La corriente mediática de opinión se ha decantado estos días por la condena sin paliativos de los controladores aéreos, tras la huelga encubierta acontecida durante los días 4 y 5 de Diciembre pasados. El tribunal del consumismo postmoderno, con sus extrañas amnesias selectivas, ha decretado pena de escarnio masivo por un intolerable delito contra el derecho inalienable a viajar en avión de todo cliente-usuario que quiera y pueda permitírselo. Resulta sencillo comparar la acción del colectivo de los controladores aéreos con la de los banqueros y especuladores para sacar a flote poderosos contrastes:
– Los controladores trabajan y hacen una tarea vital para el transporte de personas. Los banqueros y especuladores no trabajan, sólo se limitan a vampirizar el trabajo de todos nosotros.
– Los controladores tienen dinero pero no controlan el tiempo para poder disfrutarlo. Los banqueros y especuladores tienen mucho más dinero y todo el tiempo del mundo para disfutarlo cuando, donde y como quieran.
– Los controladores utilizan como moneda de cambio a una parte de la ciudadanía (la que viaja en avión) determinados días en el año para presionar al gobierno. Los banqueros y especuladores hacen lo mismo pero con todos nosotros y de foma permanente.
– Las consecuencias económicas de la actitud de los controladores se miden en millones de euros de perjuicio. Las consecuencias de la actitud de los banqueros y especuladores se miden en billones que tendrán que ser pagados por la ciudadanía y sus descendientes a lo largo de generaciones.
– En la práctica a los controladores aéreos se les ha retirado su derecho de huelga vía Real Decreto. Los banqueros y especuladores ejercen cada día su derecho de huelga sin ningún tipo de cortapisas, regulaciones o injerencias judiciales.
– Los gobiernos prometen fuertes castigos contra el colectivo de controladores por su «actitud intolerable», alegando que son unos privilegiados. Mientras tanto esos mismos gobiernos aceptan de manera sumisa o incluso cómplice la indignante extorsión a la que nos someten banqueros y especuladores. ¿Están pensando acaso dichos gobiernos en militarizar a los bancos o a los paraísos fiscales que son los mayores nidos de privilegiados y chantajistas de todo el orbe planetario?
La idea resumen a la que llego es que los controladores aéreos, a pesar de ser un colectivo con ciertos rasgos de autismo social, son infinítamente menos peligrosos y dañinos que el colectivo formado por especuladores y banqueros criminales, auténtico cáncer recursivo de la sociedad actual. Comparados con ellos los controladores casi nos parecen unos tipos interesantes, con una serie de problemas laborales dignos de ser estudiados en profundidad y sin apasionamientos irreflexivos.