El negocio rosa del cáncer de mama

Lazos rosas sobre aire envenenado: ¿Puedes verlos?

Los grandes medios nos cuentan las  bondades del día internacional del cáncer de mama. Hemos podido ver lazos rosas en las antenas de los taxis, en balcones de ayuntamientos, en grandes almacenes o en solapas de viandantes. Se trataría de «concienciar» a la ciudadanía sobre el problema del cáncer de mama. Sin embargo las preguntas realmente interesantes y que sospechosamente nunca reciben respuestas concluyentes (¿qué lo provoca?, ¿por qué aumenta su incidencia?, ¿qué relación guarda con los modelos de consumo y alimentación que el capitalismo nos impone?) quedan veladas por otros mensajes más convenientes para las grandes industrias farmaceúticas: Necesidad de hacerse mamografías, importancia de las nuevas técnicas para el diagnóstico precoz, efectividad de los nuevos tratamientos, disminución del porcentaje de mortalidad… . Nos toman una vez más por idiotas mezclando de forma malévolamente manipuladora los conceptos de prevención y diagnóstico. Estos cínicos mercaderes olvidan a conciencia que el diagnóstico precoz no previene sino que se limita a constatar la existencia de algo que ya se ha producido. Al igual que sucede con todos los grandes males como la crisis global, el terrorismo, el colonialismo, el paro o el aumento de la pobreza se nos desliza la idea de que son inevitables fenómenos de la naturaleza imposibles de eliminar en su raíz. Intentan mentalizarnos de que todos ellos vienen para quedarse, de que es inútil pensar sobre sus causas y que tenemos que aceptar que unos pocos se  aprovechen de sus consecuencias.

En esta línea de pensamiento el lazo rosa también es usado como vector publicitario de numerosas compañías de la industria cosmética, higiene íntima femenina o televisiones comerciales. Todo son «soluciones» que harán aumentar el PIB capitalista, generando negocio en torno al miedo u otros sentimientos como la solidaridad o la compasión asociados a la existencia de esta plaga maligna del siglo XXI.  Pero mientras el negocio prospera seguimos esperando a que alguien nos dé información concluyente acerca de por qué sube el número de casos o sobre qué genera este cada vez mayor número de muertes, medido en valores absolutos por diversos países del mundo.

Casi que preferimos una cosa: Mejor que vendernos mamografías, nuevos medicamentos, visualizaciones de tumores en 3D, compresas o carísimos cosméticos «solidarios» … expliquen de una vez qué nos está envenenando, quien lo provoca o promueve, cual es la responsabilidad del propio sistema capitalista en el asunto y qué tenemos que DEJAR DE HACER, comer y consumir tanto individual como colectivamente para NO LLEGAR A DESARROLLAR NUNCA esta enigmática patología.

2 comentarios to “El negocio rosa del cáncer de mama”

  1. Grandiosa columna la que presentas, ya había pensado en esto por eso me aventure en buscar informacion o gente que compartiera mi forma de pensar, gracias por «postearlo» en la red.

    • Gracias a ti, Erick. Los mismos que nos envenenan se lucran después vendiéndonos los supuestos antídotos. Pasa igual con la deuda, con el paro o con el terrorismo. Siempre el mismo juego, velado ante la comprensión de grandes masas de población. Denunciemos y destapemos esta realidad tanto como podamos.

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