proyectarse hacia el futuro buscando un horizonte de sostenibilidad. Por muy fuertes y peligrosos que puedan parecernos en el momento actual los Trumps o Bolsonaros de turno, debemos entender que no son más que gigantes histriónicos con pies de barro y que representan una fase inevitable en el devenir de estas tensiones intracapitalistas. La marea actual terminará bajando. Aparecerán en poco tiempo contradicciones e interrogantes agigantados, restos del naufragio que afloran cada vez más visibles en medio de la «arena mojada».

El siempre recomendable historiador Emilio González Ferrín nos enseña que los sistemas (sean religiosos, culturales, comerciales o de otro tipo) que se cierran sobre si mismos, buscando un repliegue dogmático o identitario de carácter ortodoxo, están cimentando a la vez las condiciones de posibilidad de sistemas alternativos, antiguas polidoxias o heterodoxias «derrotadas» que acabarán por cristalizar en el futuro próximo, depositando una gruesa «capa de polvo» sobre los antiguos fundamentalismos. La Historia no entiende de creacionismos sino de procesos evolutivos en permanente continuidad, como las subidas y bajadas de las mareas.

Más alla de los tradicionales ejes izquierda-derecha tan arraigados en nuestros esquemas intelectuales (encarnando dos formas de capitalismo diferentes pero igualmente decadentes) los nuevos ejes políticos no van a poder obviar las cuestiones que de forma cada vez más acuciante nos interpelan a todas las personas: La defensa de nuestra salud frente a un cóctel de enfermedades con origen medioambiental, la defensa de los derechos de las mujeres frente a sus acosadores, la defensa de unas pensiones dignas para las personas que se van jubilando, el reparto equilibrado de los recursos y las rentas disponibles o la lucha decidida contra el cambio climático promovida por las generaciones más jóvenes, como estamos viendo en Bélgica y otros lugares del planeta durante estas últimas semanas:

 

May 4, 2018

¿Capitalismo o Democracia?

(*) A raíz de la crisis sistémica que afloró con fuerza hace ahora 10 años empezó a hacerse patente que el capitalismo y la democracia no podían funcionar juntos sin debilitarse mutuamente. Algunos grandes líderes de aquel momento hablaron sin ambages de la reforma del capitalismo, para hacerlo «sostenible». Cada vez más la «justicia social» y la «justicia de mercado» resultaban difíciles de conciliar. La mayoría de las sociedades humanas tienen una fuerte tendencia a mantener principios tradicionales de justicia social tales como que alguien que realiza un buen trabajo debe recibir a cambio una recompensa digna, que la gente no debería ser pobre por ser anciana, que cualquier ciudadano/a debe tener acceso a un médico si está enfermo, que el derecho a techo y a comida debe ser universal, que el empleo remunerado debe ser protegido contra los abusos de los propietarios o que debe haber una distribución equilibrada de costes y beneficios en una sociedad sana. Sin embargo la «justicia de mercado» se empeña, por el contrario, en cuestionar estos principios básicos, considerándolos implícitamente como un ataque poco razonable contra su propio conjunto de principios morales orientados siempre a la «legítima búsqueda del lucro individual».

El capitalismo y la democracia (o lo que es lo mismo, la razón mercantil y la razón política) interfieren entre si cada vez con mayor tensión. Cuando la lógica económica propia del capitalismo invade la política democrática extrae una «tasa de eficiencia» que hace aumentar el beneficio privatizado. Sin embargo esta misma lógica de «gestión tecnocrática» de la economía y «aumento incesante del beneficio» supone un evidente obstáculo para la satisfacción de las reclamaciones morales propias de cualquier sociedad democrática. Como consecuencia los gobiernos «avanzados» se enfrentan continuamente al dilema de una elección obligada entre dos opciones igualmente negativas para su propia supervivencia: o se pliegan ante los intereses de la lógica capitalista o satisfacen las demandas de justicia social que emanan de la ciudadanía a la que dicen defender.

La cada vez más difícil conciliación entre democracia y capitalismo hace a dichos gobiernos tomar decisiones que tienden a postergar en el tiempo la verdadera solución a esta gigantesca tensión contradictoria. Hagamos un rápido repaso histórico de este conflicto y veamos como la toma de decisión siempre ha supuesto una postergación del problema, su lanzamiento hacia el futuro, pero nunca su afrontamiento radical.

La crisis de beneficios de los años 70 se solucionó para el bando de los intereses corporativos propios del capitalismo con una alta tasa de inflación. Gracias a la presión de la banca privada el patrón dolar dejó de estar vinculado con el oro lo que permitió la libre creación de cantidades ingentes de nuevos dólares que flotaban libremente en los mercados sin anclajes tangibles en bienes reales. Como consecuencia los precios de las materias primas no paraban de subir. Ante esta situación y para dar satisfacción a los intereses del bando de la ciudadanía y su pulsión hacia la justicia social los gobiernos recurrieron a la deuda pública que se inflaba sin parar para poder seguir dando respuesta a la provisión de servicios públicos básicos para mantener el estado del bienestar. Ya en los comienzos del 2000 los grandes intereses corporativos presionan a los gobiernos para contener este aumento imparable de la deuda pública iniciándose, como mecanismo compensatorio, un nuevo ciclo expansivo de deuda pero en este caso privada. Empresas y particulares van a disponer de todo tipo de facilidades para recibir créditos blandos, prácticamente sin garantías. Los gobiernos así ganan tiempo para seguir caminando sin caerse por el cable de una democracia aparente sobre un capitalismo en dificultades. Ya en el 2008 la montaña de deuda privada insolvente comienza a desmoronarse teniendo que ser de nuevo los sistemas «democráticos» y sus gobiernos los que salgan al rescate de las entidades financieras privadas que tan alegremente concedieron créditos sin garantía de devolución en forma de dinero express creado de la nada a cambio de promesas vacías. El rescate bancario genera un nuevo ciclo expansivo ahora de nuevo de deuda pública (o lo que es igual, deuda privada socializada) que tenderá a socavar nuestro sistema compartido de protección comunitaria y la idea misma de democracia entendida como poder del pueblo para garantizar su propia soberanía política y la cobertura de sus necesidades básicas en cuanto a salud, pensiones, vivienda, educación, servicios sociales, etc. Ante esta nueva situación de recortes indiscriminados grandes masas de electores frustrados y atemorizados por la alarmante pérdida de derechos tienden a refugiarse en opciones políticas ultranacionalistas de carácter defensivo en un nuevo intento por buscar cierta cohesión social interna ante la amenaza de unos intereses corporativos globalizados muy poderosos… El péndulo entre democracia y capitalismo sigue oscilando pero la maquinaria del reloj cada vez presenta más signos de avería inminente.

 

La inflación artificial primero, la deuda pública después, la deuda privada, de nuevo la deuda pública, los recortes brutales de los derechos vinculados a un elemental concepto de la justicia social o el auge del ultranacionalismo político no son más que diferentes caras de un mismo poliedro. Distintas expresiones de un único fenómeno mutante que esconde soluciones aparentes a un problema de fondo no resuelto como es la contradicción irresoluble entre la política democrática, con su búsqueda inherente de la justicia social, y la economía capitalista con su tendencia natural a la maximización del lucro privatizado.

Solo una nueva lógica postcapitalista, con un nuevo modelo de economía basada en el bien común, anclada en el conocimiento exhaustivo de los recursos naturales realmente disponibles, en la sostenibilidad, en la responsabilidad con las generaciones futuras, en la autocontención, la autolimitación, el reparto y la justicia social propia de una política democrática nos permitirán afrontar el futuro de nuestras comunidades humanas con unas mínimas garantías de éxito.

(* Esta entrada es deudora, entre otros, del sociólogo aleman Wolfang Streeck y de sus ideas expresadas en numerosos libros, artículos y conferencias)

 

febrero 19, 2018

FSM 2018 – 13 al 17 de Marzo – Salvador de Bahía (Brasil)

Resistir es Crear, Resistir es Transformar

La propuesta de este foro (en medio de tantos retrocesos, pérdida de derechos,  garantías democráticas y libertades por el mundo) es pensar salidas comunes para la humanidad en una óptica solidaria, democrática y de respeto a las diversidades. Enfrentar las causas de las diferentes formas de violencia, desigualdades sociales y regionales sigue siendo una tarea inaplazable y es por ello por lo que este nuevo foro quedó convocado en Agosto de 2017.
Esta edición del FSM en Salvador de Bahía (Brasil) será una oportunidad importante de encuentro de las varias experiencias de resistencia y de propuestas para enfrentar los pensamientos autoritarios que toman cuerpo en Brasil y en el Mundo. El evento se desarrollará en el campus universitario de la Universidad Federal del Estado de Bahía, en la ciudad de Salvador.
Para encontrar toda la información sobre este próximo evento puedes dirigirte a la web oficial https://wsf2018.org/es/

Para una revisión histórico-crítica de los 17 años de existencia del Foro Social Mundial (FSM) recomendamos este sencillo artículo publicado recientemente en la web de ADITAL «FSM: Una adolescencia cuestionadora»

Para volver a recordar los vigentes 14 principios básicos del FSM consulta aquí

octubre 31, 2017

Postcapitalismo 2020: La única salida para la próxima década

CAPITALISMO 2017 – LAS CONTRADICCIONES SIGUEN CRECIENDO

1. El calentamiento progresivo y acelerado del planeta es ya una realidad incuestionable. Las pruebas irrefutables son: A. Aumento acelerado de las temperaturas medias anuales registradas por las estaciones meteorológicas. B. Disminución de la cantidad de hielo que cubre el Ártico. C. Disminución del tiempo en que el agua del Ártico permanece en estado sólido. D. Acidificación de los mares y oceános, por una mayor presencia de CO2 en su composición. E. Retroceso acelerado de los glaciares de todo el mundo. F. Disminución acelerada del número de especies animales y vegetales existentes, con una pérdida patente de diversidad ecológica. G. Aumento acelerado de los niveles de CO2 (gas “atrapacalor”) registrados en la atmósfera.

La necesidad acuciante del modelo capitalista por la fabricación, venta y consumo de cantidades crecientes de productos entra en colisión con la capacidad de nuestro medio ambiente de tolerar estos aumentos de temperatura sin poner en grave riesgo las posibilidades de vida en el planeta y de la supervivencia de la mayoría de las especies conocidas.

2. La bajada progresiva de los salarios y del poder adquisitivo de las personas cuya subsistencia depende de un empleo merma las posibilidades efectivas de ampliar la demanda solvente y por tanto las ventas para el sector empresarial, alimentando una espiral ascendente de deuda.

3. En el campo electoral (y como reacción ante el empeoramiento general de las condiciones de vida de las clases medias) crecen las opciones nacionalistas que proponen una recuperación de la soberanía nacional mientras las grandes corporaciones precisan unas economías que cada vez gravitan más sobre poderes supranacionales. Esto provoca tensiones políticas crecientes, con frecuentes estallidos de violencia y desplazamientos forzados de población.

4. El mundo de la economía y los negocios necesita generar entornos políticamente estables, donde prime la certidumbre y el consenso en torno a la legitimidad social del sistema institucional y la utilidad de los grandes partidos políticos. Sin embargo la incapacidad de ese mismo sistema para proyectar futuros de esperanza orientados a las nuevas generaciones y su corrupción estructural socava esa misma legitimidad y por tanto la certidumbre necesaria para la reproducción estable del propio sistema.

5. El aumento de la tecnificación de los procesos productivos y del sector servicios con el auge imparable de internet hace que innumerables trabajos actualmente necesarios queden obsoletos hasta llegar a ser prescindibles. A la vez el consecuente debilitamiento del empleo, en términos del global de horas cotizadas, hace que las cuentas de las administraciones públicas se desequilibren gravemente hasta un punto de insostenibilidad financiera para los propios estados. El acceso al empleo ya no garantiza un ingreso monetario suficiente para la cobertura de todas las necesidades básicas familiares y menos aún para ahorrar de cara al futuro retiro laboral.

6. La precariedad existencial de la juventud conlleva una baja tasa de natalidad en los países occidentales y por tanto un envejecimiento progresivo de la población que hará peligrar la estabilidad de las finanzas, el sistema de pensiones y la propia cohesión cultural de los estados.

7. Las rigideces impuestas a la movilidad de extranjeros por las actuales leyes migratorias impiden a los mercados laborales adaptarse con naturalidad a las variaciones de la oferta y la demanda de mano de obra inherente a su propio mecanismo de funcionamiento.

8. En el ámbito de las ciudades se produce una progresiva escisión entre un centro caro y exclusivo, con altas necesidades de mano de obra en el sector de la economía reproductiva, y una periferia más barata y masificada que da alojamiento a esa mano de obra. Esto genera una necesidad masiva de movilidad y transporte diario centro-periferia cada vez más insostenible.

9. El papel de las grandes ciudades como polo de atracción laboral genera una progresiva despoblación de las zonas rurales que a su vez acelera la degradación de hábitats ecológicamente valiosos por falta de conservación y de usos racionalizados. Asimismo se generan problemas adicionales por un reparto asimétrico e intensivo de las demandas de recursos naturales.

10. La desigualdad social y económica inherente al propio sistema no deja de crecer, con un brutal nivel acumulado de renta y patrimonio en manos de un hiperreducido segmento de población. El poder de influencia («poder lobbystico») de los grandes capitales condiciona a los gobiernos de los países y de las instituciones comunitarias para conseguir leyes que protegen sus intereses corporativos aún en contra de los intereses generales en temas de salud o derechos sociolaborales entre otros. Ello pone en grave riesgo el mismo concepto de democracia como forma de gobierno, la cohesión social y la confianza ciudadana en la capacidad de nuestras instituciones y partidos políticos para proponer soluciones efectivas al sombrío rumbo marcado por los acontecimientos globales.

Ante este panorama de colapso, por acumulación de contradicciones estructurales, el postcapitalismo centrado será la única solución que pueda garantizar un futuro viable para nuestra forma de vida y nuestra convivencia en las próximas décadas. Construyámoslo entre todas las personas con propuestas racionales.

septiembre 7, 2017

Postcapitalismo de centro

Noticias de esta madrugada reportan que el huracán Irma está reduciendo a escombros algunas islas del Caribe y está siendo descrito por expertos como el «mayor jamás medido«. LLueve sobre mojado teniendo en cuenta que hace muy pocos días el huracán Harvey también batió records de precipitaciones y que el verano de 2017 dejó el registro más alto jamás alcanzado de temperatura en España. Es ya incuestionable que algo raro está pasando en nuestra atmósfera y que la gente se está dando cuenta de ello.

En fechas recientes comenzaron a saltar las alarmas en distintos diarios financieros por las protestas que, de forma recurrente, se están sucediendo en el norte de China por los insostenibles índices de contaminación ambiental, con consecuencias muy graves sobre la salud de la población. Casos de cáncer de pulmón en niños de 8 años comienzan a ser reportados en Beijing así como descensos acusados en los índices de fertilidad y aumento de abortos espontáneos. Seguramente serán mucho más numerosas estas protestas de lo que sabemos debido al fuerte control informativo existente en ese Estado. No está claro si las personas chinas manifestantes son de izquierdas o derechas ya que lo único que pretenden es defender su salud y la de sus hijas e hijos.

Saltamos ahora a EEUU, concretamente al estado de Montana cercano a la frontera con Canada, donde «indios y vaqueros» se unen para proteger el medio ambiente y su hábitat natural frente a las agresiones generadas por la huella del hombre, con consecuencias irreparables sobre nuestra matriz vital que es la tierra, el agua y el aire. No está claro si las personas de distintas razas y culturas que se movilizan en América del Norte son de izquierdas o derechas ya que lo único que pretenden es defender su salud y la de sus hijas e hijos.

Cada vez es más evidente que los desastres provocados por el calentamiento global y la contaminación atmosférica afectarán tanto a la gentes de derecha como a la de izquierda. La destrucción de casas por los huracanes, las inundaciones, el aumento del cáncer, las sequías catastróficas o los problemas de fertilidad afectarán por igual a mujeres de derechas y de izquierdas.

En su libro «Esto lo cambia todo» la activista Naomi Klein nos argumenta de forma contrastada que el capitalismo ecocida, con su escala de prioridades invertida entre medios y fines, es la fuente primaria de la mayoría de nuestros grandes problemas ambientales. Como solución a todos estos «desastres naturales» provocados por el hombre en EEUU, China u otros muchos territorios, solo es viable un postcapitalismo de centro que empiece a trabajar por el bien común y la protección de la vida como única prioridad.

abril 14, 2017

Capitalismos en colisión

Los últimos procesos electorales que vienen sucediéndose en distintos países del mundo occidental dibujan un panorama de choque frontal entre diferentes corrientes y grupos de poder que tratan de conservar privilegios en un nuevo contexto económico de réditos y crecimiento menguantes. Los «globalistas» neoliberales habían mantenido una hegemonía solo cuestionada por los movimientos altermundistas en las últimas décadas. Con la brutal crisis de beneficios que el capitalismo realmente existente enfrenta desde 2007 aparecen nuevos movimientos de contestación, ya incluso desde dentro del propio sistema de poder, que reclaman un giro identitario defensivo y proteccionista, tanto en lo económico como en lo cultural, alentado tanto por élites locales rentistas como por gente tradicionalista de clases medias que ven como sus salarios y condiciones laborales no dejan de empeorar. Es así como debemos entender el ascenso de los «nacionalistas» que han ganado las últimas contiendas electorales en EEUU con Trump, en UK con el éxito del «Brexit», que han estado a punto de ganar en Holanda con Wilders y que «amenazan» con la victoria próxima en Francia con Le Pen. Frente a este auge del capitalismo «nacionalista» (o capitalismo de «un solo país») el capitalismo globalista (representado por el partido demócrata estadounidense de los Clinton, los «socialdemócratas» de la europa mediterránea o los liberales democristianos en centroeuropa) pierden fuelle ideológico ante su manifiesta incapacidad para frenar la corrupción y los desmanes de los grandes grupos financieros e industriales que están siendo los únicos ganadores de esta crisis sistémica en la que seguimos incrustados. Es así como se entiende la intensa campaña mediática contra esos líderes nacionalistas emergentes dentro del «bloque occidental» por parte de las grandes cadenas de noticias que comprueban como el ascenso de esta corriente de descrédito contra las supuestas bondades del capitalismo internacionalista globalizado está siendo perfectamente rentabilizada por el nacionalismo xenófobo que terminará poniendo en peligro sus intereses corportativos transnacionales.

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Nacionalistas Vs Globalistas: Capitalismos declinantes en lucha.

Los capitalismos en colisión no solo incluyen el choque entre capitalismos de izquierda y de derecha sino también entre sectores de actividad. El peligroso capitalismo nacionalista tiende a establecer estrechas alianzas con sectores económicos protegidos como la industria militar o el de los combustibles fósiles, mientras el capitalismo globalista deposita más intereses accionariales en sectores como la industria del entretenimiento, medios de comunicación, energía nuclear, turismo o informática, entre otros. Los capitalismos en lucha descarnada por los réditos menguantes del mercado global van a desencadenar un nuevo escenario de mensajes contradictorios emitidos desde ese espacio de poder, hasta ahora bastante unitario, conocido como el «establishment». Los marcos oficiales de interpretación del entorno social a los que estamos habituados se volverán lábiles e inestables creando un panorama de confusión creciente en el que las masas ciudadanas tendrán mayor dificultad para encontrar el relato que les ayude a explicar lo que ocurre en su entorno socio-económico.

Los procesos electorales, en este contexto de partidos tradicionales en declive y marcos intelectuales en crisis y confrontación, van a seguir generando interés creciente ante lo incierto de los resultados de muchos de ellos. La insuficiencia de los capitalismos, en cualquiera de sus formas, para diseñar futuros viables orientados a una humanidad en crisis abrirá espacios para nuevos planteamientos políticos más relacionados con la protección del medio natural, las garantías sobre la salud, el feminismo, la renta básica o la soberanía cultural. Previsiblemente dichos planteamientos tendrán su «ventana de oportunidad» hasta llegar a configurar una fuerza política decisiva en muchos casos dentro de las naciones del bloque occidental. Dentro de este nuevo paradigma que muy bien podríamos llamar postcapitalismo de centro , (*) destacarán los planteamientos defendidos por figuras como el holandés Rutger Bregman («Utopia para realistas»), el austriaco Christian Felber  («Economía del Bien Común) o la española Yayo Herrero, (“Miradas ecofeministas para transitar a un mundo justo y sostenible») entre otras muchas voces.

La antropóloga e ingeniera madrileña Yayo Herrero

(*) El término postcapitalismo ha empezado a ser usado por diferentes autores entre los que podemos destacar al prestigioso periodista británico Paul Mason en su libro de 2015 «PostCapitalism: A Guide to our Future«. (Existe versión en castellano publicada en 2016).

enero 16, 2017

El striptease del Estado: Homenaje a Zygmunt Bauman

zygmunt-bauman-tenemos-que-protegernos-del-99-de-la-informacionUna de nuestras voces alterglobalizadoras (altermundistas) más reputadas nos ha dejado en este mes de Enero de 2017. Se trata del intelectual polaco Zygmunt Bauman. Este autor nos ha servido de inspiración y fuente de conocimiento para elaborar algunos de los textos que podrás encontrar en este blog. Nos sentimos deudores de su pensamiento y, por ello, vamos a realizar una breve reseña sintética de alguna de sus ideas.

* Durante las últimas décadas del siglo XX la “modernidad sólida», que ofrecía a las personas un cierto sentido de pertenencia y una identidad social estable (a través de elementos como la familia, el trabajo, el barrio o la cultura propia, entre otros) pasa a convertirse en una “modernidad líquida” donde muchas coordenadas vitales se tambalean y la incertidumbre parece inundarlo todo. En este contexto se impone la volatilidad, la temporalidad y la provisionalidad de gran parte de los compromisos y certezas que en otro tiempo aportaban cierta raigambre identitaria a las vidas de millones de personas. La modernidad líquida propia de la globalización capitalista choca, sin embargo, contra dos potentes muros: el tiempo y el espacio. La aniquilación del tiempo y el espacio constituyen un objetivo primordial para el modelo consumista propio de este tipo de modernidadad ya que constituyen los principales “muros naturales” para su expansión.

* En el entorno de «modernidad líquida», propio de la globalización capitalista, la identidad puede llegar a convertirse en un producto más de consumo. Las clases acomodadas tienden a encontrar “identidades líquidas” o fabricadas a medida de sus propias necesidades. Se mueven libremente, viajan y escogen las etiquetas que más le gustan o les conviene en cada caso: “Mi Dios es judío, mi pizza italiana, mi coche japonés, mi democracia griega, mis números aŕabes, mis letras latinas… solo mi vecino es extranjero”. El poder se vuelve “ingrávido” y aspira a “desterritorializarse”. A la vez un segundo estrato de población, mucho más numeroso que el anterior, tiene que aceptar identidades forzadas de las que le resulta casi imposible desembarazarse. Estas clases subalternas tienden a ser encerradas en demarcaciones territoriales, raciales o culturales cada vez más estrictas y rígidas. Por último podría hablarse de un tercer grupo a los que se les niega la identidad, son la “no-personas”, las invisibles, aquellas que ni siquiera pueden llegar a aspirar a una identidad impuesta y forzada. Estamos ante una globalización asimétrica y tramposa, diseñada a la medida de las élites económicas que manejan a su antojo los «semáforos» de los flujos migratorios, y las fronteras, dando siempre luz verde a los “turistas” y luz roja a los “vagabundos”. La solidaridad con el excluido no es una opción razonable en esta “modernidad líquida”, solo la evitación y la separación. No es cuestión de amar u odiar al prójimo sino de mantenerlo inmóvil y a distancia, así se anula el dilema y la elección se vuelve innecesaria. En la mesa de la globalización capitalista no hay sillas para estas colectividades, obligadas permanentemente a “esperar fuera”, de forma estática, un turno de entrada que nunca llega. Además debe  soportar mientras tanto pesadas identidades y condiciones existenciales no libremente elegidas. La inmovilidad es la derrota mientras el movimiento es el único camino hacia la victoria.

* Los “inversores”, sin embargo, exigen entornos fiables, predecibles y estables para desplegar sus mecanismos de acción, “generadores de riqueza”. La contrapartida es un entorno cada vez menos fiable, predecible y estable para la trabajadora/trabajador condenada a soportar sobre sus espaldas la molesta carga de la incertidumbre, el miedo al futuro o los riesgos crecientes para sus expectativas vitales. (Sobre este tema concreto escribimos esta entrada). Otros autores, como Wallerstein, ya hablaron de estos mecanismos de desplazamiento del riesgo, que pueden ser espaciales, temporales o intersociales, generando entornos de alta desigualdad con concentraciones progresivas de poder, capital y de capacidad de libre elección.

* En este contexto la maquinaria política de los estados tiende a especializarse en la represión y el control social de sus poblaciones, mediante dispositivos jurídicos, policiales y mediáticos diseñados al efecto. El resto de las funciones tradicionalmente vinculadas a los gobiernos y al estado del bienestar, tales como suministrar soporte vital mínimo a sus poblaciones en forma de servicios sanitarios, educativos, de vivienda, de crédito o energéticos, son ignorados y no aceptados como parte de su campo de acción o responsabilidad. “En el cabaret de la globalización capitalista el Estado realiza un striptease y al final de la función solo queda lo mínimo: el poder de su maquinaria represiva”. Los estados rivalizan entre ellos para servirles a las élites globales masas de trabajadores/as dóciles y dispuestas a ser explotadas/fecundadas por el salvífico capital nómada. A estas élites financieras les interesa estados débiles desde el punto de vista de su soberanía política-económica pero fuertes desde el punto de vista de su capacidad policial y propagandística.

La voz de Bauman, en definitiva, accesible a través de su abundante producción intelectual en forma de libros, ensayos, artículos o conferencias, constituye una herramienta relevante para entender el mundo en que vivimos y para encontrar líneas de actuación que nos ayuden a transformarlo.

diciembre 28, 2016

Entendiendo la guerra contra Siria

Aunque no es nuestra costumbre en este blog transcribimos de forma textual en esta ocasión un artículo de otra web por su destacado interés informativo:

Tomado de http://www.alainet.org/es/articulo/181795

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En Siria pelean por llevar gas a Europa y no por sectarismo musulmán

19/11/2016
Opinión
mapa europa

Foto: La línea púrpura representa el proyecto de gasoducto Qatar-Turquía. Los países destacados en rojo forman la coalición reunida después que Turquía permitió a EEUU volar desde Incirlik misiones contra objetivos ISIS, a cambio de que la OTAN aprobara la guerra política interna de Erdogan contra el PKK). Bashar Al–Assad no apoyó la tubería de gas natural que proyectan EEUU y Arabia Saudíta. La línea roja muestra el proyecto de gasoducto Irán-Europa (Mapa: ZeroHedge.com).

Por lo menos en cuatro años de la crisis en Siria, “la mayoría de la gente no tiene idea ni siquiera de cómo consiguió empezar esta guerra”, escribió Mnar Muhawesh en MintPress News de septiembre de 2015.

En diciembre de 2011, después que el presidente sirio Bashar al-Assad rehusara cooperar con el propósito de Turquía de construir un ducto de gas natural entre Qatar y Turquía a través de Siria, Turquía y sus aliados devinieron en “los arquitectos principales de la guerra civil de Siria”. El gasoducto propuesto habría “bypasseado” a Rusia para acceder a los mercados europeos dominados actualmente por el gigante de gas ruso Gazprom. Como resultado, escribió Muhawesh, “el Oriente Medio está siendo cortado en pedazos por proyectos manipuladores para ganar el acceso al gas y el petróleo enfrentando a la gente unos contra otros con pretextos basados en la religión. El caos consiguiente proporciona una amplia fachada para instalar un nuevo régimen que sea más dócil con la apertura de gaso/oleoductos y asegure rutas favorables a los mejores postores”.

En 2012, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Qatar y Arabia Saudita, junto con Turquía, comenzaron a organizar, armar y financiar a rebeldes para formar el Ejército Sirio Libre, coincidente con planes de desestabilizar Siria concebidos de larga data por EEUU. Estas naciones formaron un pacto, el “Grupo de Amigos del Pueblo Sirio”, que puso en práctica una división sectaria y una estrategia de conquista para derrocar al presidente Assad. “Es importante observar la sincronización”, escribió Muhawesh. “Esta coalición y la intromisión en Siria llegaron inmediatamente, sobre los talones de las discusiones sobre un gasoducto «Irán-Irak-Siria» que debía construirse entre 2014 y 2016 a través de Irak y Siria desde el gigante campo South Pars en Irán. Con una posible extensión al Líbano, alcanzaría eventualmente a la rica Europa, el mercado objeto de esta exportación”. Como difundió MintPress News, el acceso al petróleo y al gas, y no las diferencias sectarias, es la causa subyacente del conflicto violento y del desastre humanitario en Siria. “La guerra está siendo vendida al público como un conflicto sunita-chiita” por los países llamados Amigos de Siria porque si el público entendiera los intereses económicos en juego “la mayoría de la gente no apoyaría ningún financiamiento encubierto para armar a rebeldes o intervención directa”.

De acuerdo con los cables secretos de EEUU revelados por WikiLeaks, Muhawesh reportó que la “intromisión extranjera en Siria comenzó varios años antes que entrara en erupción la rebelión siria”. Los cables del Departamento de Estado de EEUU documentan a partir de 2006 los planes para instigar el conflicto civil con la meta del derrocamiento del gobierno de Assad. Las filtraciones revelaron que Estados Unidos se asoció con naciones que incluyen a Arabia Saudita, Turquía, Qatar y Egipto para exacerbar el sectarismo Sunni-shiita a fin de dividir Siria. Cables adicionales hechos públicos por WikiLeaks revelaron la implicación de la CIA en territorio de Siria para instigar demostraciones tan temprano como en marzo de 2011.

Aunque en los medios corporativos de EEUU existe abundante cobertura sobre la violencia en Siria y la crisis de los refugiados que barre Europa y está alcanzando a Norteamérica, esta cobertura ha fallado en identificar los intereses económicos, incluyendo el control de los gasoductos potencialmente lucrativos que motivan a EEUU y a sus aliados. (La cobertura informativa corporativa de EEUU sobre la crisis de Ucrania fue comparable en que también minimizó los intereses geopolíticos petroleros como fuente de tensión entre Rusia, EEUU y sus respectivos aliados, como escribiera Nafeez Ahmed. Ver “Hipocresía de los medios de EEUU en la cobertura de la crisis de Ucrania”, Censored story #9 de Censored 2015).

En su lugar, la cobertura informativa corporativa ha caracterizado el conflicto en Siria como una batalla por la democracia que ha sido secuestrada por intereses Sunni-shiitas.

Por ejemplo, Oren Dorell de USA Today, identificó “un guiso sobresaltado y peligroso de cambio y competencia de alianzas” implicadas en un conflicto complicado que incluye categorizaciones como Estado pro-gubernamental, antigobierno, antiislámico » y otros luchadores», pero no aludió los intereses en el gas, que según la información de Muhawesh en última instancia sostiene el conflicto. En cambio, para la mayor cobertura de noticias en la prensa corporativa se adhiere a un modelo que Muhawesh identifica y critica como simplista y «orientalista», enmarcando el conflicto en el Oriente Medio, y sobre todo en Siria, como sectario para pintar a la región y a su gente como barbáricos”.

Fuentes:

Mnar Muhawesh, “Refugee Crisis & Syria War Fueled by Competing Gas Pipelines,” MintPress News, September 9, 2015, http://www.mintpressnews.com/migrant-crisis-syria-war-fueled-by-competing-gas-pipelines/209294/.

Student Researcher: Salah Mouazen (Citrus College)

Faculty Evaluators: Andy Lee Roth and Lanette Granger (Citrus College)

Traducción de Ernesto Carmona / Mapocho Press

 

noviembre 9, 2016

¿Qué significa la victoria de Trump?

Hoy medio mundo se pregunta asombrado qué ha podido fallar. ¿Cómo hemos llegado a este punto?, ¿Es que de repente la mayor parte de los estadounidenses se han vuelto locos?. Tras el susto inicial conviene que nos paremos a pensar con cierto detenimiento y, como no, a bucear en la red. Por de pronto descubrimos que algunos lo vaticinaban (y explicaban) ya hace meses, aunque muy pocos quisieron prestarle atención y mucho menos creerlo. Es el caso de Michel Moore que en el mes de Julio expuso las 5 razones por las que Trump ganaría las elecciones. Por otro lado existían signos que anticipaban el auge de este tipo de planteamientos, siendo en Europa paradigmático el caso de la francesa Marine Le Pen, con sus propuestas antiglobalización de las que ya hablamos en este blog hace años. Podríamos seguir viajando hacia el pasado y detenernos en el año 2002 cuando el prestigioso economista Joseph Stiglitz publica su influyente Globalization and its Discontents (traducido en castellano como El malestar en la globalización). Ese malestar, en un principio circunscrito desde hace décadas a los países de la periferia mundial, ha llegado ya con fuerza a los núcleos centrales del sistema, sobre todo a partir de la fase aguda de la crisis global que comenzó en 2007 y que continúa en la actualidad bajo nuevas formas de mutación.

Otra parada recomendable en este recorrido de rastreo para entender lo que está sucediendo, de nuevo ya en el presente, es el comentario del periodista Iñaki Gabilondo, en el que afirma que Trump no es la enfermedad sino el síntoma de un mal de fondo mucho más profundo. Una quinta referencia que queremos considerar son las palabras de la prestigiosa activista altermundista, Naomi Klein, en reciente entrevista concedida a Jordi Évole, exponiendo su interpretación sobre la movilización social a favor de Trump y otras opciones smilares en diversos países. Su razonamiento es que estamos en un momento en el que la postura social mayoritaria es ser antisistema, tanto en las hipotéticas izquierdas como en las teóricas derechas. En las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la gente que apoya a Donald Trump se siente ‘antiestablishment’, o en el Reino Unido la gente que votó a favor del ‘Bréxit’. Los fallos de nuestro sistema económico son muy claros, ese modelo está fracasando ante nuestros ojos y hay una carrera para resolver ese cambio. Personajes como Trump no hacen más que aprovecharse de un sentimiento antisistema que ya existe entre la población.

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Las conclusiones que extraemos a partir de los análisis disponibles pueden resumirse en las siguientes ideas que serían aplicables no solo a EEUU, sino también a Francia, Inglaterra u otras naciones occidentales.

  1. Las clases medias que comprueban el lento pero inexorable declive de sus rentas y sus condiciones laborales en un contexto de globalización capitalista desatada reaccionan de una forma «espasmódica» contra esa realidad, intentando refugiarse en estrategias defensivas que apuestan por políticas proteccionistas tanto en lo económico como en lo social.
  2. El abrazo a esas posiciones significa también una aceptación de su propio declive como naciones venidas a menos, que optan por un fuerte repliegue identitario ante la percepción de una potente amenaza externa.
  3. Esta elección debe ser situada en un contexto de desinformación general de un público aturdido, individualizado y desorientado. Un público que carece de claves para articular soluciones colectivas de largo alcance a sus problemas, basadas en diagnósticos profundos de la situación. En este escenario se pone en marcha una apuesta por soluciones muy desajustadas que intentan aferrarse a un cortoplacismo nervioso combinado con una buena dosis de autoengaño.
  4. El EEUU que sale de este proceso electoral es un país más débil que antes, con una pérdida en su capacidad de liderazgo y autoridad moral ante las poblaciones de otros muchos países.
  5. El espacio político para las opciones socialdemócratas de los últimos años parece estrecharse cada vez más ante su incapacidad para aportar soluciones creíbles a esta grave crisis y ante su plegamiento cobarde y conformista frente a la ideología neoliberal y los intereses específicos de las grandes compañías transnacionales. Esta coyuntura tenderá a abrir un espacio de oportunidad política a los nuevos ecosocialismos  que plantan cara al capitalismo globalizado y que también tendrán que pugnar, en un contexto de fuerte polarización, por construir un relato alternativo a los capitalismos autistas que se refugian en discursos que apelan al patriotismo xenófobo.
  6. Los medios de comunicación más tradicionales (grandes cabeceras de prensa, grandes informativos, industrias del negocio cultural y demoscópico…) pierden capacidad de análisis e influencia sobre las opiniones públicas que tienden a formarse su criterio de una manera cada vez más autónoma e impredecible.
  7. La única estrategia viable para abordar esta delicada situación, saturada de contradicciones, es conseguir que las masas sociales se vayan dotando progresivamente de una comprensión global de los retos a los que nos enfrentamos para poder articular soluciones racionales (y no «espasmódicas», «cortoplacistas» o «nerviosas») a nuestros problemas. Estas soluciones necesariamente deberán ser planteadas con una visión mucho más global y colectiva, a escala planetaria o internacionalista, con nuevas herramientas discursivas, proyectos comunicativos actualizados y, sobre todo, con una perspectiva temporal no menor de 50 años-vista, es decir, de medio-largo plazo. No nos queda otra.
agosto 17, 2016

FSM Montreal 2016: Primer balance

Evaluación del Foro Social Mundial celebrado en Montreal (Canada) en Agosto de 2016:

Montreal, 15 de agosto, 2016 – El Foro Social Mundial (FSM) hace un balance muy positivo de esta 12ª edición, la primera que se realiza en un país del Norte. Este FSM ha sido la plasmación de un trabajo organizativo que comenzó hace 3 años, concretamente en Mayo de 2013, tras la finalización del FSM celebrado en Túnez, explicó Carminda Mac Lorin, una de las coordinadoras del grupo motor. El evento ha contado con 35.000 participantes. Fueron 15.000 las personas presentes en la marcha de apertura, donde estuvieron representados 125 países. Recordemos que en el primer Foro Social Mundial de Porto Alegre en Brasil en 2001, 20,00 personas participaron en el evento. Por lo tanto, teniendo en cuenta estos números, los organizadores están más que satisfechos en cuanto a los resultados de este primer Foro Social Mundial celebrado en un país del Norte.

La celebración de este Foro Social Mundial no habría sido posible sin los 1.000 voluntarios que entregaron su tiempo de forma entusiasta durante el evento.

En total, 1.200 actividades autogestionadas se llevaron a cabo, así como 200 actividades culturales y diversos foros paralelos como el Foro Mundial de Medios Libres, el Foro Parlamentario Mundial, el Foro de las Teología liberadoras o el Foro Social Mundial para un mundo libre de fisión nuclear.

El Foro Social Mundial también desea subrayar la importancia de la participación de los 26 comités de autogestión del FSM, por ejemplo, el Comité para la Democracia, el comité para la protección social y los derechos humanos o la Comisión de Educación. Estos comités se vinculan con diversos temáticas y actividades que se desarrollaron durante el evento.

También hubo 22 asambleas de convergencia que dieron lugar a más de un centenar de iniciativas como, por ejemplo, Estados Generales en la educación y la participación multitudinaria durante el día en la defensa de los servicios públicos. La próxima semana, el FSM publicará en su página web el calendario de las diferentes acciones de cambio social que fueron formuladas durante el Ágora de iniciativas y que se puede utilizar como guía por los ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo, proporcionándoles propuestas concretas sobre cómo cambiar el sistema.

No obstante, el Foro Social Mundial lamenta que el 60%, según los primeros datos provisionales, de las demandas de visado para participar en el evento hayan sido rechazada por el gobierno canadiense. El Colectivo FSM se ha comprometido a representar a todas estas personas excluidas por el gobierno y también para trasladar a la sociedad civil lo que estos participantes podrían haber llevado al FSM. «También queremos usar el caso de Montreal con el fin de cuestionar la accesibilidad de los países del Norte», explicó Raphaël Canet, co-coordinador de este FSM.

El Consejo Internacional del Foro Social Mundial mantiene ya las primeras reuniones para planificar la próxima edición del WSF.

El Foro Social Mundial es el mayor encuentro de la sociedad civil con la finalidad de encontrar soluciones a los problemas de nuestro tiempo. Creado en 2001 en Brasil, el FSM reúne a miles de participantes de más de 1.000 actividades (talleres, conferencias, espectáculos artísticos …) en relación con diferentes temas (desarrollo social, economía solidaria, medio ambiente, derechos humanos, democratización …).

 https://fsm2016.org/en/bilan-de-ledition-du-forum-social-mondial-a-montreal/
agosto 14, 2016

El escándalo de la apropiación de la Mezquita de Córdoba por parte del Obispado

May 2, 2016

Carta al Papa Francisco de un iraquí sobre la Mezquita-Catedral de Córdoba

El pasado 8 de Abril una familia musulmana culta procedente de Iraq disfrutaba de una estancia vacacional en la ciudad de Córdoba. Llevaban ya varios días por estas tierras preñadas de historia multicultural y de herencias cruzadas, gozando de una experiencia serena y enriquecedora. Mientras visitaban la Mezquita-Catedral  y, de una forma sencilla y espontánea, el iraquí Luay comenzó a rezar al Dios único de los cristianos, judíos y musulmanes, el Dios de Abraham. Su sorpresa fue mayúscula cuando de pronto se vio asedidado por un guardia de seguridad que, de malos modos, le obligó a él y a su familia a abandornar el recinto.

Luay Al-Khatteb, escritor, periodista y conferenciante iraquí.

Luay Al-Khatteb, escritor, periodista y conferenciante iraquí.

A raíz de este penoso acontecimiento se decidió a publicar, en el importante periódico estadounidense con el que colabora, una «Carta abierta al Papa Francisco», invocando al jefe espiritual del catolicismo a tender un puente invisible a todas las personas hermanas del mundo, mediante un sencillo gesto de apertura, complicidad y generosidad hacia muchos seres humanos que están siendo perseguidos y marginados por motivos religiosos y étnicos. Algunas de las ideas contenidas en esa carta pueden ser resumidas en estos párrafos:

* La tolerancia religiosa está siendo brutalmente acosada por una pequeña minoría de extremistas. Sus métodos violentos tienen como objetivo provocar la segregación social y el choque de comunidades. Ellos secuestran e instrumentalizan el sentimiento religioso en un intento por magnificar su movimiento totalitario mediante la propaganda mediática.

* El terrorismo del Daesh nos propone una narrativa muy simplista de lucha, polarización y salvaje enfrentamiento de cristianos contra musulmanes, chiítas contra sunitas y musulmanes frente a judíos. Todo ello mientras toman partido por la supremacía de una secta (el salafismo-wahabismo) agresiva, minoritaria y muy poco representativa del Islam en su conjunto. Esta secta considera como enemigos a exterminar a todas aquellas visiones de la religión diferentes a la suya, incluyendo (quizás incluso de forma prioritaria) a las islámicas no salafistas.

* A menos que luchemos activamente contra esta narrativa, los extremistas pueden generar división en nuestras sociedades, desafiando a la misma esencia de la democracia. Son estas semillas criminales de confrontación las que pueden manifestarse no sólo en la violencia, sino también en actitudes de abierta hostilidad contra musulmanes y cristianos por igual, en aquellos lugares donde estas comunidades son poblacionalmente minoritarias.

* Algunas personas están decididas a borrar la herencia multiconfesional de ciertos enclaves simbólicos existentes en muchos lugares del mundo. Uno de ellos es la Mezquita-Catedral de Córdoba. La familia de Luay tuvo un encuentro desagradable con algunas de estas personas, empeñadas en mantener una severa prohibición sobre la oración islámica allí. Su experiencia y la de otras personas, no suficientemente difundida, puede constituir una oportunidad positiva para que Su Santidad pueda defender y promocionar las relaciones interreligiosas. Ahora es el momento de actuar con decisión sobre la cuestión de la autorización para orar en todos los lugares de culto. A tal fin, el permitir la oración islámica en la Mezquita-Catedral de Córdoba, sería altamente simbólico, algo que los extremistas de todo el espectro político temen profundamente. En este momento crítico de nuestra historia colectiva sería, indudablemente, una importante victoria para la causa de la paz y la convivencia.

* Efectivamente hay pocos símbolos más potentes que los credos unidos en un lugar de oración. Cuando las religiones muestran tolerancia mutua se sitúan en una narrativa diametralmente opuesta a la que Daesh nos propone. También debilita la causa de las propuestas políticas xenófobas en Europa y América del Norte encarnadas, en este último caso, en personajes como el de Donald Trump. Sin la escalada verbal filofascista que se produce después de cada atrocidad, ya sea en París, Bruselas o Londres, el trabajo de los yihadistas solo estaría a medio hacer ya que la segregación, el odio, la desconfianza mutua y la supuesta inevitabilidad de una guerra entre comunidades religiosas constituye su más anhelado objetivo. Así que cuando la iglesia de San Juan en Aberdeen abrió sus puertas a la comunidad musulmana local en 2013 o cuando al menos 80 mezquitas en el Reino Unido abrieron sus puertas al público británico se hizo mayor daño a la causa terrorista que con la detención de alguno de sus aislados integrantes.

* En Irak, país de origen de quien escribe la carta, también se producen gestos positivos de estas características. Cuando decenas de miles de cristianos huyeron de la ofensiva de Daesh en junio de 2014, pudieron encontrar refugio seguro en el santuario del Imam Ali en Nayaf, uno de los lugares más sagrados del Islam chiíta. Este es el polo opuesto de lo que quiere Daesh. Delegaciones de los sunitas iraquíes también han sido bien recibidas en estos lugares sagrados, una imagen muy perjudicial para Daesh y Al Qaeda.

* Sería históricamente apropiado permitir la oración islámica en la Mezquita-Catedral. Ciertamente Córdoba en el siglo X disfrutó de un periodo cultural fascinante, en el que el diplomático judío Hasday Ibn Shaprut establece una relación duradera con el califa Abd al-Rahman III. Este tiempo fue testigo de un asombroso enriquecimiento mutuo entre la literatura hebrea y árabe. Es este el mismo tipo de solapamiento religioso que anteriormente se había visto en Irak en el siglo V, con ejemplos como el de «Esdras el escriba» (Uzair en el Corán), el viajero judío que tiene un santuario hoy en al-Amara en Irak. Por supuesto Córdoba es más famosa que la tumba de Esdras, al ser reconocida como Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1984. Construida en el año 784 dC, la Mezquita alcanzó su apogeo en el siglo X, cuando el califato omeya se extendía por toda la mitad sur de España. Posteriormente ya en el S XIII Fernando III transformó la mezquita en una catedral, preservando su magnífica arquitectura árabe, con un impresionante  bosque conformado por cientos de arcos y columnas.

* En la Mezquita-Catedral de Córdoba la familia de Luay se encontró con gente empeñada en borrar algo de la historia. No había pasado mucho tiempo desde que, en noviembre, un grupo local extremista llamado Vox llevó a cabo una manifestación con el argumento de que el no eliminar la palabra «Mezquita» del nombre de la Catedral de Córdoba, sería una «victoria para el yihadismo.» Sin embargo la realidad es justo la contraria. Es el «borrado» de esa palabra la que se alinea con los objetivos propagandísticos del fundamentalismo salafista que sirve de combustible ideológico a Daesh y Al-Qaeda. Simplemente pensemos… ¿Qué molestará más a los terroristas, que permitamos la denominación Mezquita-Catedral o que prohibamos el uso (para ellos herético e intolerable) de ese concepto intercultural?.

Es triste que las cosas hayan llegado a este punto, pero quizás los resultados de una campaña internacional para preservar el status intercultural del lugar, la cual ha conseguido ya casi 400.000 firmas en Change.org, es un paso positivo en la buena dirección. Por otra parte, se está litigando en la actualidad a favor de la propiedad pública del sitio, afirmando su condición de Patrimonio Mundial como un legado histórico de incalculable valor, más allá de la explotación privada y libre de impuestos ostentada actualmente por una determinada jerarquía eclesial.

Los tiempos de la discriminación religiosa deben quedar definitivamente superados. Lo que esta familia vivió en Córdoba no era un reflejo de la Europa de la libertad que muchos pregonan. Las religiones abrahámicas comparten un mismo Dios, por lo que la oración en cualquier lugar de culto seguramente debería ser considerado como un derecho humano fundamental. En la Constitución Española de 1978, artículo 16.3, se establece que «Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones «.

Tal vez es por esta razón por la que las autoridades no exhiben ningún panel prohibiendo a los musulmanes rezar en la Mezquita-Catedral de Córdoba. Los administradores privados del lugar no tienen ningún respaldo legal para impedirle rezar a nadie en virtud del derecho de admisión. De hecho, los únicos tres «NO» en las condiciones de la visita son: «No llevar ropa indecorosa, no ir acompañado de mascotas, y no ingerir alimentos o bebidas en el interior del templo».  Así que lo que está prohibido es un acto de libertad individual que no implica ningún tipo de daño contra nadie. Afortunadamente el delito de pensamiento pertenece a un oscuro lugar del pasado de Europa. Mantegámoslo de esa manera y hagamos de Europa una sociedad abierta y tolerante, conviertiendo a Córdoba no sólo en un símbolo de la convivencia intercultural, sino también en un ejemplo mundial del nuevo tiempo que se abre ante nosotros. Luay y su familia esperan poder regresar algún día a Córdoba y completar la oración inconclusa, la cual pedía a Dios por cierto, por la paz en la Tierra y por una mayor comprensión entre los seres humanos.

abril 16, 2016

Banca pública y democrática: ¿Por qué es indispensable?

El dinero es parte de nuestra vida diaria pero entendemos poco sobre cómo se crea, de dónde viene y quien lo controla, debido a que el proceso ha sido objeto de desinformación por parte de las élites que se benefician manteniéndonos en la oscuridad y lucrándose con un sistema diseñado a su medida. Quién así habla es la abogada estadounidense Ellen Brown cuyos libros intentan precisamente poner luz y ayudarnos a comprender los engranajes de estos cruciales asuntos. Sus conclusiones, perfectamente documentadas, son demoledoras. Las instituciones públicas han ido cediendo el inmenso poder de la creación y puesta en circulación del dinero a un puñado de empresas privadas que lo usan de forma discrecional para implementar las políticas más adecuadas a sus intereses particulares, forzando a gobiernos democráticos a legislar en contra del bienestar de sus propias ciudadanías. Aquí algunas de las ideas contenidas en su importante libro «Telaraña de deuda» (Web of Debt):

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* La capacidad para poner nuevo dinero en circulación está controlada, de facto, actualmente casi en exclusividad por entidades privadas. Cuando alguien pide un crédito a un banco privado nuevo dinero es puesto en circulación, cantidad que se añade a la masa monetaria que ya existía previamente.

* El Banco Privado no necesita tener “dinero en caja” para emitir ese nuevo crédito, basta contar con la “licencia” del Banco Central para poder hacerlo. El BC (la FED en el caso estadounidense) se compromete a prestar “asistencia ilimitada” a estas entidades privadas para dar respaldo a sus operaciones. Todo el dinero nuevo puesto en circulación lleva asociado un tipo de interés, aunque el suministrado a los Bancos Privados, tiene un tipo real prácticamente de cero.

* Los gobiernos “democráticos”, comenzando por el de los EEUU, han entregado su capacidad de generar y poner en circulación nuevo dinero libre de deuda a este consorcio de entidades privadas, renunciando con ello a su independencia política real.

* Lo que realmente subyace aquí es un conflicto de poder político entre dos instancias independientes: El BC (o la FED en el caso estadounidense) y los gobiernos de las naciones. El primero dice: «Hay que privatizar servicios públicos» mientras los segundos ponen reparos porque saben que si lo hacen perderán votantes. Como la primera instancia es la que realmente controla el poder, las privatizaciones tienden a ejecutarse bajo la amenaza de paralizar los flujos del crédito. La primera instancia tiene poder para sometar a la otra a todo tipo de presiones, amenazas y chantajes, obligándola a aceptar rescates a entidades financieras quebradas mediante el uso de fondos públicos. El resultado final es que los gobiernos terminan por caer pero las políticas económicas persisten debido al sistema asimétrico de distribución de poder realmente existente.

* Los consorcios de bancos privados también tienen el poder de hundir en los mercados el valor de las monedas y otros bienes cotizados de países “hostiles” a sus políticas mediante el mecanismo de las “ventas en corto”. Estos movimientos, ejecutados de forma brusca, pueden crear fuertes crisis inflacionarias en esos países obligados a comprar productos no disponibles en su mercado interior, pero necesarios para la vida de sus gentes. Las “ventas en corto” consisten en órdenes masivas de salida sobre ciertos activos cotizados o sobre acciones que se han tomado prestadas durante horas con el único objetivo de hacer descender su valor mediante una venta rápida. Posteriormente estas acciones o valores son recompradas en el momento oportuno una vez que el chantaje ha sido consumado. Sí, efectivamente, el sistema legaliza el fraude que significa vender algo de lo que realmente no somos propietarios, de igual forma a como los bancos privados están autorizados a poner en circulación un dinero que no tienen.

* Cuando se analizan aconteciminetos históricos, con connotaciones políticas, en los que se produjeron fenómenos de hiperinflacción el pensamiento dominante tenderá a establecer que aquello sucedió debido a un mal gobierno que imprimió y puso en circulación más dinero de la cuenta. Un análisis más detallado nos lleva a entender que en muchas ocasiones fueron precisamente estas “ventas en corto” controladas por una élite financiera privada con poder para la emisión de dinero virtual y crédito masivo, las que provocaron la acaparación, la posterior cascada de ventas, la caída del valor de la moneda del país, el desabastecimiento y la consecuente hiperinflación.

* Una banca pública sería una vía de solución a muchos problemas, comenzando por la posibilidad de financiar a coste prácticamente nulo aquellos productos y servicios orientados a cubrir las necesidades básicas de las personas y a generar empleo de calidad.

* Otra importante ventaja de esta banca pública y democrática sería la de hacer disminuir la presión fiscal sobre la ciudadanía ya que los intereses de los préstamos o comisiones aplicadas por la prestación del servicio financiero podrían revertir sobre las arcas públicas en lugar de sobre las cuentas corrientes de los directivos de la banca privada.

* Una banca controlada democráticamente y orientada en la defensa de los bienes comunes también sería un instrumento de bloqueo sobre las operaciones de “ventas en corto” destinadas a chantajear a gobiernos o parlamentos hostiles a las políticas promovidas por las élites financieras privadas.